11. La invitación

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No puedo creer lo que ha hecho mi madre.

¡Con que esta era la sorpresa!

El estómago se me revuelve de la ira por su culpa y ni siquiera asoma la cara como para darme oportunidad a que le recrimine todo esto con el ceño fruncido. ¡Voy a explotar en cualquier momento sin importar que haya clientes aquí!

—¿Elizabeth? —me habla Oliver de nuevo al verme paralizada todavía en la puerta del tocador.

—Sí. Digo, hola... Qué sorpresa verte por aquí —le contesto con un intento de mueca amigable que seguro parece todo lo opuesto.

—Oh, sí. Aunque creía que ya lo sabías. Es decir, tú me invitaste...

—¡Eso no es cierto! —le niego, pero me percato de que estoy gritando y me tapo la boca con mi mano por vergüenza.

—Oh, es que tu mamá me llamó, Elle —me confirma, y empiezo a morder y a arrastrar mis dientes con bronca.

—Ahora entiendo.

—Creí que hablaba de tu parte.

—Sí, sí. Claro. —Quiero disimular mi estado, hasta que por fin me sale una sonrisa.

—Bueno, siéntate. El día está lindo, Elle, ¿no lo crees? Además, escucha: está sonando "Wonderwall". ¡Amo ese tema! Hace un instante sonaba un tema de Muse...

Y dejo de oírlo.

Mamá por fin se ha encontrado con mi mirada, así que creo que ya se ha enterado de todo porque soy demasiado expresiva con mis ojos, que hablan más que mi propia boca.

Estoy cansada, demasiado estresada porque hace poco volví de la preparatoria, también despeinada y para nada dispuesta a tener que estar escuchando o hablando con alguien. ¿Por qué Blake tendrá que encontrarme así? Podría darle un paro nada más con verme.

Esto no es lo que yo esperaba. Se suponía que iba a tener una especie de cita especial con él y que iba a prepararme para la ocasión. Pero no. Miriam ha metido la pata de nuevo y se ha salido con la suya.

De pronto, el momento llega y yo no sé qué cara poner.

Con su glamour varonil, y al son de "Californication", Blake Hanson ingresa...

—Oliver... ¡Qué sorpresa verte por aquí! —lo saluda repitiendo mis palabras, aunque en él suena genuino porque así debe de ser.

—Oh... Hola, Blake. Es una sorpresa —le responde con la frente arrugada.

Blake, con su orgullo de clase, en un lugar como este. ¡En qué pensaba mamá!

—Hola, Elle —me habla enseguida acomodándose el flequillo, y no puedo sacarme de la cabeza que eligió primero saludarlo a él y no a mí (una mujer).

Luego su sonrisa anula ese sentimiento y me deshace por dentro. Blake está más hermoso que nunca, seguro fue rápido a su casa a cambiarse antes de venir aquí.

—Bueno, veo que tenemos todos los condimentos para pasar un muy lindo momento —digo con ironía, pero Blake no me entiende.

Oliver, por su parte, está tan serio como yo.

—Y, dime, Blake —empiezo cuando los tres ya estamos sentados—, supongo que tú también fuiste llamado a este encuentro.

—Sí, muchas gracias por invitarme.

Plenilunio: Luna del Lobo [FINALISTA WATTYS 2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora