Capitulo 1. Ainhoa.

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Caminaba hacia la estación sin saber muy bien hacia donde me dirigia, pero necesitaba escapar de allí, no podia seguir viviendo en esa casa, donde solo habia gritos y peleas a cada minuto. Mi vida era un auntentico desastre y no sabia que iba hacer con ella, solo tenia clara una cosa, queria cambiar... no queria seguir así, no podia seguir asi. Tan solo queria una vida normal, una familia normal... Por su culpa, mi vida era un desastre, habia dejado de estudiar y no conocia el amor propio. Me odiaba a mi misma sobre todas las cosas, la odia a ella por lo que me habia echo.
Con esos pensamientos entre en la estación de autobuses, me dirigí a donde se sacaban los billetes y compre el del primer autobus que saliera de alli, no me importaba el destino. Tan solo llevaba una maleta y mi bolso, habia cogido toda la ropa que me habia cabido en ella, mis libros preferidos y el que me estaba leyendo en aquel momento, saque todos mis ahorros de donde los tenia guardados, no eran muchos, pero me daria para empezar de nuevo en otro lugar, hasta que encontrase trabajo de algo, me las apañaria. Siempre lo habia echo. Aún quedaban un par de horas para que saliera mi autobus asi que me dririgí hacia la cafeteria, no tenia apetito a pesar de que no habia comido nada en todo el día, asi que compre una botella de agua y me puse a buscar el andén número catorce. Agradecí que corriera un poco de aire allí, hacia un calor infernal, estabamos a mediados de junio y el calor había llegado para quedarse en Sevilla. Me sente en un banco de piedra sin respaldo que habia en el andén, mire mi móvil, tenia un whatsapp de mi hermano Victor.
"Enana, donde estás? me acabo de enterar de lo que ha pasado..."
le conteste con un mensaje rápido, no tenia ganas de hablar en ese momento y menos con el, sabia que seria capaz de quedarme si el me lo pedia, a Victor nunca podia negarle nada.
"Estoy bien nano, no te precopues, me voy de aquí, sabes que no aguanto más, cuando llegue te aviso, te quiero".
su respuesta no tardo en llegar.
"Estas loca, pero te quiero, avisame en cuento llegues y dime donde estás, me dejas preocupado, sabes que aqui me tienes para lo que necesites".
Mi hermano Victor... sin él mi vida habria sido mucho peor, era lo unico bueno de mi familia. Victor era tres años mayor que yo, pero siempre habiamos sido inseparables. Para mi era un ejemplo a seguir, siempre habia sido un currante y super independiente. Era muy reservado, pero a mi siempre me lo contaba todo. Lo adoraba.
En ese momento me llego otro mensaje que interrumpio mis pensamientos, era de Rebeca. Joder, Rebeca, me habia ido sin despedirme...
"Nena, que haces esta tarde, no vemos?"
A ver como le contaba yo esto... respondi lo mejor que pude en ese momento
"Tia, me voy de aquí, no puedo más, la he tenido en casa y me largo. te prometo que te contare todo en cuanto pueda, no te preocupes, vale? estoy bien, te quiero"
Su respuesta tampoco tardo en llegar.
"Ay, coco...te abrazo fuerte, llamame en cuento puedas, te quiero".
Me hizo sonreir, ella y su mania de llamarme coco. Rebeca era super alta, y mas si la comparabamos conmigo, que no llego al metro sesenta. La iba a echar tanto de menos...

Meti el móvil en el bolso, saque mi libro y me puse a leer a ver si conseguia desconectar y que el tiempo pasara mas rápido, aun quedaba un buen rato para que saliera mi autobus.
Estaba concentrada leyendo mi libro, cuando algo, o mejor dicho alguien me interrumpio. - Perdona, dijo, ¿estas esperando el bus direccion Tarifa?.
Levante la vista del libro y mire hacia donde provenia la voz, no esperaba encontrarme con un chico alto, moreno,de ojos verdes, barba de tres dias y tremendamente guapo. Vestia unos vaqueros desgastados, una camiseta negra que resaltaba el verde de sus ojos y una convers, tenia el pelo negro despeinado y cargaba con una mochila al hombro. Confusa por semejante imagen delante de mi respondi:
- mmm, si. ¿por?.
- ¿Sabes a que hora llega?
- A las 9, aun queda una hora
- Genial, gracias, yo tambien voy hacia alli, ¿viajas sola?
Dude unos segundos antes de contestar, siempre habia sido muy desconfiada con los hombres, y mas con mi pasado, pero habia algo en él, en esos ojos verdes que me miraban atentos que conteste:
-Si.
- Yo tambien, vivo alli, pero vengo de vez en cuando a ver a mi familia. Por cierto, soy Raúl, encantado, dijo, tendiendome la mano.
Se la estreche algo deshubicada y entonces me sobresalto la electricidad que recorrio mi cuerpo al contacto con su mano. Él parecio notarlo y sonrio, mostrando una dentadura perfecta. Dios, ese chico era increiblemente guapo.
-¿te importa si nos sentamos juntos? odio viajar solo.
Asenti con la cabeza, no me impotaba en absoluto, es mas, lo agradecia. Me sentia extraña, nunca habria confiando en un chico en estas circunstacias, pero Raúl tenia algo que me hacia confiar en él. La verdad es que no entendia que hacia un chico como él hablando con una chica como yo.
-Aún no me has dicho tu nombre, dijo, sacandome de mis pensamientos y haciendome volver. -Ainhoa dije, y comenzamos hablar.

Un viaje inesperado. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora