Capítulo 5 | The mountain

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Cada vez que siento que lo estoy superando,
Me despierto en el fondo de todo otra vez



***

HEATHER.


Mis pies descalzos tocaron el frío suelo del pasillo. Estaba oscuro en ese entonces por las altas horas de la madrugada, pero eso no me impidió avanzar por el. Me dirigía hacia un lugar pero no recordaba hacia donde.

Llegué hasta una puerta, la reconocí; la habitación de mis padres. Dentro se escuchaban gritos. Ellos discutían.

¿Cómo fuiste capaz de hacer algo así? —preguntó una voz femenina que reconocí como la de mi madre.

¡No tuve elección, Lindsay! ¡Lo hago por nuestra familia! —Defendió mi padre, desesperado.

Empujé la puerta lentamente, dejando apenas un espacio para poder ver lo que estaba pasando. En la habitación se distinguía la figura de mi madre, tapando su rostro con sus manos en un gesto de preocupación. Mi padre estaba detrás de ella intentando justificar sus actos.

Pero yo no sabía cuáles eran.

Mi madre se dio vuelta hacia él y lo miró con molestia y angustia.

¡Lo hiciste por tu maldita ambición, Bruce! —acusó—. ¡Esa maldita empresa te está volviendo loco! ¡¿No eres capaz de ver lo que estás haciendo?! ¡Terminarás por hundirnos, maldita sea! ¡Debes dejar toda esa mierda de lado o te juro que lo diré todo!

Un golpe.

Y silencio.

Abrí mis ojos grandemente, asustada. Tuve que tapar mi boca con mi mano para ahogar un grito de sorpresa.

De repente mi madre se encontraba en el piso cubriendo con una mano su mejilla. Fue entonces que su mirada se cruzó con la mía al abrir los ojos. Me observó con sorpresa, pero la apartó de inmediato cuando mi padre se puso de cuclillas para tocarla.

Ni una palabra saldrá de tu puta boca, Lindsay —Amenazó tomándola de la barbilla con fuerza. Mi madre se quejó—. No te entrometerás en mis asuntos y mucho menos lo divulgarás por ahí, ¿escuchaste? No si no quieres que te eche a la calle y me quede con Daryl y Heather. Porque te prometo que jamás volverás a verlos.

Mamá no contestó. Alcancé a ver como sus ojos se dirigieron a mí, y entonces salí corriendo de ahí con lágrimas en los ojos. Corrí sin detenerme hasta la habitación de Daryl a contarle que papá había golpeado a mamá.

Oscuridad. Fue lo primero con lo que me encontré al abrir los ojos, exaltada, y con mis mejillas húmedas. Me senté en la cama y miré a mi alrededor con miedo por alguna razón. No sé que fue lo peor que estaba esperando que sucediera, pero no lo hizo. Aún así sentí que estaba en un lugar desconocido y lleno de extraños.

Porque ese sueño no había sido una pesadilla, sino un recuerdo. No recordaba con exactitud mi edad entonces, pero era tan solo una niña.

Limpié con el dorso de mis manos las lágrimas sin saber el porqué de ellas. Me pareció extraño el hecho de que mi habitación se encontrase tan oscura siendo que la luz de la luna siempre se colaba por la puerta corrediza que daba hacia el balcón, la cual siempre dejaba abierta. Y entonces lo entendí al llevar mi mirada hacia allá; la puerta estaba cerrada y las cortinas igual. Era entendible si afuera estaba haciendo un frío del demonio.

HEATHER: Promesas Rotas © [Primer Y Segunda Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora