No era el día de Kageyama, todo le estaba saliendo mal y eso, le estaba molestando, su pareja de pelo naranja pensaba que con el entrenamiento mojaría su humor, pero no fue así: sus pases eran demasiado rápidos; si alguno fallaba, él se enfadaba al punto de gritar, y a veces insultar.
Ambos adultos, ya cansados por su actitud, le echaron del entreno, no tuvo más opción que acceder.
-Hinata, ¿sabes qué le pasa?-pregunta el capitán. -No tuvo buen día... -¿Crees poder calmarle? -Lo intentaré -Gracias
Con la autorización de ambos adultos, Hinata sale del gimnasio para buscar a Kageyama y a Kiki, el tercer miembro de la relación.
Primero busca a la chica de pelo morado, él sabía que no podía calmar solo al azabache, y con el carácter de Kiki, tal vez el alto se calmaría. Una vez la encuentra en la sala del consejo estudiantil, agarra su mano y con rapidez buscan al otro chico, por el camino le iría contando lo ocurrido.
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Como Hinata pensaba, el de ojos azules estaba en un banco bebiendo un refresco, su rostro mostraba su gran enfado, el de pelo naranja tenía un poco de miedo.
-K-Kageyama-se atreve Shoyo a hablar, no obtiene respuesta. -Kageyama, te han llamado-Kiki yo estaba molesta. -¿Y? -Responde-sin relajar el rostro, el azabache mira al otro chico. -¿Qué quieres? -No deberías actuar así... -¿Ahora eres mi madre? -Estás actuando como el Rey-oh no, el apodo que más odiaba, le enfurecía. -Serás-
Molesto y enfadado, el chico alto se lanza contra el de ojos marrones, los dos se envuelven en una pelea con algún que otro insulto por parte del ojiazul.
La chica los separa cuando Kageyama se posiciona encima de Hinata y le da varios puñetazos en el rostro de este. La chica es fuerte, pero no tanto como el alto, los dos terminan cayendo al suelo, dejando a Hinata capaz de incorporarse un poco, solo fue capaz de sentarse, y con miedo, se arrastró lejos de los contrarios.
El azabache se intentaba zapar del agarre de la chica, que con todas sus fuerzas luchaba por no soltarle, sabía que, si lo hacía, la situación sería peor.
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Debido a lo que estaba tardando el colorado, el par de chicos de segundo fueron a buscarlo, encontrándose aquella escena. El más bajo se va a comprobar como Hinata estaba, mientras que el rapado ayuda a Kiki a retener al alto.
-Me llevaré a Kageyama para que se calme -Bien...te lo encargo Tanaka-senpai
Tal y como dijo, se lleva al azabache lejos del lugar, la fémina va junto a su otro superior. Da un ligero abrazo al de ojos marrones para calmarle.
-Vamos a curarte Hinata... -Vale... -Avisaré a Ukai-san y Takeda-san -Gracias Noya-san
El mayor va corriendo al gimnasio, así Kiki lleva a Hinata a la enfermería.
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Por suerte, las heridas no eran tan graves como parecían ser, una vez eran curadas, los dos se quedaron sentados en la camilla: Hinata apoyaba la cabeza en el hombro de Kiki, y estaba daba caricias en la cabeza de este.
Unos 5 minutos después, el de ojos azules aparecía por la puerta, por su rostro podía verse lo avergonzado que estaba por la situación de antes.
-¿Puedo entrar...? -Sí...-responde el colorado. -Hinata...-apenado se acerca a los dos-yo...lo siento...
Nadie dijo nada, cada vez Kageyama se sentía peor.
-Tontoyama...
Suave tira la camiseta del alto para acercarle a ambos y unirse los tres en un abrazo.
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