24. Perdón

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—¿Cuánto lleva así?

—Una semana—el pelinegro suspiró, estaban en el departamento de soltero de Yoongi, tanto él como Namjoon intentaban sacar al pálido de su cama no consiguiéndolo.

—¿Jimin cómo está? —Jungkook se sentó al lado del alto cansado de sus intentos por abrir la puerta del dormitorio principal.

—No lo sé, no habla. Come en pocas cantidades, pero no lo he escuchado llorar. Es como...si nada hubiese pasado.

Min llevaba días sin ir a la empresa, desde que sucedió el alboroto con su ex esposa dejó de existir para todos. No salía del departamento, no comía, tenía su teléfono apagado. Con suerte se bañaba porque ni él se soportaba el olor a alcohol y cigarro, estaba mucho más delgado y pálido que antes. Se veía enfermo y lo estaba, de una enfermedad que lo estaba consumiendo poco a poco, deprimiéndolo y llevándolo a un vacío sin fin.

—Bien, ya me cansó. No puede continuar metido en esa puta habitación, están los potes de comida sin tocar y el bar vacío— Jungkook se levantó alterado, fue hasta la puerta de la habitación del mayor y comenzó a golpear como cobrador de impuestos. En el décimo golpe la puerta se abrió, pero no porque el dueño del lugar haya dado permiso de entrar, sino que de tanta fuerza la pobre madera cedió quebrando la parte de la chapa.

—No jodas JK, te echaste la puerta— Ambos se abrieron paso ante el chiquero que estaba hecho el cuarto buscando a Yoongi en algunos de los bultos, hasta que notaron que el delgado hombre estaba en el piso boca abajo.

—Yoongi, levántate—Namjoon se acercó a moverlo, más su llamado no fue contestado. Confundido se agachó a su lado notando que el bajo sudaba demasiado y tenía una expresión de dolor en su rostro.

—Jungkook, llama a una ambulancia. Esta desmayado, apúrate.

El llamado fue rápido, la ambulancia no tardó en llegar. Cuando ingresaron al hospital con un Yoongi desmayado, dieron aviso a sus cercanos respecto a lo sucedido. Ambos amigos estaban preocupados por la salud de Min, esperaban noticias del doctor que le estaba atendiendo mientras sus respectivas parejas llegaban.

—¿Cómo está?—La voz de la mujer hizo que ambos voltearan un poco sorprendidos.

—¿Qué haces acá? —Jungkook escudriñó el aspecto de su prima, estaba en pijama con las pantuflas intercambiadas e incluso aún tenía rastros de mascarilla hidratante.

—¿Por qué me miras así?

—Te das cuenta que vienes con zapatos distintos y en pijama, ¿cierto?—Namjoon miraba a ambos, no sabía si estar enojado por la presencia de la ex esposa del pálido o reírse de ella por la forma en que estaba vestida.

—Me vale mil hectáreas de mierda, me llamaron al ser su contacto de emergencia. Vine lo más rápido que pude e incluso dejé a mi novia preocupada.

—¿Tu qué? —La voz de una cuarta persona se hizo presente en el lugar, Seokjin venía hecho una furia directo a lanzarse contra Rosé, por suerte su esposo evitó que algo malo sucedería— Namjoon, me sueltas o me suelto.

—Amor, los bebés. ¿Tranquilo, sí? —Repartió besos en las mejillas sonrojadas de la rabia por lo que escuchó.

—Esto sólo lo hablaré con Yoongi, ahora necesito saber cómo está. Ese hijo de...estúpido—Su voz sonaba genuinamente angustiada, los presentes no entendían qué mierda sucedía. Si hace una semana habían presencia sobre todo Namjoon y Jungkook lo que había generado la aparición de Rosé en la vida del azabache y ahora estaba preocupada por su salud.

—¿Familiares de Min Yoongi?

—Nosotros—Seokjin se acercó hasta el médico, quién notó la credencial que éste llevaba. Reconociéndolo de inmediato como el director del hospital.

¿No que muy hetero? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora