Parte 55

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La noche es maravillosa, la vista es perfecta, la luna es llena y alumbra con todo su esplendor cada rincón, cada pequeño lugar lleno de sombras, es grande y redonda como un queso, pero es cálida y majestuosa al mismo tiempo. Casi más de la una de la madrugada dos cuerpos se mantienen en contacto siendo la luna la única que pueda presenciar todo lo que esa noche pueda ocurrir y también será la única que pueda guardarles el secreto, le confiaran a ella aquel tan deseado y fino acto que están por cometer.

Mate retrocede sus pasos con un fuerte cuerpo delante de ella, manos en su cintura y cabeza que no están dispuestas a soltarla por ahora, y unos carnosos labios que le indican por encantadores sonidos que le gustan los de ella, la fricción y el movimientos de sus dulces labios, pequeños y bonitos para él, todo lo que desea ahora está en la chica que está besando y a quien le está dando el corazón sabiendo que quizás esto sea lo único que pueda obtener, y le duele, pero le gusta y es algo que no dejará pasar, quiere tenerla, quiere hacerla suya y reclamar su cuerpo al menos una vez, puede que después se arrepienta pero el acto estará hecho y sabrá que para ambos fue una de las mejores cosas que pudo haber sucedido.

Cuando ella detiene sus pasos se encuentran justo frente a la cama, una bella cama con sábanas y colchas que serán testigos del acto tan erótico y sensual que se llevará a cabo, las manos de Jimin siempre han sido agiles, pueden ser pequeñas, suaves, y delicadas en cierto punto, pero también son fuertes, seguras y saben aferrarse a lo que quieren o a lo que él quiere. No piensa en dejarla libre, no cuando su mano se desliza por la espalda de la bella mujer y con suma delicadeza y cuidado desliza el cierre del vestido rojo y deja que la prenda caiga rozando la figura magistral que tiene la mujer.

Mate siente como su vestido ha sido removido y siente un poco de vergüenza, pero no dice ni hace nada, ella está muy segura en los brazos de aquel perfecto hombre mientras sus mejillas han sido coloreadas de un bonito rosa que ni ella puede ver, pero lo siente. Jimin detiene todos sus movimientos y deja de besar aquellos majestuosos labios que añora demasiado, tiene miedo de perder la cordura sin antes preguntar, él necesita el permiso porque nació siendo un caballero y así será hasta el final.

—Mate...—su voz es ronca, es peligrosa y es lo que tanto le gusta a la pelirroja—, quizás debamos parar ahora, en este momento que mi cabeza me deja pensar con claridad, no quiero dañarte.

Es dulce, es perfecto, es un ángel, pero Mate retrocede ante las palabras del menor. No sabe cómo tomarlas, no entiende y lo primero que viene a su mente es que ha sido rechazada y cree saber el motivo o la razón.

—No quiero parar.

Ella es clara y concisa, sabe lo que quiere y cuando lo quiere, y definitivamente desea a este hombre en estos momentos. Vuelve a besarlo, pero el menor se aparta y toma sus mejillas con ambas manos para mirar esos ojos color paraíso.

—Mate, piénsalo por favor...— no está usando honoríficos y su voz es más sensata ahora, más clara y Mate no sabe que responder—, puede que estemos pasados de copas y...

—Y estoy completamente cuerda para saber qué es lo que quiero Jimin, la pregunta aquí es, ¿Tú quieres esto? Si tu respuesta es negativa voy a entenderlo, voy a entender todo lo que pase después de lo que aquel hombre me hizo.

Y ahí esta lo que el menor menos quería causar, que Mate se sintiera asqueada o que crea que después de lo que aquel hombre hizo con ella nadie más la tomaría en cuenta. La pelirroja se aleja y camina unos pasos recobrando el aliento perdido, se siente sucia ahora como nunca creyó que lo haría, aquellos recuerdos aun la abundan y simplemente tiene miedo de que se pasen los siguientes años rechazándola por lo sucedido, pero quizás nada le duela más después del rechazo del menor.

Jimin acorta los pasos que ha dado Mate y tira de su brazo haciéndola voltear sin dejar que diga nada cuando una vez más la está besando, un besos corto y sensual, que le dice que la desea y que no importa lo que le haya pasado, ella sigue valiendo incluso más.

—Ese es el problema, quiero que te sientas segura conmigo, no me importa tu pasado ni lo que te paso, yo fui parte de ello y lo viví contigo, me interesa lo que eres y en lo que te convertirás, yo quiero esto, lo deseo...

Un nuevo beso.

—Te deseo a ti, te quiero a ti, y solo si tú lo quieres tanto como yo lo haremos.

No hay una respuesta de palabra por parte de ella, solo asiente y una nueva ronda de besos se desata, ella ve el deseo que él tiene por ella cuando sus ojos se dilatan en cada mirada que le da y se siente bien, le fascina que en verdad este pasando después de mucho tiempo, después de que el último hombre fue Jungkook y él ahora no está ni en sus pensamientos, ahora quien abarca esa parte es Jimin y cuanto añora que suceda esto.

Ella se acerca a él sin dejar de verlo, acaricia los labios del chico con las yemas de sus dedos y sonríe cuando él lo hace, ella realmente ama esa sonrisa que se dibuja en el menor, le gustan también los lunares que hay en su frente, o la forma de corazón que toma su cabello cuando se peina. Comienza a quitar uno a uno los botones de aquella camisa cuando el saco ha salido disparado a una dirección que ni ellos saben cuál es.

—Tu piel es muy bonita, así como tú.

El menor sonríe y ríe ante los halagos de la mujer frente a él, no puede quitar su vista de ella mientras esta quita y tira de su camisa, la desliza por sus hombros y después la lanza muy lejos mientras se queda de pie ahí, muy cerca de él, besa su hombro con delicadeza y suavidad, al principio pequeños toques que le gustan al chico y después besa con mayor presión e incluso hace un nuevo camino, muerde un poco pero no deja marcas porque sabe perfectamente que él no es de su propiedad, aunque la mente de Jimin le grite y pida que lo marque como suyo porque eso es lo que él quiere, que lo marque como su propiedad, justo como él quisiera hacerlo con ella.

Aparta algunos mechones de cabello de la chica y los coloca detrás de su oreja dejando expuesto su hombro y su cuello, él procede hacer lo mismo, sus manos aprietan con sensualidad el cuerpo de la chica contra el suyo mientras sus labios se hacen cargo de besar y dejar incluso saliva sobre el cuello y hombro de Mate, los sonidos que ella hace simplemente son mágicos, a él no solo le gustan, le fascinan y quiere escucharlos toda una vida.

Mate esta húmeda y lo sabe, tiene muy en cuenta que no es capaz de mantenerse cuerda por más tiempo, entiende que en este punto lo necesita más que nunca, su cuerpo se tensa cuando el menor desprende el broche de su bonito sostén y deja que este caiga a sus pies, la hace retroceder solo para hacer que se acueste cómodamente sobre la cama mientras es él quien se deshace de toda su ropa, incluso de su ropa interior y Mate solo puede sonrojarse al cien por ciento y mantener la vista en otro lado por la vergüenza que tiene.

Parece una colegiala, una adolescente cuando sabe bien, no entiende porque a este punto sigue sintiéndose así, porque el calor de su cuerpo solo se concentra en sus mejillas, pero desea tanto que el menor la tome ahora, en ese momento antes de que sea ella quien lo haga. Jimin es un hombre en toda la extensión, sabe cómo tratar a una chica en momentos como el que está viviendo ahora, sabe los pasos que debe seguir y no solo por experiencia o porque alguien le haya enseñado, simplemente es por naturaleza, siempre ha tratado a una mujer como una flor, como una rosa, como lo más delicado, bonito y perfecto que le pudo pasar a un hombre.

La siente nerviosa, es tímida y eso solo lo hace desearla más, él desea tanto que Mate pueda amarlo, pero también sabe que no pasará porque ella está enamorada de Jungkook y el primer amor siempre es muy fuerte, incluso cuando ambos siguen pensándose, pero no es momento de hablar de ello, es momento de amar a la chica desnuda que tiene en su cama dispuesta a complacer el deseo mutuo que sus cuerpos piden a gritos.

No hay luz más que la que atraviesa por la ventana y viene de la luna, él le sonríe y sube despacio a la cama colocando ambas piernas a los lados de las piernas de Mate, ella respira con lentitud y deja que él se haga cargo de todo, Jimin no detiene sus pasos ahora, baja la cabeza hasta sentir sus labios tocar la piel de la pelirroja, empieza con su cuello, besa de un lado a otro con cortos besos y uno que otro rastro de su saliva que después el mismo quita con su lengua, la boca de Mate está ligeramente abierta y deja escapar algunos suspiros, le gusta la maldita sensación que está sintiendo pero no hace nada porque el menor la aprisiona de sus muñecas contra la cama, quiere que ella disfrute y sin duda lo está haciendo.

Los besos continúan y él comienza a descender, poco a poco, besa su pecho y luego regresa a sus labios solo para susurrarle:

—Disfruta.

