Iba en el coche de Raúl, mirando por la ventanilla y conteniendo las lagrimas. Al final habia tenido que contarle la verdad, que estaba completamente sola y loca por hacer lo que estaba haciendo. Se estaba portando realmente bien conmigo sin conocerme de nada y yo me sentia terriblemente mal por estar causandole tantas molestias a un chico que solo iba de vuelta casa despues de pasar un fin de semana con su familia. pero la verdad era que no tenia ha nadie alli, solo le conocia a el, si es que se podia llegar a decir eso y no tenia a donde ir, no encontraba nada que se ajustase a el presupuesto que llevaba, no podia permitirme gastar mucho pues no sabia cuanto tiempo iba a tardar en encontrar un trabajo y cobrar mi primer sueldo, encima era temporada alta en tarifa, por lo que los precios de los alojamientos estaban mas caros de lo normal, ni si quiera habia sido consciente de este tipo de cosas al comprar el billete, tenia tantas ganas de salir de donde estaba que no pense en nada.
Nos dirijiamos a su casa, era una locura, habia insistido en que no hacia falta, que me las apañaria, pero Raúl estaba empeñado y la verdad desisti, admitiendo que tampoco tenia nada mejor. Era eso o quedarme en la calle.
Sumida en todos estos pensamientos estaba cuando Raúl dijo:
-Hemos llegado, Ainhoa.
Lo mire sin decir nada, aun con lagrimas en los ojos. Nos bajamos del coche, al parecer el lugar en el que vivia tenia parking. el se hizo cargo de mi equipaje, me cogio de la mano y pusimos rumbo a su casa. Entramos en el ascensor, yo seguia cabizbaja y llorosa, queria dejar de llorar, pero se me hacia mas dificil por momentos, empezaba a sentirme superada por la situacion en la que me encontraba. El sonido del ascensor al llegar a la planta me saco de mi estado, Raúl tiro de mi, dirigiendome por un largo pasillo, al final de este se encontraba su casa. Abrio la puerta y me hizo pasar, encendio la luz y dejo la maleta en la entrada, tiro de mi mano que no habia soltado en todo el trayecto desde que nos habiamos bajado del coche y me llevo al salon.
-Bienvenida a mi casa, dijo
No sabia que decir, toda esta situacion me superaba, estaba agotada del viaje y de todas las emociones que habia vivido ese dia, ademas de sentirme avergonzada con Raúl por la situacion en la que lo estaba poniendo.
-Ven, te la enseñare, dijo tirando de mi.
Tenia una casa preciosa, era un apartamento pequeño, tenia un pequeño pasillo en la entrada y una puertas de lo que parecia ser un armario, justo a la derecha se encontraba la cocina que se comunicaba con el salon al estilo cocina americana. El salon era bastante amplio, no tenia muchos muebles, tan solo un sofa una mesa baja y un mueble donde se encontraba la television. En esa misma pared habia una pequeña mesa con dos sillas para comer. Un mini pasillo que conducia al baño y a mano derecha la unica habitacion, era bastante grande, tenia una cama enorme con un cabecero de madera que tenia unas baldas que hacian de mesilla de noche, un armario empotrado ocupada una de las paredes de la habitacion.
-Tienes una casa preciosa, dije.
-No es muy grande, pero se vive bien, y espera a ver lo mejor...
Tiro nuevamente de mi para llevarme de vuelta al salon, retiro las cortinas que escondian un enorme ventanal y salimos al fresco de la noche en la terraza, las vistas me dejaron impresionadas... Desde alli se veia la playa, un mar inmeso se dibujaba en la oscuridad de la noche.
-Es perfecto, logre decir realmente impresionada.
por primera vez desde que nos habiamos bajado del coche me solto la mano, me giro hasta apoyarme en la pared dandole la espalda a las impresionates vistas de la playa, se coloco frente a mi y tomo mi rostro con sus manos.
-Estas mas tranquila? me pregunto
Asenti, sin saber que hacer o que decir, si ya de por si me sentia abrumada, tenerle a el tan cerca de mi no ayudaba en absoluto a despejarme.
-Estas bien? estas muy callada
-Si, lo siento, es que me siento abrumada por la situacion, no se en que estaba pensando para haberme venido asi, sin siquiera tener un lugar donde quedarme... muchas gracias por todo lo que estas haciendo por mi, Raúl, no se como voy a agradecerte todo esto. Te prometo que solo sera esta noche, mañana mismo encuentro un lugar donde quedarme y si no me volvere a Sevilla...
-No tienes nada que agradecerme y puedes quedarte aqui todo el tiempo que necesites. no se que es lo que te ha pasado para que hayas venido, pero me alegro de que lo hayas echo... dijo clavando sus ojos en los mios. Cuando me miraba con aquellos ojos me cortaba la respiracion, y mi corazon latia a mil por hora, esperaba que no fuera muy evidente para el lo que estaba provpcando en mi.
-Es tarde, debes estar casanda, te apetece darte una ducha? ven, te enseñare donde estan las cosas.
Me dio unas toallas y me dejo sola en la habitacion con mi maleta mientras el se iba al salon, agradeci ese momento de intimidad, lo necesitaba, necesitaba darme una ducha y depejar mi cabeza. Abri la maleta y saque una de mis camisetas que usaba para dormir, mi ropa interior y mi cepillo de dientes y me dirigi al baño. Me meti bajo la ducha agradeciendo el agua que caia sobre mi llevandose consigo el estrés de aquel largo dia.
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Un viaje inesperado.
RomanceUn viaje inesperado nos sumerge en un relato apasionante y emotivo sobre la búsqueda personal, el amor y la redención. La historia comienza con Ainhoa, una joven decidida a huir de un entorno familiar opresivo en busca de una vida mejor. Sin un dest...