Al día siguiente, Axel y yo estábamos en el salón Z organizando la fiesta. Me giré para coger un par de cosas y seguir decorando las paredes cuando vi como Jiménez estaba mirándome fijamente.
-¿Puedes dejar de mirarme? -Le pregunté volviendo a girarme para seguir con el trabajo.
-Si pudiera no lo estaría haciendo.
-Ja ja muy gracioso.
-Antes te gustaba que te dijera cosas así.
-Antes las cosas eran diferentes.
-Venga ya princesa...
Le interrumpí antes de que terminase de hablar. -Como me vuelvas a llamar princesa te tragas el cuento.
-¿Qué tengo que hacer para que confíes en mí?
-No hay nada que hacer.
Él negó con la cabeza y se acercó a mí. -Sara por favor. No puedo aguantar más que no seas capaz ni de hablar las cosas conmigo.
-Te he dado varias oportunidades de explicarte y en todas ellas estaba Díaz poniéndote las manos encima y tú siguiéndole el juego.
-Yo nunca le he seguido nada y no era cosa mía que Yelena estuviera allí. Yo solo quería y quiero hablar contigo a solas para explicarte las cosas.
-Me da igual Axel, lo pasado pasado está y no va a cambiar. -Ambos seguimos preparando y decorando el salón.
Tras un rato, nuevamente Axel se me quedó mirando fijamente. -Tienes miedo.
Sonreí de lado. -¿Y miedo de qué si se puede saber?
-A mostrar a la gente que ha pesar de tener el corazón roto por mi culpa me sigues queriendo.
-Axel, yo más que nadie se que estás acostumbrado a que todo te salga como quieras pero eso conmigo ya no va a funcionar. No vas a volver a pintarme como la princesa que está como una puta cabra a la que tienes que estar salvando para que no mate al primero que pille. Soy así porque tu me has obligado a ser una sin corazón.
-No me voy a rendir hasta que aceptes hablar conmigo y explicarte las cosas.
Le miré a los ojos. -Tu solito te has buscado esto. Ahora cierra la boca y terminemos con la puta fiesta de una vez.
Él se acercó un poco más a donde me encontraba. -Te hice una promesa y la he roto, pero ahora voy a darlo todo para poder compensarte.
-Axel ya. Me dejaste por Díaz y no puedes decirme ni hacer esto cuando ya he pasado página y estoy saliendo con otro tío.
Él reaccionó malamente. -Ya con Fernández.
Reaccioné igual de mal que él. -Ya con Díaz. -Los dos nos quedamos en silencio mirándonos desafiantes.
Axel suspiró derrotado. -Sara por favor, no quiero hacernos esto. Te juro que solo necesito cinco minutos para explicarte todo.
-Para. -Le ordené.
Siempre vas a ser la mujer de mi vida Sara. -Comenzó a decirme mientras se acercaba a mí lentamente.
-¡He dicho que pares! -Grité cuando mis ojos se volvieron totalmente negros.
-¿Sara? ¿Qué te está pasando? -Axel se asustó tanto como yo al ver mis ojos negros y como mi piel empezaba a oscurecerse.
Mirándome las manos sabiendo a la perfección lo que estaba pasando, le ordené. -Axel, sal de aquí.
-No. -Se negó en rotundo.
-Axel ahora no es el momento.
-Tus ojos se han puesto negros como el carbón y tu piel se está volviendo oscura. No pienso irme. -Mientras hablaba me fui al espejo del salón para intentar tranquilizarme y dormir al animal.
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Freedom
Ciencia Ficción¿metanimales? ¿asesinos? ¿espías? ¿cebos? ¿dioses? ¿experimentos? ¿amor? ¿amistad? ¿familia? ¿traición? Completamente todo y más en las aventuras de los medievales...