No tenia palabras para explicar como me sentia en aquellos momentos. Estaba feliz, sentia como si una etapa se hubiese cerrado para siempre, habriendo un nuevo camino para mi dónde no habia lugar para nada malo, todo eso habia quedado atrás. Pero poco me duro esa felicidad, que enseguida fue empañada al enterarme de que Iván por fin habia dado el paso y le habia pedido a Rebeca que se fuese a vivir con él y esta le habia dicho que no. No entendia que podia haber pasado. Sabia que Rebeca queria a Iván y queria estar con él, estaba dispuesta a venirse a vivir aqui, de echo era algo que deseaba que él hiciera y sin embargo, le habia dicho que no...
Llevaba dias sin hablar con ella, más concretamente desde el día que nos vimos en el combate de Raúl, dónde casi no tuvimos oportunidad de hablar y dónde es cierto que la note algo rara... Vino a mi mente entonces el momento de la despedida, cuando a pesar de que Iván se ofrecio en llevarla de vuelta a casa para que pudiera quedarse aqui unos dias más, esta prefirio marcharse con mi hermano y Susana. Sin duda algo debia estar pasandole, pues sus actitudes de los ultimos dias y ese cambio repentino en cuanto a Iván, no eran normales.
Me fui del apartamento dejando alli a Raúl e Iván. Necesitaba hablar con Rebeca en ese mismo momento y no queria hacerlo delante de Iván. Se habia convertido en mi mejor amigo y me dolia verle asi. Lo estaba pasando muy mal.
Baje hasta la playa y marque el número de Rebeca, rezando porque me contestara mientras comenzaba a dar un paseo por la playa desierta, pero no obtuve resuesta. Volvi a intentarlo una vez más. Rebeca respondio al tercer tono.
-¡Nena por fin! ¿dónde te metes?.-Hola coco. - dijo de manera apagada, lo que terminaba de confirmarme que algo no iba bien.
-¿Tia que pasa?.
-Nada, nada, estoy bien. mejor cuentame que tal todo por alli... - Aproveche para contarle lo que habia pasado en el juicio.
-Ah, es verdad, era hoy, lo siento se me ha pasado... me alegro de que todo haya salido bien.
-Rebeca, ¿vas a contarme de una vez que es lo que te pasa, o piensas seguir fingiendo que estás bien? - dije ya algo enfadada.
-Ainhoa, dejalo ¿vale?.
-No, no pienso dejarlo. ¿Me puedes explicar porque cojones has rechazo la propuesta de Iván? pensé que era lo que querias...
-Tú no sabes nada.
-¡Pues explícamelo!.
-Es mejor asi.
-¿En serio? Primero te niegas a quedarte aqui unos dias y después rechazas su propuesta de iros a vivir juntos. ¿y que, se acabo? ¿asi sin más? no entiendo nada...
-Me da igual que no lo entiendas tia, es mi vida y son mis decisiones.
-¿Pero se puede saber que cojones te pasa? somos amigas, creia que nos lo contabamos todo.
-Él también es tu amigo.
-¿Ese es el problema? ¿no quieres hablar conmigo porque crees que voy a ir a contarselo?.
-Seguro que esta ahi contigo escuchándolo todo.
Eso no me lo esperaba. Nunca habia habido problema en que Iván y yo fueramos amigos, no entendia porque ahora desconfiaba de mi de esa manera.
-Siento decirte que te equivocas. Me he bajado a la playa, sola, para poder hablar contigo. - Rebeca se quedo en silencio unos minutos. -Tia, los dos sois mis amigos, pero no por ello voy a contar al otro lo que me digais. Ante eso soy imparcial. No voy a meterme en vuestra relación. Lo único que quiero es que ambos esteis bien y se que lo mejor es que esteis juntos. -Rebeca rompio a llorar. -Nena, por favor, cuéntame que pasa...
Después de un silencio que me parecio interminable, por fin dijo:
-Déjalo coco. tengo que colgar. Hablamos. -Y me dijo alli con la palabra en la boca.
Rebeca estaba irreconocible, me parecia increible esta situación y lo cierto era que me habia dejado muy preocupada. Estaba segura de que algo estaba pasando. Al terminar la llamada me llegaron un par de mensajes. Una llamada perdida de Raúl y un mensaje de este.
Amor, tengo que salir. Nos vemos luego en el apartamento. Te quiero pequeña.
