Plenilunio: Luna del Lobo [FINALISTA WATTYS 2024]

15. Confusión

Alisha ha sido asertiva y me ha dado un impulso grandioso con las palabras justas, acaso las que estaba esperando. Debo darle la razón porque además coincido con ella. No puedo pasar toda mi vida esperando de brazos cruzados a que todo se acomode sin una mínima intervención de mi parte.

Tal vez soy un poco pequeña todavía, pero tampoco soy una niña y, para forjar un buen destino, es imprescindible trabajar duro y con responsabilidad, sin que eso signifique forzar las cosas. Mi punto débil es mi carácter y mi inestabilidad, eso está más que claro, aunque confío en que cometer errores hará que aprenda mucho, del mismo modo que, junto al tiempo, me traerá la madurez que iré necesitando.

—Creo que podríamos ser buenas amigas, Alisha —bromeo un tanto y procedo a darle un sencillo abrazo de imprevisto.

—Oh, Elle, ¡qué cruel eres! —Se ríe—. Creí que ya éramos amigas desde hace un año.

—No importa. De ahora en más serás mi psicóloga.

—Si quieres ir por mal camino...

El día ha estado hermoso. Templado, con una resolana y un viento modestos, ha esperado que llegara el momento de marcharnos para recién bendecirnos con una fina lluvia.

El viaje de regreso se torna más ameno. Esta vez, en lugar de ir en silencio, me la paso charlando todo el camino con Alisha sobre cualquier trivialidad para distraerme un poco de mis preocupaciones, pero, como "todos los caminos conducen a Roma", los diálogos tarde o temprano convergen hacia lo que tiene que ver conmigo y, por ende, también con Blake.

—Elle... Sobre lo que estuvimos hablando —intenta hablar para sacar palabras de mi boca mi compañera—, ¿hay algo que quieras decirme? Digo, ¿hay algún... chico... con quien estés entablando algo?

Y desearía poder decirle que sí, gritarlo a los cuatro vientos, pero todavía estoy lejos de estar en "algo".

—No, obvio que no, Alisha —declaro con pesar—. Pero no voy a negarte que tengo cierto interés. ¡No me preguntes en quién!

—Creo que es evidente.

—No me importa. Tan solo me preocupa cometer algún error o caer en una trampa. Peor aún: inventarme una fantasía y quedar en ridículo.

Nos quedamos en silencio. Luego:

—Elle, es normal cometer errores —afirma—. No te castigues por eso. Pero si no lo pruebas, no lo sabrás.

—¿Debo hacer algo al respecto? —Por fin la miro a los ojos.

—Elle, por supuesto... Pero para eso es necesario que conozcas lo más que puedas a... esa "persona", ¿me entiendes?

—Es que no sé cómo "conocer" a una "persona". No puedo ir a punta de pistola a obligarlo a que me cuente quién es y todo eso...

—Qué exagerada.

—Dime cómo.

—Puedes acercarte, conversar con él, investigarlo de algún modo. Y, si llegado el momento, o de antemano, ves algo que no está bien o si te maltrata o te presiona a hacer algo que no quieras... huye cuanto antes —me alerta y, tras un silencio, tiembla al decir—: Lo digo por experiencia, pero no seguiré hablando porque empezaré a llorar.

—Quédate tranquila —la alivio.

—Gracias, Elle.

—Y gracias a ti, por cierto —cierro.

Se me anuda la garganta.

Soy muy consciente de que podría cometer un grave error, sobre todo dada la naturaleza de los acontecimientos. Pero también es cierto que soy muy intuitiva y puedo percibir una energía buena y excepcional en Blake.