(***)
Cada vez que cierro mis ojos está ahí esperándome
Siempre me encuentra
Ese mismo día por la tarde aparecieron personas que seguirían investigando la habitación de mi hermano. Hasta ahora habían encontrado varias cosas que podrían ayudar a descubrir quién era el asesino, sin embargo no querían decírmelo. Ni siquiera Andrew.
¿La razón? Dijo que necesitaba ocuparme de mi salud mental primero. Y que lo demás se lo dejara a los profesionales.
Por otro lado, mis padres no habían dado señales de vida. No a mí personalmente, por lo menos. Al parecer no planeaban volver tan pronto por lo que Andrew me hizo saber que ahora estaba enteramente a su cargo. Pues él sería el principal responsable si algo malo me llegase a suceder. Además de que mis padres se comunicaban conmigo a través de Andrew.
Ni siquiera eran capaces de llamarme o algo similar.
—La semana que viene retomarás tus clases en casa —Mencionó mi niñero-guardaespaldas desde la puerta de mi habitación.
Yo me encontraba en mi cama, dibujando un boceto cualquiera en mi libreta.
—No, gracias —negué con desinterés.
—No fue una pregunta.
Levanté la vista hasta que mis ojos chocaron con los suyos. Él estaba apoyado en el marco, de brazos cruzados y observándome de forma neutra pese a que su voz demandaba seriedad y autoridad. Portaba una camisa negra que se amoldaba perfectamente a su cuerpo, junto a unos pantalones cargo de igual color y unas botas de hombres. Su vestimenta me recordó a los militares.
—Dile a mis padres que no me siento lista —ordené con notable molestia en mi voz.
—De hecho ellos quieren que ocupes tu tiempo en algo productivo.
—¿Dices que se cansaron de ver cómo me deshidrato en lágrimas?
Andrew rodó los ojos ante mi tono sarcástico y se dio media vuelta para irse de mi habitación.
—Quiero que bajes en menos de cinco minutos. Me acompañarás a tu escuela —sentenció para finalmente irse sin dejarme oportunidad de quejarme. Por lo mismo que solté un bufido y me levanté de la cama a regañadientes. No era cómo si me gustara hacerle caso, mucho menos cuando se creía mi padre, pero entendía que solo seguía órdenes. Y también sabía la cantidad de problemas que le traería con mi padre si no lo obedecía.
Así que busqué un suéter y acomodé un poco mi cabello rubio con mis dedos antes de salir. Caminé por el pasillo de forma despreocupada hasta llegar a las escaleras, lugar donde ví a Andrew al final de éstas. Él se estaba colocando su típica chaqueta de cuero cuando me vio.
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HEATHER: Promesas Rotas © [Primer Y Segunda Parte]
Teen FictionHeather Evans es una chica nacida en una familia adinerada y poderosa. Con padres sumamente reservados y estrictos, de esa forma buscan que sus dos únicos hijos, Daryl y Heather, sean igual de exitosos que ellos. Sin embargo, el asesinato hacia el h...