Capítulo 21 | ANOTHER LIFE

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Porque la ficción del amor es la verdad de nuestras mentiras

Lo que pasó de ser "el último y ya" se había convertido en "otro, uno más, otro más, el último, ésta vez será este y ya"

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Lo que pasó de ser "el último y ya" se había convertido en "otro, uno más, otro más, el último, ésta vez será este y ya". No había parado de tomar un vaso de vodka con sabor a frutas uno detrás de otro mientras reía con algún desconocido y bailaba en la pista con mis amigas. Mis piernas se sentían débiles y a veces me mareaba tanto que terminaba por apoyarme en mis amigas. Sin embargo en algún momento las había perdido de vista y me encontré bailando sola en medio de desconocidos, con las luces de colores molestando mi visión y la música retumbando en mis oídos.

Tenía calor. Mi vestido se sentían más apretado y posiblemente se me había subido hasta más allá de los muslos. Las tiras de mi sostén estaban a cada lado de mis hombros. Pero eso no impidió que siguiera bailando. Sin embargo llegó un momento en el que no pude más y me balanceé hacia atrás. Posiblemente me habría llevado un buen golpe de no ser porqué unas manos sujetaron mi cintura firmemente evitando que cayera.

Un cuerpo se pegó a mi espalda y una boca se acercó a mi oído.

—¿Cuánto más me harás esperar, preciosa?

Reí tontamente y bailé contra el pecho de Isaac, pegando mi trasero a su cuerpo, restregándome.

—Guíame tú.

Entonces tomó mi mano y nos alejamos de toda la gente justo cuando estaban amontonádose para ver algo. Logré identificar a Leila y Jack en medio, por lo que supuse que ya estaban por competir. Y me lo perdería. Por lo que esperaba que valiera la pena.

Isaac me guío hasta subir las escaleras las cuales me ayudó a subir ya que yo veía doble todo. Reí de forma estúpida cuando él pellizcó mi trasero. Nos adentramos a una de las habitaciones e Isaac no tardó en venir por mi boca. Solté un gemido lleno de sorpresa y deseo al sentir su dureza en mi parte íntima. Sus manos viajaron hasta el final de mi vestido y lo subió hasta mi cadera para después estrujar mis muslos con deseo, pegándome más a él.

—Isaac —gemí contra su boca, sin aliento.

—Espero que lo grites fuerte —habló con voz ronca y me cargó entre sus brazos volviendo por mi boca de nuevo. Enredé mis piernas en su cintura y caminó conmigo hasta la enorme cama donde me arrojó y se colocó encima de mí.

Solté un gemido cuando sus labios se dirigieron a mi cuello y sus manos se colaron debajo de mi vestido hasta subirlo y sacarlo por completo. Tomé su rostro entre mis manos y lo besé con lujuria mientras desabotonaba su camisa hasta sacarla y retiraba el cinto de su pantalón. Isaac gimió contra mis labios cuando masajeé su miembro que buscaba atención.

—Muñeca —soltó con voz ronca mientras frotaba mi parte íntima con sus dedos por encima de la ropa interior.

Y entonces a mi mente vino de golpe cierto pelinegro lleno de tatuajes y ojos azules. Paré de hacer lo que hacía aunque a Isaac no pareció importarle y siguió tocándome.

HEATHER: Promesas Rotas © [Primer Y Segunda Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora