Capítulo 22. Raúl.

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Los días después del combate habían sido maravillosos. Ainhoa no se había separado de mi en ningún momento y yo estaba feliz de tenerla a mi lado, aun que eso me estuviera complicando la recuperación, pues no podía estar cerca de ella y que no pasara nada entre nosotros. Ella había tenido que ir a trabajar, aun que prometio volver a quedarse conmigo esa noche.
Estaba solo en mi apartamento jugando a la play cuando llamaron a la puerta. No esperaba a nadie. Me levanté aún con trabajo y fui poco a poco a abrir la puerta, era Iván .
Desde la noche del combate no habíamos vuelto a vernos ni a hablar, cuando estaba con Ainhoa me olvidaba de todo lo demás.
-¿Que pasa bro, como estás? me tenías preocupado.
-Lo sé , tio, lo siento. Cuando estoy con Ainhoa se me va el tiempo... Pasa anda.
-¡jajaja! ya veo ya. Ahora que no me extraña... es muy buena tía. Por cierto, ¿dónde está?
-Trabajando. creo que tienes muchas cosas que contarme ¿no?.
-No hay nada que contar...
-Se que la salvaste en una discoteca, gracias.
-No fue nada bro, tan solo un capullo que se puso pesado. No deberia de juntarse con Mia...
-Lo sé , pero vive con ella... Estos días ha estado quedándose conmigo, pero sé que lo ha echo por cuidarme. No creo que tarde en volver a su piso de nuevo, la verdad.
-Sabes que tu puedes cambiar eso...
Me quede en silencio. Sabia que tenía razón. Si yo se lo pedía, Ainhoa se vendría a vivir de nuevo conmigo, pero esta vez seria diferente, implicaría admitir que eramos pareja y yo...
Iván me saco de mis pensamientos.
-¿Qué pasa tio? ¿estáis bien no?.
-La verdad es que no hemos hablado nada sobre nosotros. Estos días han sido maravillosos... pero simplemente nos gemos dejado llevar...
-Osea que ya habéis...
-No pienso darte detalles.
-Normalmente no tienes reparos en hacerlo...
-Esta vez es diferente...
-Siempre dices lo mismo de ella, no entiendo entonces porque te empeñas en actuar como siempre...
Iván siempre me daba dónde más me dolía. Me conocía muy bien, demasiado, y es cierto que tenía razón, pero ni yo mismo lo sabía.
-Bueno, ¿vas a decirme como la convenciste para que fuera a verme al combate o no? - dije intentando desviar un poco el tema.
-Nada, simplemente le dije que iba a ir, que si quería acompañarme...
-¿Nada más? no me lo creo... las cosas entre nosotros estaban muy tensas después de nuestra última conversación... La había cagado.
-Y la vas a cagar otra vez si sigues así.
Le tiré un cojín del sofá.
-Tan solo le dije lo que pienso, que la necesitas aún que no quieras admitirlo... y que pensaba que te sentaría bien tenerla alli.
Me quedé pensando en como se habría tomado Ainhoa las palabras de Iván. Sin duda lo que le había dicho era verdad, la necesitaba aún que no quisiera reconocerlo.
-Raúl, tienes que olvidarte de una puta vez de lo que paso con Sofía, no fue tu culpa. Ahora la vida te está dando la oportunidad de estar con alguien que te quiere y se que tú sientes lo mismo aún que lo niegues... Ainhoa es demasiado joven e inocente y se ve que tienes problemas... pero es una tia súper madura para su edad, tiene muy claro lo que quiere y se que estar contigo es una de esas cosas... Si no vas a dar el paso con ella, es mejor que seas sincero de una vez. No se merece que le hagas daño, a ella no...
-Si que os habéis echo amigos vosotros ¿no? - dije pensando en todo lo que me habia dicho.
Tenía razón en todo y lo peor es que me molestaba que Iván la conociera más de lo que la conocía yo. Había dedicado el tiempo que había estado con ella en dejarme llevar por mis impulsos en vez de en tratar de conocerla mejor...
-Raúl, va en serio. Deberías hablar con ella al menos... explicarle que es lo que te pasa... estoy seguro de que lo entendería y seria más fácil... si no vas a perderla.
Quizás había llegado el momento de abrirme con ella. Ella lo había echo en parte conmigo, aún recuerdo como salí corriendo después de besarla por primera vez...
Cogí mi móvil y le mande un mensaje.

¿Donde estas pequeña? te echo de menos... la casa está vacía sin ti.

Pulse enviar.
Me hice un selfie y se lo mandé también. Dejé el móvil y seguí hablando con Iván .

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