Mate deja que él haga lo que quiera, las copas en su cuerpo solo la han vuelto libre y salvaje al mismo tiempo, impulsiva también. Lo siente besar entre sus senos, en el mismo lugar en donde está la marca de la bala, lo siente besar con delicadeza y no sabe si quiere gritar por el placer o llorar por la calidez del pelinegro, es todo lo bueno de este mundo y está justo para ella. Su siguiente punto es a la derecha de su cuerpo, donde muerde apenas con sus dientes y ella se retuerce de placer, él sabe perfectamente bien lo que hace y no puede pensar en otra cosa que no sea en ella y en los magníficos sonidos que provienen de su boca. Su pezón es rosa, debido a sus dientes y brilla por la saliva que él mismo ha dejado, hace lo mismo con el siguiente y Mate simplemente pide más, él ha soltado sus manos y estas se han aferrado a su cabello invitándolo a quedarse por más tiempo ahí porque es tan mágico lo que hace, es impresionante. Sabe bien que él tampoco durará mucho, desliza la última prenda que cubre a la chica por el largo de sus bonitas pierdas, Mate aún mantiene sus tacones puestos, pero eso no es un problema porque el pelinegro se encarga de quitarlo y hacerlos a un lado junto a su diminuta prenda.

—Dime si te duele, o si quieres parar, lo que sea que quieras solo dímelo.

Le dice y con un gemido Mate le dice que sí.

Sus labios vuelven a encontrarse pero ahora de una manera más salvaje, los chasquidos son más fuertes y por unos segundos el beso se detiene, Mate siente lo que ha deseado tener dentro, es firme, es duro, es sexy, es todo el placer que necesita, duele un poco no como la primera vez, pero si por el tiempo que no ha estado con nadie, Jimin gime contra la boca de Mate cuando ha entrado por completo en ella, siente como lo aprieta y realmente le enloquece como las paredes de Mate lo aprietan, tan dulce y tan delicioso.

Mate no puede pensar más que en lo que viene después, lo que él hará, el siguiente paso. Le gusta lo que pasa ahora, le gusta el sudor que corre por el cuerpo de Jimin, es como ver a un ángel desnudo bañado en sudor, un ángel que esta para ella y que grita por ella, que desea su cuerpo y lo que pueda darle.

—Eres tan bello.

Y las palabras bonitas no pueden faltar como la cereza del pastel, él la escucha y le responde que ella lo es más, Mate suelta otro grito de placer cuando el vuelve a entrar y salir a un ritmo increíble.

—Y también eres peligroso, bello y peligroso.

Jimin ríe, sus manos acariciando todo el cuerpo de Mate, la ve brillar por el sudor, gritar por el placer y hablarle bonito porque ella es así. La pelirroja se levanta sin dejar que se mueva el menor y se sienta a horcajadas sobre él haciendo que ambos giman y griten enloquecidos por lo que sus cuerpos hacen y lo bien que se complementan, él la abraza y deja que sea ella quien se mueva por ambos dando el placer que solo ella puede darle, besa su hombro y es en ese momento en donde se da cuenta de la cicatrices en forma de letras que hay en el hombro derecho de Mate, un JK en mayúsculas bastantes visibles se hacen notar junto a gotas de sudar deslizarse y solo sonríe porque sabe que JungKook realmente es el hombre con más suerte del mundo.

—Eres tan perfecta para mí, me gustas Mate.

—Y tú a mí Jimin.

—Vamos a terminar esto como es debido.

Él le dice y ella asiente, vuelven a su lugar cómodo y nuevamente entra ella, ambos están cerca de llegar al maravilloso orgasmo, están a punto de estallar y terminar este encuentro pecaminoso y placentero, no son nada y lo son todo al mismo tiempo. Él vuelve a embestir y la siente venirse, sale y es él quien hace lo mismo, pero obviamente afuera, no quiere dejar marcas ni huellas de nada ni en ningún lugar más que en los recuerdos de Mate.

Están cansados, pero Jimin la cubre con las sabanas y le sonríe, Mate hace lo mismo, le sonríe y se lanza a sus brazos para besarlo y decirle que lo quiere mucho, Jimin puede notar que hay algunas lágrimas en los ojos de Mate y ella le confiesa que le gusto y le da las gracias por hacerla suya, por ser él quien lo hiciera.

—Soy yo quien debería agradecer el honor, este es el mejor momento de mi vida y gracias a ti noona.

Ella sonríe por el nuevo uso de honoríficos y besa la nariz de Jimin mientras no deja de abrazarlo y el le corresponde, se quedan quietos hasta que su respiración sea lenta y los sueños inunden sus cabezas junto a nuevos y fantásticos recuerdos.

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A las cinco de la mañana Jimin está sentado en el borde de la cama, con la mitad de ropa puesta y el cabello hecho un lío, observa a la mujer que duerme plácidamente al otro extremo de la cama, desnuda y envuelta en sábanas blancas. El menor se pasa las manos por la cara mientras niega una y otra vez, el alcohol de su sistema está completamente afuera y ahora solo queda nada más que la realidad, sabe que lo que paso no fue un sueño y sinceramente no se arrepiente nada, no se arrepiente de haberle hecho el amor a Mate.

