Nuevamente, el canto de los pájaros empezó a sonar, dando a entender que ya era otro nuevo día.
Raptor por fin había conseguido el sueño y no pensaba en levantarse, pues la pereza lo invadió por completo y aunque tenía algo de hambre, dejaría que Musik haga algo de comer para los dos por lo menos.
Por otro lado, Musik tampoco quería salir de las sábanas por dos razones; primeramente, porque aprovechó que el alfa estaba dormido y se desveló hasta la madrugada y segundo, no quería hacer el desayuno aunque sus tripas estuvieran retorciéndose por el hambre.
Además no podía moverse por el gran peso de una cola sobre sus caderas, si lo hacía, el otro ya sabrá que está despierto.
Lo mismo pensaba el reptil, sabía que su cola estaba en un lugar menos deseado e incómodo, pero si se movía el menor ya sabrá que estaba despierto.
Después de unos minutos, el olor a tocino invadió las fosas nasales de los dos alfas, provocando así que el hambre aumente.
Desgraciadamente, las ganas de ir al baño lo estaban matando, más el peso de una cola que pesa unos cuantos kilos aplastando su estómago. No lo pudo soportar y fingió despertarse, para luego ir al baño.
Se dió la vuelta para ver si el otro ya se había despertado, y si lo estaba, la mirada del híbrido clavada en la suya.
–Buenos días. – Saludó Raptor para luego darle la espalda y acurrucarse más en las sábanas.
Musik no respondió al saludo, ignorándolo y yendo al baño para atender un asunto importantísimo.
Pasados unos minutos, volvió a la cama y al ver qué Raptor no se encontraba ahí se puso a buscarlo por todas partes. No es que se haya preocupado por el, le preocupaba más la puerta, ya que era un híbrido, tenía más fuerza y posibilidades de poder romperla y correr con su ex amado.
Escuchó el sonido de una tostadora, más el olor a pan caliente por la mañana. Supuso que estaba en la cocina y allí lo encontró, sentado, con su vaso de jugo de naranja y un pequeño sándwich. Vaya, que saludable.
–Te guarde tu parte en la cocina, de nada.– Le dio un mordisco a su pan.
–Gracias. – Los móndales ante todo.
Así como dijo Raptor, otro sándwich y un poco de jugo de naranja ya lo estaban esperando. Se sirvió el jugo y regresó al comedor con su comida.
Se sentó tranquilamente y luego le dió una mordida a su pan. Con su mirada buscó algo para entretenerse. Mientras hacía esto, se topó con la mirada del otro, tan fijo, tan intimidante.
Tragó grueso y se negó a ser intimidado por otro alfa. Pero los nervios le dieron un pequeño ataque de pánico al saber que el otro no dejaba de mirarlo.
–Por un demonio, ¿porqué me ves así? – Intentó mantener su mirada como la del reptil, sin dejar de seguir comiendo.
–No nada, ¿que tiene de malo verte a cada rato?– Sabía lo que hacía, le encantaba ver al menor nervioso.
–Es algo incómodo, ¿acaso no sabes qué tan penetrante es tu mirada con diferentes pupilas? Déjame comer en paz.
El híbrido sonrió victorioso al saber que logró cumplir con su cometido.
–¿Crees que mi mirada es penetrante...? Mmmh... – Cuantas cosas podría hacer con su mirada de diferente pupila.
Varios golpes fuertes en la puerta puso en alerta a estos dos. Raptor se tragó todo el pan entero y Musik seguía con su comida en mano, corrieron hasta el lugar donde provenían los sonidos.
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<<Virus>> ~SPARTOR~ [TERMINADA]
Science FictionUn virus muy peligroso azota a casi todo el país donde solo los insectos o gusanos pequeños traen consigo enfermedades mortales. La mayoría se encuentran en las granjas, en los cultivos, etc. Aquellos que los consuman por error o mala higiene se ver...