Dos mejores amigos que desde pequeños se prometieron crear el circo más inigualable y famoso que haya podido haber en el planeta tierra, pero para eso, tendrían que encontrar personas únicas en su travesía.
➺ Zodiaco BL/OMEGAVERSE.
➺ Inicio: 11/01/2...
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El joven alfa sonrió cuando vio al gran jabalí, sostuvo su arco posicionando una flecha que iría directamente a la parte débil del animal.
Pero un cazador enorme y gritón hizo que bajara su arco.
—Por Dios, va a morirse—masculló viendo como el corpulento hombre se lanzaba al animal.
El hombre intentó enterrar su lanza sin tener éxito alguno y solo enfureciendo al animal. El jabalí gruñó levantando sus dos patas dispuesto a rematar al hombre que se había paralizado en el suelo.
El pelinaranja bufó indignado y levantó su arco y flecha llamando la atención de la bestia.
—Ven aquí—sonrió con suficiencia.
El hombre salió despavorido y el joven alfa rodó sus ojos.
El joven comenzó a correr hacia la salida, antes de hacerlo y llamando la atención de los presentes, preparó una flecha impactado de lleno en su objetivo.
Todos soltaron un grito de asombro al ver que el animal cayó, aunque aún se movía, el pelinaranja se acercó, sacando una navaja y acabando de lleno con su vida.
Los ojos de Cassian brillaron cuando vio eso, sabiendo que no se equivocó para nada cuando fijó su mirada en ese chico pecoso.
—¡Tenemos un ganador y es bastante joven!—soltó el hombre y todos vitorearon.
Phyllis miraba con sorpresa a su alfa, que se veía totalmente emocionado.
—Tenemos que llevarnos a ese niño, PhyPhy—aplaudió y el nombrado negó con su cabeza con una tonta sonrisa.
—¿No piensas ir y...? Se fue—suspiró con fuerza y le sonrió de lado a Lysander que llegó unos segundos después.
—¿En serio fue?
Phyllis asintió pasando la mano por su cabello.
—Siento que además de mago es psíquico—habló Einar llegando al lado de los dos.
Gaelen parecía completamente ido mientras miraba al pelinaranja.
Como todos, había visto la gran hazaña que realizó el joven alfa y su felino quedó completamente embobado con el contrario.
Sus mejillas estaban rojas y su aroma se volvió dulce.
Los dos omegas y el alfa se voltearon a ver.
—¿Pasa algo?—le preguntó Einar pero Gaelen no le prestó atención.
Luego los tres siguieron su embobada mirada.
—Oh...ya veo—Einar se rió con suavidad.
Gaelen fue ahí donde sintió las miradas de sus amigos y los miró sonrojándose con fuerza.