Continue dando un paseo por la playa durante un rato más. Cuándo empezo a oscurecer, volvi al apartamento.Raúl aún no habia llegado. Cogi mi móvil para llamarlo. Respondio enseguida. -Dime pequeña.
-Amor, ¿dónde estás? acabo de llegar al apartamento.
-Voy de camino, enseguida nos vemos.
Fui a la cocina para ver que podia preparar para cenar. Queria preprar algo especial, pues sabia que lo que tenia que decirle a Raúl no le iba a gustar, pero ya estaba decidido, tenia que hacerlo.
Vi que no quedaba gran cosa en la nevera, mañana tendria que ir hacer la compra, por lo que decidi pedir algo de sushi. Abri una botella de vino blanco y fui a ponerme cómoda mientras esperaba que llegase Raúl.
Oí la puerta y sali de nuevo al salón, descalza, llevando tan solo una sudadera de Raúl, el pelo recogido en un moño desecho y la copa de vino en la mano.
Raúl entro en el apartamento y al verme una sonrisa aparecio en sus labios. Fui hasta él y le di un calido beso en los labios.
-¿Y este recibimiento? - pregunto con su sonrisa de medio lado mientras me comia con los ojos.
-¿Quieres? - le pregunte ofreciéndole la copa de vino. -He pedido suhi. - Acerco sus labios a la copa sin apartar los ojos de mi y dio un sorbo.
-Voy a ponerme cómodo. - Me dio un beso y se dirigio hasta la habitación.
Me sente en el sofá a esperarlo, poniendo mis piernas sobre la mesa y disfrutando de la copa de vino. A los pocos minutos, Raúl aparecio de nuevo, llevando tan solo el pantalón de chandal. Apenas quedaba ya rastro de los hematomas que tenia. Se sento a mi lado, revolviendose el pelo y quitandome la copa de vino de las manos. Lo mire con ojos llenos de deseo, me moria de ganas de estar con él.
Le quite la copa de vino de las manos y la deposite en la mesa. Sin decir nada, me sente a horcajadas sobre él. Raúl mostros su maravillosa sonrisa.
-Me gusta el camino que empieza a tomar esto... - dijo. Me conocia demasiado bien.
Busque su boca con la mia, sus manos recorrian ya mi cuerpo, deslizando la sudadera hacia arriba. Levante los brazos, dejando asi que me la quitara por completo. Mis pechos quedaron al descubierto y mis pezones se endurecieron al isntante por el frio. Raúl me miro con sus ojos verdes y aquella mirada que hacia que un fuego interno recorriera todo mi ser. Tomo mis pechos entre sus manos, acariciándolos para después besarlos, subiendo poco a poco por mi cuello, hasta llegar a mi barbilla y encontrar de nuevo mis labios. Abri mi boca para recibirlo, mientras nuestras lenguas se enredaban la una contra la otra.
Me pegue aún más a él, notando el calor de su pecho desnudo en mi piel. Enrede mis manos en su pelo, tirando de él y haciendo que nuestras bocas se separaran unos centrimetros. Lami su cuello de abajo a arriba para ir dejando besos hasta alcanzar el lóbulo de su oreja. Comence a mover mis caderas, notando la erección de Raúl entre mis piernas.
Me levante, poniendome frente a él y me baje las bragas despacio, sin apartar mis ojos de los suyos. Se acerco hasta a mi, agarrándome por las caderas y atrayéndome hacia él.Llevo sus labios hasta mi sexo, dónde fue dejando pequeños besos, erizándome la piel. Se quito los pantalones, dejando libre su erección. Me sente nuevamente encima de él mientras me llenaba completamente. Comence a mover mis caderas mientras nos abrazabamos y acaricibiamos a la vez. Busque su boca de nuevo, lamiendo su labio inferior para después succionarlo con fuerza. Raúl reacciono apretandome más contra él y aumentando el ritmo de las caderas. Mi cuerpo comenzo a temblar, nuestras bocas separadas tan solo por unos centimetros, mientras nuestras miradas se fundian y ambos llegabamos al orgasmo.
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Un viaje inesperado.
RomanceUn viaje inesperado nos sumerge en un relato apasionante y emotivo sobre la búsqueda personal, el amor y la redención. La historia comienza con Ainhoa, una joven decidida a huir de un entorno familiar opresivo en busca de una vida mejor. Sin un dest...