Capítulo. 32

155 21 2
                                    

Solo unos minutos les había costado entrar al laboratorio sin problema alguno.

En ningún sector se llegaron a encontrar a ningún guardia vigilando.

Esto se les hizo muy raro, así que decidieron contactar con Mayo para poder ubicarlos.

–No los veo por ninguna zona....–. Mediante computadoras buscó por todas partes a algún individuo deambulando por ahí.

Después de unos minutos estar buscando y buscando, pudo ubicar a uno de los guardias salir del baño y corriendo emocionado hacia el almacén. Detrás de este habían más, igualmente desesperados por entrar a tal lugar.

–Ya los encontré; se dirigen hacia el almacén, creo que tenemos tiempo para liberar a unos cuantos híbridos.–. Apago la radio y siguió vigilando.

–Tenemos poco tiempo, primero buscaremos el almacén, cubriremos la entrada y luego iremos hacia las jaulas, ¿alguna otra idea?–. Pregunto Víctor.

Todos negaron con la cabeza, poniendo en marcha el plan.

En el camino iban encontrando sillas y macetas grandes, no dudaron en llevárselos.

Antes de doblar la esquina del pasillo, unas voces se escucharon al fondo, deteniéndose antes de ser vistos.

–Yo digo que la dona con chispas es más crujiente, además de que siempre lleva chocolate.

–Siempre es la misma, una dona muy común que tiene un precio muy alto.

–¿Te has preguntado quién fue la primera persona en crear una dona?

–No.

La conversación era larga, aburrida y simple.

–Me parece que son sólo dos guardias...–. Supuso un beta.

–Bueno...¿quien va primero?–. Preguntó Ram.

No dudaron en negarse rotundamente, a excepción de Cache, quien alzaba la mano para ser escogida mientras era ignorada.

–¡Yo, yo, yo!–. Brincaba para que su mano sea vista por los más grandes.–¡Yo quiero, yo quiero!

–No, Cache. No puedo arriesgar tu vida.–. Dijo Sparta.

–¡Soy la más rápida! ¡Nadie quiere ir, además de mi!–. Intentó convencerlo.

–Vamos, Sparta.... Dejemos que la nena pruebe sus habilidades.–. Musik, confiaba mucho en que la menor pudiera llegar a salvo.

Los además apoyaron la idea del alfa menor, haciendo que al omega no le quede de otra más que aceptar.

–Solo llamaras la atención, los traes hasta nosotros y les damos su coscorrón. ¿Me entendiste?–. Indicó el castaño.

–¡Si, no te decepcionaré!–. Se asomó por la pared, y comenzó a planear un método para burlar a los guardias.

Cerca de ella había una pequeña mesa, en donde estaban varias macetas pequeñas. No lo dudo y tiro una al suelo, llamando la atención de los charlatanes.

–¿Oye oíste eso?

–No, es que soy ciego...

–¡No es momento para tus bromas!–. Salió de su puesto y se acercó poco a poco hacia la trampa.

–Espera, voy contigo.

Asomaron sus cabezas lentamente, encontrándose con varios betas, omegas, y dos alfas.

–¡La curiosidad mató al gato!–. Gritó Víctor, y junto con Musik les tiraron las macetas en la cabeza de ambos.

–¿Dónde los dejamos? Puede que vallan de soplones.–. Dijo Sparta.

<<Virus>> ~SPARTOR~ [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora