➥ Dos mejores amigos que desde pequeños se prometieron crear el circo más inigualable y famoso que haya podido haber en el planeta tierra, pero para eso, tendrían que encontrar personas únicas en su travesía.
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➺ Zodiaco BL/OMEGAVER...
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Van Kipps siempre fue un rarito, un rechazado social como le dirían actualmente, no sabía interactuar con la gente más allá de decirles groserías o tratar como objetos (a veces) a los omegas.
Pero realmente es que no tiene que ver con un trasfondo familiar, ni un trauma que haya tenido de pequeño. Simplemente Van nunca quiso realmente relacionarse con la gente de buena manera.
Su madre era la alfa más amorosa que pudiera existir y su padre omega era el hombre más carismático del mundo.
Intentaron criar a su hijo de la mejor manera posible, intentando con todas sus fuerzas que el joven fuera un hombre hecho y derecho con sus convicciones bien puestas.
Pero no fue así y muchas veces sus padres se preguntaron qué hicieron mal para que su hijo no tuviera muy buena fama en su pueblo o lo acusaran muchas veces de ser un pervertido y mal hablado sin precedentes.
Van fue un niño muy callado, pero de igual forma demasiado burlón (y no en el buen sentido de la palabra), solía humillar a los alfas solo porque eran más bajos que él, ya que este joven desde muy pequeño tenía una altura mayro al promedio y una fuerza desbordante.
—No me peleé de nuevo, padre—soltó alejando su rostro de las manos de su padre.
—Tienes el labio roto, cariño.
—No importa—soltó y se alejó de ahí.
Sí, había peleado de nuevo con un niño que se burló de su estatura y que era demasiado delgado que parecía enfermo.
—¿Acaso tus padres no te alimentan? O son muy pobres para comprarte com...—Van no permitió que hablaran mal de sus padres.
Porque sí, él podría ser un hijo de perra (sin ofender a su padre) cuando quería, pero nunca permitiría que insultaran a sus madres, él los amaba, no podía reprocharles nada.
Si bien no tenía amigos, ni una buena reputación, eso no era culpa de su amorosa madre alfa ni de su comprensivo padre omega.
Simplemente la gente no le agradaba y no hacía nada para cambiar eso.
Nunca se vio interesado a pesar de que en el fondo deseaba tener a alguien con quien compartir sus vivencias, en el fondo quería a alguien a quien decirle amigo.
No tenía mayor interés realmente por nada que no sean los acróbatas, si había algo que el pequeño Van encontraba genial eran ellos.
Sus progenitores se entusiasmaron de que su hijo se interesara en algo, por eso lo llevaban a la mayoría de los circos cuando estos se presentaban en su pueblo.
Los ojos de Van siempre brillaban cuando veía sus presentaciones.
Quiso ser acróbata, pero su sueño se vio aplastado una vez.