『12』

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El cielo es algo verdaderamente hermoso. Siempre que tengo un momento lo contemplo todo lo que pueda. Y cuando voy con Mikey en su moto, aferrada a su espalda, y con mi mejilla en su hombro, también lo admiro con exaltación.

Pero de algún modo, cada vez que veo el firmamento, pienso en Mikey. Creo que el puro y amplio cielo, me da la misma paz, confianza, y calidez que cuando observo fijamente sus profundos ojos azabaches.

─¿Cómo estás?

─Algo nerviosa

El rió bajito

─¿Desde cuando estár conmigo fue así?

─Q-Quizás desde ayer..

Hubo silencio unos momento. Era raramente calmado, no incómodo. Pero yo seguía de nervios.

─¿Cómo estás?

─Ya lo preguntaste

─No respondiste

Reímos.

─Estoy bien

─Me refiero si te duele ahí...

Lo observé extrañada

─¿Dónde?

─Quería pedir perdón, ayer fui demasiado brusco, lo lamento si te dolió, ¿aún duele?

─¿Eh?─ Mis mejillas comenzaron a arder, y mis labios temblaron cuando me dí cuenta a que se refería ─¡N-No m-me d-d-due-ele n-a-ada!─

Es obviamente una mentira, me dolían las caderas, sentía un poco de dolor en le entrada de mi feminidad debido a la fuerza que usó ayer, y encima los pies me tambalearon en la mañana, aún lo hacen.

─Me alegro, estaba en verdad preocupado de haberte lastimado

Mi corazón saltó de la alegría, esa simple frase me hizo morir y renacer en un segundo.

─¿Estás sola en casa hoy?

Me observó de reojo por un momento, sonriendo.

─Mi casa siempre está sola

─Entonces, ¿quieres que me quede contigo?

¿Quedarse conmigo? En verdad quiero que siempre esté junto a mí, y que nunca nunca nunca jamás me abandone.

─Q-Quédate conmigo

─Te falto algo

Lo miré extrañada.

─Te falto el "porfavor"

Tragué saliva y apreté mis puños en su ropa, sobre la zona de su abdomen.

─P-Porfavor Mikey...─ Cedí ante su petición sin ningún tipo de reproche

¿Por qué soy tan sumisa ante él?

─Si me lo pides así─ Sentí como su voz se volvió un poco más grave ─Entonces pasaré la noche contigo, muñeca─

¡Dios mío! Enserio me hizo palpitar, el dolor de mi cuerpo pareció no importarme en lo más mínimo cuando le permití pasar la noche en mi casa.

─Bien, ya estamos aquí─ Estacionó su CB250T y me ayudó a bajar tendiendome su mano

Cuando fui a poner un pie en la acera, sentí que me tambaleé hacia los lados, haciéndome tropezar.

─Ten más cuidado─ Mikey, que estaba de espalda a mí, se volteó y me sostuvo con sus brazos, dejando mi cara en su pecho

─G-Gracias

Lᴀ Cʜɪᴄᴀ Dᴇ Mɪᴋᴇʏ Es Uɴᴀ NᴇʀᴅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora