Dos mejores amigos que desde pequeños se prometieron crear el circo más inigualable y famoso que haya podido haber en el planeta tierra, pero para eso, tendrían que encontrar personas únicas en su travesía.
➺ Zodiaco BL/OMEGAVERSE.
➺ Inicio: 11/01/2...
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El pequeño circo comenzó a moverse hacia un pueblo lejano, al cual nunca habían ido porque debido a los pocos recursos no les daba para moverse demasiado lejos.
—¡Es hermoso!—soltó Gaelen al salir de la caravana que compartía con Einar.
La verdad es que ese pueblo era hermoso, tenía árboles tupidos y casas con terminaciones de color verde.
Arien extendió los papeles a los chicos para que los repartieran dándose a conocer y para invitar a sus shows a la gente.
Gaelen al momento de tener sus folletos salió corriendo.
—¡Oye, Gal! ¡Espérame!—le gritó Einar yendo tras su amigo.
Phyllis se rió con suavidad al ver a los dos omegas salir corriendo.
Lysander suspiró con cansancio.
—Por Dios, Gaelen tiene mucha energía—soltó el signo de aire.
Cassian se rió.
—Deja de hablar como anciano, Ly—le palmeó el hombro.
—Habló el anciano—sonrió de forma burlona el peliblanco y este lo miró indignado empujando a su mejor amigo.
—Malvado, te intentó dar ánimos y me tratas así—bufó con indignación.
—Iré con ellos Gal es capaz de asustar a la gente si está solo, Einar no podrá controlarlo—habló Phyllis.
Cassian asintió y le besó la mejilla sonrojando al omega.
—Ve con cuidado, cariño—le sonrió y el signo de agua asintió aún mareado por la vergüenza.
Los tres alfas vieron al omega desaparecer.
—¿Cuándo le vas a pedir la mano, Cassian?—le preguntó Arien de brazos cruzados mientras se apoyaba en el tronco de un árbol.
El alfa mayor se sonrojó y tapó su rostro con el sombrero de copa como pudo.
—Es que...aún no encuentro el momento especial—murmuró y Lysander suspiró con fuerza.
—Vamos, amigo. Se nota que se aman, siempre se ha sabido, fueron el primer beso del otro...—Cassian detuvo a su amigo.
—¡No sigas! Me avergüenzas—le tapó la boca y el librano entrecerró sus ojos.
—Si no me sueltas, te congelo las bolas—soltó contra la mano del más alto que lo soltó rápidamente.
—Hey, mis bolas son importantes, ¿cómo le daré cachorritos a mi adorado Phyllis si me las congelas?—se puso una mano en el pecho dolido y Arien soltó una risa nasal.
