Parte 24

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NARRADOR.

Jimin sostuvo en brazos a Mate hasta su habitación y la dejo en su respectiva cama, se quedó de pie mirándola, tan tranquila que se veía mientras dormía, aunque podía imaginarse la clase de sueños que tenía, si es que se le podía llamar sueños. Los ojos del pelinegro comenzaban a aguarse al recordar todo lo que sucedió hace tan solo unos momentos, estaba más que claro que Mate no estaba bien al menos no mentalmente y él mismo pudo comprobarlo al escucharla gritar todas esas palabras que estaba dirigidas a una sola persona, JungKook. Se hinco para observarla más de cerca, quito un mechón rojizo que estorbaba para admirar su hermoso rostro.

—Eres muy fuerte noona, puedes hacerlo.

Susurro acariciando levemente su mejilla en donde aún quedaba rastros de las lágrimas que había derramado, Jimin se odiaba por decir todas esas palabras que solo terminaban por herirla más, pero lo único que buscaba era que ella entendiera que el mal solo ella se lo causaba, al siempre hacerse menos y decir que no valía nada y que por ende las personas no la tomaban en cuenta o que fue por eso que ese tal JungKook la abandono. Él necesitaba que ella entendiera que realmente no tenia la culpa de lo que sucedía o de lo que ya había sucedido antes, y que en todo caso su única culpa había sido el enamorarse y entregar todo su ser siendo totalmente inocente y nueva en el ámbito amoroso.

Se alejo de la chica cuando la puerta fue abierta y KyungSoo entro al cuarto con un botiquín para las heridas que yacían en la piel de Mate, mismas que ella se ocasiono.

—¿Sucedió algo? —pregunto el medico a lo que el pelinegro negó inmediatamente—, Bien. El sedante durara solo un par de horas y yo tengo que salir al hospital, necesito que te hagas cargo de ella Jimin, cura sus heridas cuando despierte y por favor, no seas tan tosco con ella, cuida tus palabras. Volveré más tarde.

Jimin asintió tomando en manos el botiquín que el médico le cedió, KyungSoo salió de la habitación dejando solo nuevamente a ese par.

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Mate abrió los ojos lentamente adaptándose a la poca luz que daba el lugar reconociendo al instante que estaba en su cama, observo la ventana, esa misma que daba vista al patio trasero, la misma venta que tenia rejas como si fuera una cárcel. Y era esa misma ventana donde ahora mismo se encontraba de pie la silueta de Park Jimin, quien veía a través de esta antes de darse cuenta de que la pelirroja había despertado y lo miraba como un gato, con los ojos llenos de culpa.

—Ya era hora—el pelinegro se alejo de la ventana yendo hacia el buro de la chica en donde estaba el botiquín que KyungSoo le había entregado—, debo curar tus heridas.

Mate lo miro confundida, él estaba siendo amable con ella y eso era algo de lo cual debía sorprenderse. Jimin sintió la mirada de la hermosa mujer, pero la ignoro, tomo asiento en la cama junto a ella, abrió el botiquín y esparció todo el contenido alrededor, vendas, gasas, alcohol, algunos frascos con pastillas entre otras cosas.

—¿Dónde está KyungSoo?

Pregunto con cierto temor al pelinegro, observando como este desenroscaba la tapa del alcohol y abría una bolsa de algodones. Mate aun sentía ligeros mareos efectos del sedante, solo quería estar sola o mantenerse alejada del chico frente a ella.

—Créeme que no es algo que me agrade hacer, pero hyung tuvo que salir al hospital y me pidió hacerlo.

—Pudiste decir que no.
Respondió con su voz apenas audible, tan apagada y triste que se escuchaba.

—Claro que pude haberlo hecho, pero soy una persona que sabe que todos necesitamos ayuda alguna vez, y como tal lo valoro.

—¿Eso que tiene que ver?

TEARS - JungKook- BTS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora