(***)
¿Puedo acostarme aquí, a tu lado?
Hasta que te sientas mejor
Prometo cuidar de ti
Aquella chica alta, de cabello rojizo y en perfectas ondas que caían como cascadas hasta sus hombros, caminó hasta mí sobre sus tacones rojos de casi veinte centímetros acompañada de mis viejas amigas. Leila, Alexa, Sabrina y Taylor. Las chicas más populares de mi salón y casi de toda la escuela; conocidas por ser unas auténticas zorras, víboras y gatas engatusadoras que siempre se salían con la suya.
-¡Dios, amiga! Hace semanas que no te vemos por aquí -dijo Taylor, la chica pelirroja, dándome un asfixiante abrazo.
-Hola, Tay-forcé una sonrisa y apenas devolví el abrazo.
-Lamentamos lo de Daryl, Heather-dijo una chica de ojos verdes, Leila-. Intentamos llamarte, pero no respondías.
-Sí, apagué mi celular. Lo siento-me encogí de hombros.
-Fuimos a tu casa tres veces, pero los de servicio no nos permitieron entrar-informó Alexa, con una mirada extrañada.
Fruncí el ceño.
-¿Por qué no?
-Un hombre alto y de ojos azules no lo permitió -respondió Sabrina esta vez, indignada-. Dijo que tenía órdenes de no dejar pasar a nadie que no fuera de la familia Evans o que trabajase para ella.
¿Ella estaba hablando de Andrew? ¿Mi guardaespaldas les había negado el paso, y encima nunca me había mencionado nada?
-¡Es cierto! Amargado de mierda. Casi nos echaba a la fuerza -se quejó Alexa, molesta, haciendo resonar su tacón de aguja en el piso.
-Pero sí que está bueno, Heather -rió Taylor de forma descarada-. ¿Cómo se llama, eh? Jamás lo había visto en tu casa.
Evité rodar los ojos. Ahora más que nunca quería largarme de allí, entrar en el auto y esperar a Andrew solamente para reclamarle lo que había hecho. Claro que tampoco me importaba mucho, porque mis "amigas" no habrían sido de mucho apoyo emocional de todas maneras, pero aún así hubiera sido lindo que me dijera que había tenido visitas. De esa forma me ahorraba los malos pensamientos hacia aquellas víboras.
-Se llama Andrew-contesté, con intenciones de irme de allí.
-Andy, suena lindo, ¿no creen? -dijo Leila, haciendo reír a las demás.
-Chicas, me tengo que ir-di media vuelta sin más y comencé a caminar.
-¡Heather, espera! -la voz de Sabrina me detuvo. Me giré hacia ella, impaciente -. ¿Cómo llevas lo de tu hermano? -preguntó cuidadosamente. Casi en un murmuro.
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HEATHER: Promesas Rotas © [Primer Y Segunda Parte]
Novela JuvenilHeather Evans es una chica nacida en una familia adinerada y poderosa. Con padres sumamente reservados y estrictos, de esa forma buscan que sus dos únicos hijos, Daryl y Heather, sean igual de exitosos que ellos. Sin embargo, el asesinato hacia el h...