Prólogo

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Que linda es la vida...
Un día naces, al otro creces... Solo tienes recuerdos desde que tenias más o menos 6 años. Vives sin preocupaciones, solo piensas en jugar,comer y dormir. Jugar comer y dormir.
Pasan los años, ya estás en la escuela. Tienes amigos, una profesora buena y amable. Que fácil es estar en la escuela.
Nuevamente pasan los años. Ahora estás en el colegio,sin amigos, enfocándote en tus estudios, dejando a lado a los demás que parecen no tener cerebro.
¡Wow! Lograste ingresar a una de las mejores universidades,¡que alegría! Al fin podrás cumplir tus sueños de ser la persona más millonaria e importante en tu país.
Tira ese sueño por la ventana.
A duras penas y puedes con la mitad de los grandes trabajos que llegan a montones en cada clase.

Tan cansado, hambriento y con la idea de saltarse algunas horas de clase rondaban en la mente de Raptor.
Estaban en el receso y eso significaba que era momento de despejar la mente, comer, jugar o completar algunas tareas que no hiciste por pereza.
Era una buena idea comer y ver cualquier cosa entretenida que aparezca en su celular.

Pero había un pequeño problema. La comida nunca fue agradable en la universidad que estudiaba, ahora lo es más. Esta vez era su aspecto y su olor a podrido, no entiende como es que aún así los demás jóvenes ya casi adultos comen como si nada malo contuviera.

¿Cómo puede ser llamada la mejor universidad si la comida tiene tan mal aspecto que los baños?

Se negó a comer y decidió pasar hambre en aquella prisión para jóvenes universitarios.

–¿Sabes que tienes que comer primero, no?– De la nada aparecieron dos chicos,llamados "amigos". Los cuales ya eran pareja.

–Ah, eran ustedes...

Los dos se sentaron junto a él y dejaron sus bandejas a un lado para luego prestar atención al comportamiento raro de Raptor en el receso.

–¿Pasa algo malo? – Preguntó Sparta.

–Si. Todos lo días, en los recesos, siempre con esa actitud tan negativa...¿No te gusta que te vean comiendo?–Intento animarlo,pero parece que al reptil no le gusto para nada la broma.

–No es eso, me encanta comer pero-

–!Oh! No te gustan las verduras y mejor prefieres la carne.– Interrumpió Sparta.

–¡No es nada de eso! La cosa es que, ¿no han notado algo raro en la comida?

Los dos pusieron mirada atenta a sus platos, buscando alguna imperfección. Para Musik, esto le pareció absurdo.

–No hay nada de malo. ¿Tú qué ves Sparta?

El ya nombrado tenía la cara asqueada, tenía hambre, sostenía en sus dedos en forma de pinzas a una pequeña larva retorciéndose para zafarse de su agarre.

Antes de poder decir algo, a lo lejos se escucharon arcadas y al darse la vuelta un montón de personas rodeando una mesa. ¿Que tan interesante está la situación en ese lugar?

Un chico de su clase era el centro de atención. Pero en vez de causar buena impresión, lo único que causó era preocupación.

–¡Buagh!– Todo el alimento que había consumido más un líquido había sido expulsado brutalmente contra el suelo limpio.

<<Virus>> ~SPARTOR~ [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora