<<Virus>> ~SPARTOR~ [TERMINADA]

Capítulo. 12

En la mesa del comedor se encontraban desayunando todos los chicos, excepto Sparta.

Musik notó la ausencia de su ex novio, lo buscó con la mirada y aún así no lograba ubicarlo. Solo podía sentir su mas o menos fuerte olor a lavanda impregnar toda la casa. Llegando a sentirse inquieto y con una desesperación incontrolable.

–¿Dónde está Sparta?–Sin disimular empezó a buscar más insistentemente. – ¿Y dónde está Raptor?– Se le hizo extraño no ver al alfa con los otros.

–Tenemos unos problemas qué evitar, terminarás de comer y ya luego veremos que hacemos contigo.– Tenía que cumplir con las órdenes del dueño de la casa.

...

Alexy comenzó a recoger los platos y se los llevó al lavadero. Luego regresó con las manos detrás de su espalda.

Los demás se acercaron más "disimuladamente" a Musik.

–¿Qué les pasa? ¿Que van a hacer conmigo?– Los nervios llegaron al instante.

–Lo siento, Musik, pero son órdenes de Raptor.– Tomaron desprevenido al alfa y lo ataron con una soga.

–¿¡Cómo que órdenes!? ¿¡Sparta está en celo y lo dejarán con el, verdad!?

Lo cargaron y se lo llevaron al sótano, donde ya estaba un lugar preparado para él. Luego intentaron dejarlo suavemente en el piso, pero sus movimientos bruscos les obligaron a tirarlo.

Antes de que este pudiese salir, le cerraron la puerta en su cara, aumentando más su ira.

–¿¡Cómo es que ese reptil rastrero pueda estar con Sparta y yo no!? ¿¡Lo ayudarán a que se lo coja el solo!?– Con dificultad se levantó con sus piernas y pateó la puerta repetidas veces sin conseguir romperla.– ¡Cuando esto acabe, le partiré la cara a ese animal mal nacido!

–¿¡Podrías callarte!?– Raptor se desesperó con los gritos desesperados de aquel lunático.

Las luces se prendieron, dejándolo confundido.

El alfa menor se dió la vuelta y pudo ver al híbrido, también estaba atado.

–¡Cálmate ya hombre! ¡Mis tímpanos me duelen y casi que te tiro un golpe!– Lo pensaba hacer en el momento adecuado.

–¿Y como lo harías? Los dos estamos bien atados, genio.–Habló ariscamente.

Raptor gruñó amenazante, logrando así que el otro se calme un poco. Ladeando su cola como advertencia.

–Está bien, macho alfa. ¿Cómo viviremos aquí con las manos atadas?

–No te preocupes, me encargué de hacer de este mugroso lugar un lindo cuarto listo para dos alfas. Tenemos la suficiente comida necesaria para poder sobrevivir hasta que a Sparta se le pase las ganas de coger.— Con las espinas de su cola, logró cortar la soga. Se dirigió a una mesa del lugar donde ya estaba un cuchillo listo para cortar.

Con aquel utensilio, rompió la soga que mantenía preso a Musik.

–Los chicos se encargarán de asegurar la puerta para que no podamos salir.

El alfa menor empezó a inspeccionar el lugar donde vivirían por una semana, pudo ver una cama de dos plazas, un baño y una pequeña cocina. Parecía más bien un pequeño departamento.

–Desgraciadamente, las mantas las están usando los chicos y no hay más colchones. Tendremos que dividirnos una parte.— Como no tenían nada que hacer, se acostó en la cama, y le dió la espalda al menor.

–Me impresionas Raptor, ¿hay algo aquí para entretenernos?– En un pequeño armario habían varias cajas ocupadas.– ¿Qué hay aquí?

El mayor se dió la vuelta al darse cuenta de que el chico estaba husmeando por el lugar.