<<Virus>> ~SPARTOR~ [TERMINADA]

Capítulo. 18

Otro día más de vida.

3 : 25. AM

Aún a oscuras, dentro de un típico auto militar con carpa, todos en silencio siendo vigilados por los policías y uno que otro militar a su lado.

A pesar de seguir durmiendo, se podía sentir las miradas clavadas en ellos, el frío de la mañana los obligaba a acurrucarse entre ellos para obtener un poco de calor.

Raptor y Musik, los únicos alfas, eran solo los dos despiertos del grupo de amigos.

Cache en los brazos de Raptor, Musik envuelto en la cola del reptil por petición suya.

El pelirrojo aún podía sentir el gran temblor del otro cuerpo del menor, a pesar de haber traído sábanas y estar envuelto en su cola no lograba calentarse.

–¿Aún tienes frío?–. Era bastante obvio que si, pero quería molestar al otro alfa.

–¿N-no lo n-notas? –. El temblor de sus huesos no lo dejaba hablar bien. –. D-deja de moles-tarme.–. Se cubrió más con la cola y sábanas.–. ¿Y t-tu qué? Solo estás con tu polera.

–No te mentiré, también tengo frío, pero me esmero más en mantener este pequeño cuerpecito caliente.–. Dijo refiriéndose a su hermana.

–E-entonces, supongo que t-tal vez puedas darme calor.–. Decidido, abrazó uno de los brazos del pelirrojo.

...

6 : 10. AM
Sintió un golpe suave en su nuca, esto hizo que sus ojos se abran de golpe. ¿Cuándo volvió a dormir?

Los militares no estaban en el auto.

Asustado revisó sus brazos y aún seguía su hermana dormida. Miró a su alrededor y ahí estaban sus amigos, los cuales, también se despertaron por tal golpe igualmente en sus cabezas.

Notó que Musik aún seguía despierto y abrazando su brazo más fuerte.

–Tengo un mal presentimiento, Raptor.

–¿Qué pasó?

–No lo sé, el auto frenó de golpe.– Seguía temblando, pero esta vez era de frío. –Todos bajaron por un sonido extraño.

–. Ve a revisar. –. Ordenó el de polera roja.

– ¿Por qué no vas tú?

Raptor enseñó sus brazos ocupados y su cola envuelta en el. No tuvo otra opción.

Por una pequeña abreviatura en la carpa se asomó y empezó a observar todo detalladamente.

La neblina aún seguía en el pavimento. Estaban en medio de la carretera a una poca luz del día. Al no ver a nadie o algunas de esas cosas, volvió con los demás.

–No hay nada, no veo a nadie cerca de este lugar.

Todos empezaron a preocuparse, especialmente el alfa mayor.

¿Qué harían ahora?

Se supone que iban a llegar "seguros" a ese lugar desconocido.

Después de unos minutos en silencio, los pasos presurosos de un montón de personas se empezaron a escuchar cada vez más cerca.

Desde afuera abrieron la carpa y se dio a ver una silueta ya conocida.

–¡Flex! – Dijo aliviado el reptil.

–. Hola a todos... –. Con dificultad, logró subir con ellos. –¿Se encuentran bien?

Asintieron rápido.