Pero, si se arrepiente de haber dicho que el no ser correspondido no iba a doler porque es todo lo contario a lo que imaginaba, no puede dormir sabiendo que después de lo que pasó nada será lo mismo, nada será como antes porque ahora realmente quiere todo de Mate, quiere que ella lo ame así como él lo hace, quiere que se quede a su lado y formen una familia, quiere despertar y ver su bonito rostro hinchado todos los días y también el bello lío que se armará con su rojizo cabello, quiere que ella sea su novia y luego su prometida para finalmente convertirse en su esposa, quiere que Mate deje de pensar en JungKook y lo vea a él, quiere y desea que ella lo elija a él, solo a él y únicamente a él.

—Me estoy haciendo daño, hyung me lo dijo.

Se arrodilla frente a ella, es todo lo bueno del mundo y el quedarse a su lado hasta el amanecer solo hará que su corazón se rompa más de lo que ya lo está, no puede despertar y verla sabiendo que no será para él.

—Solo quiero lo mejor para ti SuSu, y también quiero que me ames, pero no quiero continuar con esto porque no solo sufriré yo, y hacerte sufrir no será parte de esto.

A Mate también le dolerá, pero mientras aun sea posible él lo hará, poner distancia ahora que aún se puede para no arrepentirse más después, necesita pensar, necesita alejarse, y estar al lado de la pelirroja no le hará las cosas fáciles.

—Te amo, pero sé que tú no a mí, esto es por ti, es por mí, es por los dos.

Una lagrima se desliza por la mejilla del chico sin ser capaz de removerla, solo recoge lo que queda de su ropa en el suelo y se pone de pie.

—Buenas noches noona.

Dice y simplemente se marcha, cierra la puerta de la habitación de Mate y corre por el pasillo para tomar el ascensor e ir al piso de abajo, a la habitación que comparten Yoongi y RM, le marca a Hoseok y este entre sueños logra responder.

—Hyung puedes ir a la habitación de Yoongi hyung por favor.

Hoseok se despierta por completo al escuchar la voz entrecortada de Jimin y se pone en alerta, tiene un mal presentimiento y asiente, aunque él no pueda verlo.

—¿Pasa algo Jimin?

—Te lo diré llegando allá hyung.

Y cuelga la llamada mientras una lagrimas rebelde resbala por su otra mejilla, el ascensor se abre en el piso indicado y camina los metros faltantes para la habitación de Yoongi. Al llegar toca la puerta una y otra vez cuando no obtiene respuesta.

Diez minutos después se escucha una voz lo bastante enojada al otro lado, y cuando abren hay un Yoongi lo bastante furioso y adormilado viéndolo, pero todo gesto del pálido desaparece cuando observa al menor, la manera en cómo llega y en cómo se ve su rostro, su camisa apenas abrochada de dos botones, su pantalón con el cierra abajo y el saco en su mano, sus ojos están rojos y hay rastro de lágrimas viejas en sus mejillas y de lágrimas nuevas que están por recorrer esas bonitas mejillas redondas, su cabello esta revuelto y el menor no dice nada porque solo se mantiene de pie ahí mirando al vacío.

—¿Pasa algo Jimin? ¿Te sucedió algo?

El menor asiente sin verlo. Le ha pasado mucho, le ha pasado lo mejor y lo peor al mismo tiempo.

—¿Qué pasa?, por favor di algo.

Hoseok hace su aparición en el momento en que Jimin levanta la mirada al pálido y este lo ve esperando una respuesta, los ojos del menor comienzan a llenarse de lágrimas nuevamente.

—Tenías razón hyung.

Hoseok observa a Yoongi y este también, ambos sin entender a lo que se está refiriendo el pelinegro.

—¿Razón sobre qué?

El menor deja que sus sollozos se desaten porque confía en sus hyungs y sabe que ellos no los juzgaran, abraza al pálido y Yoongi lo sostiene, RM sale a su encuentro para saber que está pasando tan temprano y ve a Jimin sollozar en los brazos de Yoongi mientras afuera esta Hoseok quien ve al menor destruido en los brazos de su amigo.

—Jimin, habla por favor.

—Tenías razón hyung, esto me iba a doler y no te hice caso.

—Jimin...

—Me duele mucho, estar enamorado y no ser correspondido duele mucho.

—Jimin...

—Estoy enamorado de Mate hasta los huesos, y sé que ella no lo está de mí, ella está enamorada de JungKook y no tiene corazón ni alma para nadie más que para él, hyung.

Nadie dice nada, todos sabían bien que esto pasaría, así que Yoongi solo deja que sus brazos y su hombro sean el consuelo del menor por ahora, él los necesita porque está a punto de enfrentarse a la realidad y a lo dura que es la vida cuando amas y no eres correspondido.

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**Creo que todos lloraremos  :'(

#SanMinnie

TEARS - JungKook- BTS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora