Solo tú y yo. || Matías Recalt (PAUSADA TEMPORALMENTE)

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ALICIA

Este se cree que yo soy tonta para no saber que esta tratando de hacer, si quiere jugar, yo también le voy a seguir el juego. Por más infantil que suene. Un torbellino de emociones me recorrían desde pies a cabeza de tan solo pensar en la escena, no podría concentrarme bien el en set a decir verdad, algún lado positivo tiene esto, supongo.

—Agustina, se pone media coqueta en esta parte, ¿No?.— pregunta Matías con total inocencia.

—Lamentablemente si. Déjate de hablar que perdemos tiempo. Tu te tienes que quedar ahí sentado. —Casualmente la escena pasaba en un sillón así que el estaba más que bien.

—Apa, bueno, dale vení,— Dice golpeando suave dos veces su regazo. —Nos tiene que salir bien Alicia, no me mirés así. Ah pero si no querés, está bien, de verdad, no te sientas obligada.

—Na tranqui, si se lo que es actuar nene. —Le guiño un ojo, él solo ríe ante lo dicho.— Dale entonces Agustina se sienta encima de Rai y esta le empieza a cuchichear cosas, mientras tu me pones las manos en el culo, esta mina se re calienta ante el roce y se chapan. Listo. —Dije rápidamente, Matías pareció entender todo así que solo asintió.

—Dale, empecemos. —Se acomoda en el sillón tomando su guión para aprendérselo más fácil. —Que hija de puta que es Agustina. No es mi culpa estar borracho.— Dice arrastrando las ultimas palabras tratando de imitar a un borracho exageradamente.

—Dale aweonao' se serio.— Digo al frente de el.

Nos quedamos mirando por unos segundos sin decir nada. Sentía como nuestros ojos se hablaban entre si pero no decíamos nada, la calidez con la que me acogía me hacia quedar tiesa, no me podía mover literalmente. Matías toma mis manos y me acerca a él lentamente. Me transmite seguridad a través de sus ojos de alguna manera. Estaba insegura de hacer esto pero había una parte de mi que lo deseaba.

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—Dale weon, como quinta vez y todavía no te lo aprendes.— Digo sentada encima de él con mis piernas a cada lado, apoyando mi cabeza en su hombro ya cansada de lo mismo, pasando mis brazos detrás de sus hombros para volver a leer el guión. Le pegue en el hombre haciendo que se mueva todo por el golpe.

—Ay boluda que me duele.— Se soba el lugar donde le pegue. Haciendo que me vuelva a quedar derecha.

—Yapo. Que se nos va a hacer tarde.— Digo moviéndome en el lugar ya que estaba incómodamente mal sentada.

—Dejá de moverte Alicia.— Dice mientras posiciona sus manos en mi cintura fuertemente para hacerme quedar quieta.

—Upa, ¿Que pasa Mati?.— Dije mirándolo mientras me movía a propósito de nuevo. Su mandíbula parecía tensarse y sus manos me seguían tratando de apretar para que me pudiera quedar quieta.

—Dale pajera, no podés ser así. —Dice lo ultimo susurrando, mientras lazaba una bocanada de aire como suspiro. Lanzo su cabeza atras con los ojos cerrados.

—¿Ah no?.— Digo agarrando su cara para acercarme a ella para quedar a tan solo centímetros de ella. Me quede mirándolo un segundo.

Mirarlo por unos pequeños segundos se había vuelta algo diario estos días. Veo como este se queda mirándome también, mejor dicho, se queda mirando mis labios por varios segundos, donde peligrosamente nos acercábamos buscando los labios del otro. 

—Esto no es parte del guión.— Digo como puedo con la respiración como loca.

— Y a mi que me importa ahora el guión. Miráme Alicia. Olvidate de eso un segundo, por favor.— Sus ojos me suplicaban que lo besara, y sus labios se veían mas besables que nunca.

Este chico me quiere matar.

Sentía mi corazón palpitando como nunca, se podía sentir que había entre nosotros. Matías paso su mano por mi cuello para acercarme mucho más mientras su otra mano seguía en mi cintura haciendo leves cariños en ella.

—Cualquier cosa, todo esto es parte de la filmación, ¿Entendi-

Matías no me dio más tiempo y estampo nuestros labios en un tierno y desesperado beso que ambos necesitábamos, sentía millones de emociones y sensaciones alrededor de mi cuerpo. En como los dos movíamos nuestros labios al mismo ritmo, y así seguimos por un buen rato.

El beso fue tomando intensidad, sentía como Matías bajaba su mano un poco mas abajo de mi cintura a la vez que me acercaba mas tomándome con una mano mi mandíbula. Mientras yo pasaba mis manos por su pelo agarrándolo con desesperación.

En ese instante mi celular empieza a vibrar y hace que nos exaltemos ante el sonido. Salgo de encima de él y tomo este celular y veo quien me llama.

Era Cristina.

Mierda, se nos había pasado el tiempo.

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NO PUEDE SER, YA SE BESARON!!!!

Muchas gracias por sus comentarios, me alegran un montón <3

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