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Tuvimos una parada en un servicentro que estaba por la carretera, al subirnos, con Matías veníamos compartiendo lo que compramos mientras hablábamos temas variados.

—¿Te imaginás que mañana hay un Apocalipsis zombie?.— Suelta de la nada comiendo unas gomitas. Yo solo me dedico a reír de la pregunta. —No te rias boba.— Me pega un leve empujón en el hombro mientras este trata de no reírse. —Yo opino que Agus es el primero en  morir, no es por nada.

—¿Como dices eso Matías?. No tiene sentido.— digo riéndome de ello me de nuevo.— ¿Que película viste ayer acaso?.

—Y.. puede que me haya visto una como puede que no, ¿Sabés?.

— Eri un chamuyero total Matías Recalt.

—¿Disculpa, como me llamaste?.— Pregunta acercándose a mi cara. Yo me acerco más a este para responder.

—Cha-mu-ye-ro. Con todas sus palabras.— Digo lentamente viendo como por un momento sus ojos se escapan hacia mis labios. Yo relamo estos solo para ver que le sucede a él ante esto. Cada vez está más nervioso, puedo llegara ver como mueve su pierna de arriba y abajo rápidamente. —¿Que pasa Mati?. Te comió la lengua el gato parece, bobo. ¿Te da miedo seguir hablando acaso?. — Digo desafiándolo.

—¿Que decís flaca?. Vos lo que menos me das es miedo, boba. — Estábamos a unos centímetros muy peligrosos, al punto de que podía sentir su respiración en mi cara.

—Si, obvio Mati.

—¿Y a vos quien te dio permiso para decirme Mati?. —Pregunta con sarcasmo. Mientras toca con su indice mi nariz en forma de molestarme.

Yo tan solo me dedique a obsérvarlo por un momento. Su cabello ligeramente desordenado que de igual manera le quedaba hermoso así, o sea, bien, le quedaba bien.

Sus cejas perfectamente hechas, sus ojos con ese toque de cansancio, que de todas formas se podía admirar ese pequeño brillo que se le formaba. Su nariz perfectamente bonita. Su mandíbula como se marcaba por lo tenso que estaba, eso me mataba. Y por ultimo, sus labios, la parte que más me estaba llamando la atención desde hace rato.

— ¿Que tanto mirá boludita? ¿Eh?. Si sé que estoy guapo, gracias por notarlo, me sonrojo Alicia.— Confiesa mientras se tapa con una mano la cara para echarse a reír un buen rato.

—Claro, claro.— Digo rodando los ojos. —Yo no sé como te voy a soportar cuatro meses eh.— Digo en modo a broma. Mientras me cubro con las manos mi cara en modo de negación.

—Bue lo decís como si fuera una tortura nena, es lo mejor de tu vida estar acompañada por mi Alicia, ya vas a ver.






Al despertarme siento un peso a mi lado, abro mis ojos y veo a Matías adormecido plácidamente en mi hombro. Pensé en despertarlo pero se veía cómodo así que decido en volver a dormir, ya que todavía faltaba viaje.

En un abrir y cerrar de ojos, siento como Cristina nos despierta.

—¡Ya llegamos par de tórtolos!, abajo. — Nos grita a nuestro lado haciendo que nos exaltemos.

Nos bajamos todos del bus con nuestras respectivas cosas, que estaba en otro bus aparte. La directora nos indica nuestras habitaciones, que a decir verdad eran, muy grandes, muy espaciosas. Cumplían con lo necesario para todas las necesidades. Cada uno tenía su habitación obviamente. Había una habitación que tenía un baño solamente, y obvio yo me la quedé. Cago el hueon nomás.

Tenia que acomodar mis cosas pero debía seguir aprendiéndome el guión, ya que estaríamos grabando en un par de horas más, el reloj de mi celular marcaba las ocho de la noche. Y tenias que ir al set a las diez así que me puse las pilas.






—Matías, ¡Apurate gil!.— Le grito a este niño que estaba en el baño todavía, y ya estábamos un poco atrasados pero llegábamos igual.

—Que me tratas de gil, nena. Si estoy listo. — Dice llegando a mi lado, y me llega ese típico olor a perfume de hombre.

—Finalmente loco, tanto va demora', Dios.

—Si ya estoy Alicia, no tenías que extrañarme tanto. —Dice subiéndonos al ascensor.

—Hoy empezamos con más escenas, te quiero bien despierto niño eh.

—¿Que me decís niño flaca? Que yo sepa soy mayor que tú.

—¿Como sabes que soy menor que tu?.

—No sabía, lo acabo de confirmar.

Que hijo de puta.




—¿Alguna vez te dijeron lo hermosa que te ves enojada Agustina?. — Se acerca Raimundo peligrosamente a mi cara mientas me toma por las caderas, empujándome hacia él.

—No podemos hacer esto Rai. —Digo con la respiración agitada. —No está bien.

—No podés ser así, dime ¿Quien te vendría a buscar después de tu trabajo?. Yo Agustina, yo.— Dice mientras me toma con sus manos mis mejillas haciéndoles cariño.

¡Corten!.

—Muy bien chicos, diez de diez. Para mañana necesito que vengan preparados. ¿Ok?, que descansen, ¡nos vemos!.

Al terminar nos acercamos a donde estaban María y Lucas. La primera mencionada recibe primero a Matías y empieza a desmaquillarlo. Escucho como ella le quería sacar tema de conversación pero Matías solo respondía a sus preguntas cortantemente.

Por mi lado estaba hablando con Lucas mientras me sacaba la ropa que llevaba puesta. Debajo de ella obviamente tenia mi ropa interior que me cambie en un vestidor aparte.

—Che Alicia, si te demorás más, más nos demoramos en irnos bonita.— Dice Lucas afuera del vestidor. Una vez que María termina, se acerca rápidamente a este lugar. —Mati tu puedes cambiarte en el vestidor de el lado.

Una vez ya listos, con mi roomie nos dirijamos a nuestro departamento, me rio en mi mente al pensar en decir "nuestro departamento" con Matías.

—Alicia, yo iré al departamento en un rato más, nos vemos. —Dice alejándose en dirección contraria al depto. Yo tan solo respondo que "Esta bien", quede ahí perpleja ante lo dicho. Pero ¿Que más podía hacer?, solo llegue al departamento a alimentar a Mimi.

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NO SE OLVIDEN DE VOTAR!!!💓

Solo tú y yo. || Matías Recalt (PAUSADA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora