32. La noche más esperada II

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Apenas me levanto y ya tengo que procesar muchas cosas a la vez.

Es muy temprano para colapsar.

Por increíble que parezca, me sentía aliviada de no tener que andar lidiando con celos ni berrinches de Oliver, con quien creo que hemos llegado a buen puerto, pero lo cierto es que hay algo peor esperándome y es el hecho de tener que hablar con mamá. No sé cómo voy a hacerlo, cómo encarar el tema, porque no tengo valor y a la vez sé que va a ponerse como loca.

¿Quién no se exasperaría ante algo así?

Mamá es testigo de cómo mi vida viene en picada. Sin ir más lejos, no fue hace mucho cuando tuve una especie de "cita" con Blake y terminé hospitalizada...

Un punto aparte es el tema "Anne Brooks", la chica desaparecida. ¡Cómo lo había dejado pasar por alto!

Para mi fortuna, no me desgasté en buscar a su familia (gracias, mamá); Oliver me confirmó que no había nadie relacionado con ella en Newport. Otra cuestión por analizar es la del reporte: que alguien haya escuchado gritos no es algo menor ni digno de ser ignorado. Es decir, la gente común podría no hacer caso de algo como eso, pero no yo. Estoy segura de que dicha información es certera. Para empezar, los asuntos no son nada normales en la zona (no quiero imaginar en todo el mundo) y puedo confirmarlo porque lo he vivido en carne propia.

Aunque todos los condimentos para creerle a Oliver están presentes, una parte dentro de mí intenta convencerme de que quizás no tendría que confiar demasiado en ello o que, ni más ni menos, está actuando por despecho. Si esto último es así, he de decir que es muy buen actor, pero prefiero inclinarme porque fue genuino. Además, entre él y yo está todo más que bien, de modo que no debo preocuparme de aquí en adelante. Al ser hijo de un policía, es muy probable que su propio padre le haya contado algo al respecto. Eso implica que no hay más datos que esos (en palabras de Oliver, "lo último").

Hace bastante tiempo que estoy parada en el comedor, dando vueltas como una tonta, cuando de repente percibo el ruido de un motor que se detiene aquí en mi casa. Es mamá. Como estoy dolorida y mis oídos no están dispuestos a soportar gritos ni chillidos, me largo de aquí. Camino ligero de vuelta a mi habitación para que no me vea y allí aprovecho para continuar con mis pensamientos.

Los siguientes minutos me la paso, en consecuencia, intentando dibujar diagramas o esquemas, para ayudarme con mi investigación. Y llego a algo: Anne fue devorada por un hombre lobo o bien fue raptada y asesinada... por bruja. Eso... ¡Cómo no lo había pensado!

Anne debió de ser una bruja como yo ¡y el hombre que me seguía pudo tener algo que ver!, me digo y doy un salto emocionada por mi conclusión, pero tiro la silla por accidente y...

—¿Elle? —me habla de inmediato mamá.

Aún no estoy lista para comentarle lo de Blake. Así que me sumerjo en mi cama, me tapo entera con mis sábanas y acolchado y desaparezco.

—Elle... ¡Elle...! —oigo que me dicen más tarde.

Qué horror. He vuelto a dormirme y ya han trascurrido dos horas desde que mi madre llegó a casa. Eso significa que el tiempo pasa y yo sigo aquí posponiendo mi charla. Y pensar que la mayoría de mis conocidas ni se preocupan en honrar a sus padres.

También podría ser una chica mala; de hecho, podría mentir a mi madre y decirle que me quedaré en casa, valiéndome de que no me controla de modo estricto, pero no. Aunque ella no lo valore, me porto bien, no abuso de su confianza y además no soy de esas que salen demasiado.

Cuando salgo de mi habitación, termino de prepararme en el baño y me dirijo hacia ella, en mi afán de cumplir como hija. Es el momento adecuado, pienso, pero la noto demasiado estresada y decido dejar todo para después. Sin embargo, el alivio es muy corto.

Plenilunio: Luna del Lobo [FINALISTA WATTYS 2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora