temporada 3// capítulo 13 "Gas de la risa"

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Al día siguiente, entré al comedor para la hora del desayuno cuando vi a los Millenials sentados en una mesa. Me acerqué a ellos y exclamé.

-Hola chicos.

Antes de sentarme, Alicia se giró hacia mí y un poco alterada me dijo. -Sara corre.

Sin tiempo ninguno a reaccionar, Diego llegó enfadado gritando. -¡Aquí estás!

Cerré los ojos apretándolos al escuchar el grito de mi hermano y en voz baja susurre. -Mierda. -Me giré para verlo y con una sonrisa en la cara le saludé. -Hola hermano.

-No te hagas la inocente, ¿con quién te has peleado ahora? Y ni se te ocurra negármelo. Anoche me desperté al sentir una botella romperse en mi cara y tu la tienes llena de heridas de cristales aparte del dolor de oreja que sentí antes de ayer.

Suspiré y me senté al lado de Jake. Diego rápidamente se sentó a mi otro lado. -Solo fue un aquí te pillo aquí te mato.

-Yo diría que fue mas que eso. -Comenzó a hablar Connor. -Sus quejas me despertaron hasta a mí, ¡a mí!

-Puede que Jade y yo nos hayamos peleado con Yelena. -Confesé sin darle nada de importancia.

-¿Es que no te cansas? -Me preguntó Diego derrotado. -¿Por qué ha sido esta vez?

-Estábamos jugando a verdad o reto y como novedad las cosas no salieron bien.

-El día que ese juego salga bien me raparé la cabeza. -Habló Camila antes de beber de su vaso.

-Por lo menos dime que le diste su merecido.

-Alicia no ayudas. -Protestó mi hermano.

Sonreí de costado y miré a Alicia. -Solo diré que de un puñetazo la convertí en Rudolf. -Todos nos reímos excepto Diego.

-Sara aquí. -Me chasqueó los dedos en la cara para que le prestara atención. -No hemos terminado.

Suspiré agotada. -Diego estoy bien, estás bien y Yelena no está bien. Todos felices.

-Nosotros como siempre estamos impresionados por tu excelente trabajo. -Dijo Ian en nombre de él y de su mellizo.

-Y yo estoy esperando a que algún día dejéis de animarla a meterse en problemas. -Respondió mi hermano.

Sonreí. -Diego relájate, hay partido y tienes que estar concentrado ¿vale?

-Enana. -Me llamó Jake.

Lo miré sonriendo. Sabía perfectamente lo que me iba a preguntar. -Tranquilo, Jade está bien. -Justamente vi como entraba al comedor. -¿Por qué no se lo preguntas tu mismo Romeo? -Le hice señas con la cabeza.

Él se dio la vuelta y la vio. -Eres la mejor enana. -Me dio un beso en la mejilla y rápidamente se fue en busca de Jade.

Ian se puso a mi lado al ver a su hermano de irse. -¿A dónde va?

-A ver a su querida Julieta. -Los señalé para que los viera. -Te lo dije Ian, estos dos van a terminar juntos. -Ambos nos miramos sonriendo.

Tras el desayuno, iba andando por el pasillo cuando Jade se puso al lado mía preguntándome. -¿Porqué a mi me sigue doliendo la mejilla y el brazo y a ti ya se te a curado el labio?

Sonreí de lado. -Un remedio casero de la abuela y listo.

-Quiero ese remedio. -Las dos nos reímos.

-¿Que tal con tu Romeo? -Pregunté.

Ella sonrió inocentemente. -¿Has sido tu quién lo ha enviado?

-Más bien ha sido el destino. Me estaba preguntando por ti y has aparecido por la puerta.

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