Dos mejores amigos que desde pequeños se prometieron crear el circo más inigualable y famoso que haya podido haber en el planeta tierra, pero para eso, tendrían que encontrar personas únicas en su travesía.
➺ Zodiaco BL/OMEGAVERSE.
➺ Inicio: 11/01/2...
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Arien se sentía completamente feliz al ver a Tailei brillar nuevamente y ahora más que nunca.
—Bueno, chicos. Reúnanse—la voz de Cassian lo sacó de sus pensamientos.
El signo de tierra mayor también parecía más tranquilo desde que Phyllis se enojó con él.
Tailei bajó y se puso al lado de su alfa.
—Estamos en la final, mañana nos enfrentamos a uno de los circos más famosos del país—habló mirando a los once chicos—, lo hemos hecho muy bien, hemos puesto todo nuestro esfuerzo en esto.
Todos asintieron.
Van miraba de reojo a Ceron que observaba con una suave sonrisa al mayor del circo.
Aunque el tigre se percató de la mirada de alguien y volteó a ver, pero al percatarse de que era Van le sacó la lengua y volvió su vista a Cassian.
El lobo del signo de tierra gruñó y bufó al ser rechazado por su omega por culpa del humano.
Ceron había notado que Van ya no le decía comentarios desagradables, al pasar más tiempo en el circo aprendió muchas cosas y ya no se dejaría engatusar por palabras, dichos o actos desagradables.
Ya no era un pequeño cachorro de tigre que había pasado 16 años encerrado en una jaula.
Aún sentía que tenía mucho más que aprender, pero al menos ahora sabía diferenciar el sarcasmo de algo real.
Percatándose de muchas cosas que Van le había dicho no habían sido nada agradables.
Por eso ahora le caía tan mal el alfa y luchaba constantemente con su omega que exigía volver a estar cerca de él porque lo extrañaba.
¡Pero el híbrido no lo extrañaba para nada!
De solo pensarlo se ponía de mal humor.
Pero decidió ignorar al alfa que le miraba ojos de cordero, lo cual era raro y lo perturbaba.
—Estoy seguro de que lo haremos bien, si ganamos, celebraremos como se debe, si perdemos, también, porque no sería el fin del mundo y lo intentaremos de nuevo—siguió hablando el alfa mayor.
—Ganaremos—habló Arien con el ceño fruncido.
—Sí, nos vamos a esforzar al máximo en esta presentación—sonrió Lysander.
Cassian sonrió en grande.
—Así se habla, queridos míos—aplaudió.
Ese día todos entrenaron de forma ardua, pero sin excederse.
