<<Virus>> ~SPARTOR~ [TERMINADA]

Capítulo. 20

8:50 PM.

Raptor convenció a los doctores de poder volver a conducir su auto, a cambio de que el híbrido gato pueda descansar, pero con la condición de que sus amigos estén con el. Obviamente aceptaron.

Conduciendo, siguiendo al auto militar, mientras escuchaba los ronquidos de sus amigos, quienes ahora podían dormir más tranquilos y cómodos.

En el asiento del copiloto se encontraba un Sparta intentando no caer en el sueño.

–Puedes dormir si quieres.– A pesar de no mirarlo directamente, sabía que era algo aburrido manejar en la noche para el omega.

–¿Qué? No, no, yo quiero estar despierto contigo.

–¿Cuál es la razón?

– No lo sé, tal vez pase algo interesante en el camino mientras estoy dormido. –. Los ojos le pesaban, igualmente su cabeza.

Después de unos minutos, el silencio volvió y esta vez, Sparta se quedó dormido.

Mayo le había prestado una radio Motorola para poder comunicarse entre ellos y estar al pendiente de la situación.

–Mayo a Raptor, o quien sea que esté despierto, ¿me copian?– De la radio salió su voz.

El alfa tomó el aparato.

–Raptor a Mayo, te copio.

–Nuestro conductor está algo agotado, vamos a detenernos en un lugar seguro para pasar la noche. Además, ya es hora de tomar un descanso. Cambio y fuera.– Terminó de informar y dejó la radio.

Después de unos minutos, el auto frente suyo comenzó a desacelerar y a estacionarse a un lado del camino. Como ya nadie estaría pasando por la carretera, decidió estacionarse a su lado.

El omega tenía la boca abierta mientras dormía, haciendo que sus ronquidos sean más fuertes.

–Sparta...– Movió de un lado a otro para poder despertarlo.

–¿Mmmh?– Aún dormido contestó.

–¿No quieres comer algo? Nos estacionamos un momento para descansar y poder cenar algo, ¿vienes?

En un santiamén, el menor estaba completamente despierto y con el hambre al tope.

–¿Qué estamos esperando? ¡Vamos a comer!– Abrió la puerta del carro e intentó salir, sin o fuera por una gran mano que sostuvo la suya para detenerlo.

–Tenemos que despertar a los demás.–. Lo soltó de inmediato.

Con desdén, intentó levantar a los demás, si no fuera por su gran pereza.

...

01: 30 AM.

Esta vez todos dormían tranquilamente acurrucados entre ellos.

Por el parabrisas observaba las estrellas que decoraban el cielo oscuro.

–¿Estás despierto?–. De la nada, preguntó el menor.

–No.

–Me alegra. ¿Sabes? La verdad no sé si quiera ir a ese lugar seguro que nos prometieron.– Ya había dormido lo suficiente como para volver a hacerlo.

– ¿A que te refieres? Deberías estar aliviado por tener una oportunidad de poder sobrevivir.

Unos minutos de silencio.

–¿Sigues despierto? – Preguntó nuevamente.

–Si....¿Qué quieres?

–¿Qué sería lo primero que harías al llegar al lugar seguro?