Plenilunio: Luna del Lobo [FINALISTA WATTYS 2024]

35. Orbicularis oris

A estas alturas ya debería sentirme un poquito liberada.

Pero no.

No puedo. Fiel a mi estilo, continúo estresándome, preocupándome en exceso e intentando adelantarme a las cosas que Blake tiene para decirme, cuando se supone que este es el momento ideal para dejar las cuestiones en claro, si es posible, encontrar soluciones y que todo fluya de forma natural.

Ni siquiera sé si él recuerda algo sobre lo que le conté de mi "accidente". ¿Cuál será la forma más prudente de encarar este tema para obtener respuestas claras de su parte, sin llegar al punto de acusarlo u ofenderlo?

—Blake...

—Yo...

Hablamos al mismo tiempo.

Ambos sonamos nerviosos. Eso me inquieta. Demasiado.

—Empieza tú, si quieres...

—No, Elle, discúlpame por interrumpirte. Lo correcto es darte lugar, así que adelante.

—Bueno, es que no sé cómo empezar.

—¿Qué querías decirme? No temas. Hasta ahora, siempre te he demostrado que puedes hablar conmigo sin ningún tipo de presión.

—Es que es difícil, Blake. ¿Al menos recuerdas eso... de enero?

—Algo...

—Te lo conté aquella vez que fuimos a cenar... Justo antes de que me cayera el balcón, de hecho.

—Oh, qué "grato" recuerdo. Sí. Pero no dijiste casi nada, en realidad, porque explicaste que te ponía mal hablar de ello y yo respeto tu postura, pero lo cierto es que...

—Bueno, sí, Blake. Fue "eso". Me temo que allí sucedió todo. Y desde entonces vivo un martirio que no tiene nombre. La cuestión es que, cuando te digo que fui atacada, no estoy refiriéndome a un animal. Me imaginaba que era un lobo, y de hecho no tengo muchos recuerdos quizás fruto del trauma y el estrés, pero es obvio que fue un licántropo.

—¿Quieres decir que aquella noche te atacó un hombre lobo y sobreviviste?

—Pues sí, ni más ni menos. ¿Cómo explicas que todas las heridas que tenía desaparecieron al instante? Un monstruo me infectó y por eso me convertí, es un hecho.

—Bueno, no creo que sea mi caso. Fui atacado por ti, transformada en hombre...

—Mujer...

—...mujer lobo, claro. Pero salí ileso.

—Estás sano y salvo. ¿Qué se supone que tenga que pensar, Blake?

—No entiendo tu pregunta. Si es por lo sucedido, tal vez sea suerte. No lo sé. No recuerdo que me hayas mordido ni nada de eso...

—O quizás sí...

—¿Qué? Elle, no lleguemos demasiado lejos con esto.

—Blake, debo ser sincera, aunque no quiero explayarme mucho en eso. El tema es el siguiente: durante mucho, mucho tiempo, he sospechado... de ti.

—¿Qué...? Elle, de verdad soy inocente —musita con un rostro desencajado—. ¿Estás diciéndome que yo fui quien te atacó en enero?

—Deseo que no. Aunque tengo mis dudas. Es que creo que alguien me vio cuando pasó eso.

—¿Y cómo lo sabes?

—Por una carta anónima —revelo de forma parcial, sin arriesgarme a nombrar a Oliver, por las dudas—. Una en la que me escribieron que sabían de esto... y que te vieron persiguiéndome esa misma noche.