Parte 22

41 8 0
                                    


NARRADOR

—Bien, entonces ahora Yoseob te llevara a conocer todo el lugar. Creo que la ropa te quedara muy bien, toma esto es lo que RM encontró.

Dejó la bolsa de ropa sobre la cama solo para tomar aquella diminuta y transparente en donde se encontraba el tesoro más hermoso que tenía, el collar y el anillo que JungKook le dio en ese entonces, antes de la tragedia. Creía que debido a que estuvieron en el agua durante tanto tiempo, ambos accesorios se echarían a perder, o quizás estarían oxidados, pero no fue así. Todo de ellos estaba como nuevo, brillantes y recién pulidos, como si no les hubiera pasado nada.

Jungkook estaría orgulloso de ver que noona mantenía su promesa de conservar sus regalos. Quería que él cumpliera las suyas tal como ella lo hizo.

“Eso no sucederá”. Decía su mente una vez más. Una lagrima escapo deslizándose por su mejilla, miro al medico quien al igual que los demás presentes no habían dejado de mirarla desde que tomo los accesorios, Yoseob con una diminuta pero sincera sonrisa, y Jimin mostrándose serio e indiferente.

—Gracias KyungSoo.

Fue tan bajo que parecía un susurro, pero el medico logro escucharla y sonrió negando ese gracias.

“Ese gracias es para el idiota que tienes como compañero” quiso decir eso cuando miro a Jimin y este solo desvió la mirada hacia otro lado.

—Fue RM quien los halló y los mantuvo a salvo, yo solo los he devuelto a su dueña como él lo pidió.

La dueña de lo que considera que es un pedacito de su vida, pues para otras personas podrían ser simples objetos, para ella eran el sello de una promesa que esperaba que se hiciera realidad, aunque su cabeza golpeara miles de veces diciendo que eso no sucedería, no iba a pasar, pero su corazón aún mantenía la esperanza.

Aquellos objetos eran la manera en que ella tenía de sentir cerca al pequeño castaño, amaba y amaría cada día de su vida aquella sonrisa que sus labios dibujaban siendo su paisaje más espectacular que podía ver.
KyungSoo quería decir más al respecto, pero mantendría su promesa en pie sabiendo que el dueño de ese “gracias” se encontraba atrás de ellos fingiendo molestia.

—Debo hacer mis deberes hyung.

Dijo el pelinegro llamando su atención, Mate salió de su burbuja imaginaria de recuerdos solo para verlo tal como él lo hacia e ignorarla una vez más, salió de la habitación cuando el medico respondió con un “no hay problema Jimin.”
Lo vio perderse de sus vistas sin tener intención alguna de voltear, y la chica agradeció tanto que fuera así, pues solo habían pasado algunas horas y unos minutos en que lo conoció e intercambio palabras con él y supo que él tenia un gran poder sobre ella. La intimidaba de una forma que podría sentirse el miedo de la pelirroja al verla, es como si la odiara, la aborreciera y Mate no supiera el motivo.

—Es un buen chico, ¿verdad?

KyungSoo sonaba tan alegre al decir eso, pero Mate no lo estaba ni un poco, ella no podía decir lo mismo de aquel chico, porque realmente no había sido una buena persona, o al menos no con ella. KyungSoo decía cosas buenas de él y Mate quería creer que era porque ellos se conocían de años y se llevaban ahora muy bien, o porque KyungSoo también atendía los problemas que el chico estaba pasando,

—KyungSoo no se qué entiendas por “un buen chico” … —lo miro—Pero apenas cruzamos miradas, él lo ha hecho como si me odiara de toda la vida y me ha hablado de una forma tan grosera.

—¿Como tú la primera vez que nos conocimos? —Mate asintió algo apenada por aquella comparación— Es así como tú con la gente que apenas conoce y viene a invadir su espacio personal. Jimin ha estado meses aquí, los primeros, estuvo acompañado y después solo, es algo obvio que sea así contigo, ya que ahora tú eres su nueva compañera de habitación.

TEARS - JungKook- BTS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora