12:06AM
Perpleja por el lujo y la modernización no podía parar de mirar a su alrededor todo el tiempo.
─Mierda... estoy tan nerviosa...─
Era una de las pocas veces que decía alguna "grosería" pero su ansiedad se lo permitía. El momento que tanto esperaba al fin había llegado, iba a volver a verlo, al fin.
─¿Que te escuche? Vete de vuelta a Estados Unidos con tu arrepentimiento, yo no lo necesito.─
Los ecos de las palabras amargas
resuenan en su mente, un tormento que desgarra. Sus palabras, un cuchillo que había desgarrado su alma, como si hubieran sido en verdad dichas.Pero el ascensor asciende como un rayo, un pestañeo hasta el piso 25, llevándola al piso donde su amor reside.
El guardia le advirtió de su ausencia, pero ella lo esperará. Su paciencia alimentada por las ansias de verlo otra vez.
Caminó lentamente por finos pasillos. Perdiéndose un poco, pero llegando rápidamente al apartamento 101. Aún sabiendo que está vacío, le causa inseguridad entrar ahí. Pero luchando contra sus miedos, abrió finalmente la elegante puerta oscura.
La puerta se abre revelando un hogar vacío. Los muebles ordenados, un orden inquietante,
un reflejo del corazón solitario que ahora en él alberga.─Dios mío...─ Su boca se abrió en asombro cuando sus ojos fueron golpeados por la hermosa vista que se podía contemplar desde adentro del apartamento.
Elise fue atraída por esto de la ciudad, se acercó a los hermosos cristales, quedando perpleja ante lo que veían sus ojos. Desde ahí, tenía también una hermosísima vista del cielo estrellado. Sus ojos se posan en la vista panorámica, la ciudad, una constelación de luces brillantes.
─Asíque... esta es tu vida ahora...─ Susurra, su voz un lamento perdido en la noche.
La ciudad, un mosaico de luces,
testigo del reencuentro que su corazón anhela.Entonces decidió seguir caminando por el lugar, encontrándose con la puerta abierta, de lo que parece ser la habitación de Sano.
Estaba todo organizado, con alungos posters de motos, pero eso lo hacía ver triste y solo. Era como un lugar sin vida, monótono. Parecía la casa de otra persona "¿Enserió esta es la casa de Mikey?"
Su duda fue callada al sentir la llave en su mano. La dejó rápidamente sobre la enorme cama cuando un montón de fotos llamó su atención.
Se acercó a la otra punta de la cama y se sentó ahí delicadamente. Aunque la luz estaba apagada, la vista completamente abierta hacia la ciudad llena de vida, la iluminaban lo suficiente como para darse cuenta que las fotos, son pertenecientes a la niñez de ambos.
ESTÁS LEYENDO
Lᴀ Cʜɪᴄᴀ Dᴇ Mɪᴋᴇʏ Es Uɴᴀ Nᴇʀᴅ
Fiksi Penggemar─¿ϙᴜᴇ́ ᴍɪᴇʀᴅᴀ ʟᴇ ᴇsᴛᴀ́s ʜᴀᴄɪᴇɴᴅᴏ ᴀ ᴍɪ ɴᴏᴠɪᴀ, ʙᴀsᴛᴀʀᴅᴏ? ғᴀɴғɪᴄ ᴅᴏɴᴅᴇ ᴜɴᴀ ᴄʜɪᴄᴀ ϙᴜᴇ sᴜғʀᴇ ᴅᴇ ᴜɴ ʙᴜʟʟʏɴɢ ᴅᴇsᴍᴇᴅɪᴅᴏ ʏ ᴄᴏɴsᴛᴀɴᴛᴇ, ᴛᴇʀᴍɪɴᴀ ᴄᴏᴍᴏ ɴᴏᴠɪᴀ ᴅᴇʟ ʟɪ́ᴅᴇʀ ʟᴀ ᴛᴏᴋʏᴏ ᴍᴀɴᴊɪ ɢᴀɴɢ. ᴜɴᴀ sᴇɴ̃ᴏʀɪᴛᴀ ғʀᴀ́ɢɪʟ, ᴛɪ́ᴍɪᴅᴀ, sᴜᴍᴀᴍᴇɴᴛᴇ ɪɴsᴇɢᴜʀᴀ, ᴄᴏʙᴀʀᴅᴇ, ʏ sɪɴ ʟᴀ ᴍᴀ́...