➥ Dos mejores amigos que desde pequeños se prometieron crear el circo más inigualable y famoso que haya podido haber en el planeta tierra, pero para eso, tendrían que encontrar personas únicas en su travesía.
﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉﹉
➺ Zodiaco BL/OMEGAVER...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
──────── ・。゚☆: *.☽ .* :☆゚. ────────
El pequeño descanso los ayudó a recomponer energías y sentirse bien para volver a presentar, llegaron al siguiente pueblo.
Einar bufó completamente frustrado, estaba completamente exhausto de intentar llamar la atención de Lysander, de verdad, ese tonto alfa solo tenía ojos para el otro tonto alfa con orejas de zorro.
¡Y tampoco podía culpar al tonto de Conven por prestarle atención porque Avery era lindo, incluso era tierno el desgraciado y le salía natural!
Y además, ¡hasta tenía mejor trasero!
Maldición y lo peor es que sabía que Lysander nunca lo notaría. Lo sabía, todo este maldito tiempo.
Gruñó y de forma sin querer golpeó con el panfleto el pecho de alguien.
—Oye más cuidado, así dudo que lo reciban.
Einar sintió como su nariz picaba por un suave olor a canela y su omega se removió en su interior, levantó su mirada encontrándose con unos grises como el mismo cielo nublado que los cubría hoy.
El cabello rubio caía por su frente de forma atractiva y el signo de agua sintió como sus mejillas se sonrojaron.
El chico también se quedó completamente embobado con el omega pero carraspeó y leyó el papel que de forma agresiva el contrario le había entregado.
—¿Un circo?—sonrió divertido y de lado.
Eiran asintió de forma tímida.
—Sí, nos presentaremos esta noche a las afueras del pueblo, p-por si quieres ir.
—Hjm...debería entrar gratis, ¿no lo cree?—ladeó su cabeza y Einar lo miró confundido—digo, me golpeó con esto—movió el papel.
—No puedes entrar gratis solo porque te golpeé sin querer con el panfleto—frunció el ceño.
—Entonces deme un descuento...
Einar miró fijamente los ojos del más alto y bufó.
—Bien, un tercio del precio.
—La mitad.
—Un cuarto—levantó su ceja y el alfa rió.
—Trato—extendió su mano y Einar la estrechó con fuerza aunque sintió una pequeña descarga eléctrica que lo hizo retirarla.
—Auch, ¿qué demonios?—miró su mano y luego la mano del rubio.
El contrario sonrió y tapó su boca.
—Ups, lo siento, bueno, ahí estaré, adiós. Esperaré que cuando vaya a recepción cuente mi descuento, bello omega—le guiñó un ojo de forma elegante y movió su mano de forma de despedida y se perdió entre la gente.