『34』

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Desde la ventana del taxi, Elise observa el mundo que se desvanece en el horizonte, mientras su decisión se aferra a su ser con una determinación frágil pero firme, como el vaivén de las estrellas que pintan las alas del cielo nocturno. Un sobre apretado entre sus dedos, como un tesoro efímero, simboliza el eco de una verdad que anhela encontrar su voz en medio del silencio.

─Puede que tarde un poco aquí ¿pero sería tan amable de esperarme? Le pagaré todo el tiempo que tarde.─ Cuestionó la jóven mientras se bajaba del auto, mirando por la ventana del copiloto a él conductor de mediana edad.

─Claro jóven, la espero aquí, tómese su tiempo.─ Le regaló una amable sonrisa a la muchacha, y ella le devolvió el gesto.

Se alejó ahora del cohce, con el sobre aún entre sus dedos. Estaba de pie enfrente de la amplia casa de los Sano.

Aún estaba dudando si hacía lo correcto, pero decidió ser firme, o al menos intentar serlo. Se acercó a la puerta principal y dió unos suaves toques.

Demoró unos momentos, pero después la puerta se abrió. Se dejó ver a un chico de cabellos planos y piel morena.

─¿Eli?

─Izana, hola...

Hubo un estado de shock por unos momentos, pero después él la invitó a entrar.

─Entra, no te quedes ahí.

Ella asintió levemente e hizo una pequeña reverencia para ingresar en la espacioso hogar de la familia Sano.

Cuando quitó sus zapatos para ingresar al tatami, rápidamente fue interrumpida por una voz de la cocina.

─¡Izana ¿quién era?!

─Bu-Buenas noches EmmaChan...─ Se asomó con timidez, para después acercarse un poco a la mesa frente a la cocina.

─¡¿Elise?!

─Menudo infarto cuando te vi en la puerta Elise.

─Lo-Lo siento Izana... jaja...

Rápidamente los brazos de Emma la rodearon en un abrazo.

─¡Estou tan felíz que hayas venido aquí otra vez!─ La apretó con más fuerza. Momentos después se separó, sosteniendo la mano de su amiga con la de ella, arrastrándola a sentarse en la sala. ─¡Rápido Izana, llama a Shinichiro!

─Sí, sí, ya voy.─ Habló con desinterés, dirigiéndose al pasillo.

─Eli ¡pensé que nunca más vendrías aquí!─ Se sentó a su lado en el gran sofá frente a la televisión, abrazándola por el brazo.

─Ja ja sí, yo también lo pensé...

─Y dime, ¿qué haces aquí? No me digas que vienes a-

─Sí, es lo que estas pensando. Vengo a despedirme Emma, me voy a estudiar a Estados Unidos.

─¿Qué, enserió? ¿En verdad te irás?

─Sí ¿Qué pensaste?

─Que venías a arreglarlo con Mikey...─ Sentenció cabizbaja. Perdón por mencionarlo...

La mirada de Elise encontró el rostro cubierto de Emma, que lo tenía enterrado en su brazo. Elise pasó su otra mano por la cabeza de su amiga, acariciándole con suavidad el cabello.

Lᴀ Cʜɪᴄᴀ Dᴇ Mɪᴋᴇʏ Es Uɴᴀ NᴇʀᴅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora