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Dedicado a Avril.

(Aclaro que nada dentro de este mundo tiene un sentido u relación con la realidad)

Finales del ciclo escolar 2021.

El albino pasaba caminando por el pasillo hacia el escenario donde estaban sus compañeros. Hoy era su ceremonia de graduación de escuela media.

-En nombre a toda la escuela-Una mujer habló pidiendo silencio-A nuestro mejor alumno en siglos, queremos darte un regalo, Hiroshy.-La mujer Sonrió y extendió un sobre-Te deseo suerte a donde sea que vayas.-Murmuró entre ellos lejos del micrófono.

Hizo una reverencia ante la mujer y se dirigió a su lugar, más tarde sería nombrado una millonada más de veces para más premios y agradecimientos.

Al terminar la función pudo ver a su madre atareada con tantos premios sobre ella, le ayudó con algunas cosas.

-Lo siento, mamá-Dijo mientras tomaba algunas cosas y su madre otras.

-No culpes tu inteligencia cariño.-Rió levemente-Además, es la primera vez que son más diplomas.

La mujer rió y se levantó de su asiento.

-Vamos vayamos a comer algo para celebrar.-Dije con una sonrisa de par en par.

Hiroshy la siguió por atrás cargando con dos o tres trofeos. A medida que salían del establecimiento, muchas personas felicitaban a la mujer rubia por los triunfos de su hijo, ella solo respondía con un "Muchas gracias, tenemos prisa" y los dejaba con la palabra en la boca.

-Deberíamos ir al autoservicio-Dijo Hiroshy animado.

-¿De verdad?-Hiroshy asentió de manera repetitiva-Sigues siendo un niño.

Ambos rieron.

-¿Pero si iremos?-La mujer asintió-Genial, pediré más de una cosa.

Se dirigieron hacia el auto, en el camino, mientras ambos reían, un hombre chocó con Hiroshy, parecía no muy mayor que el, ni muy menor que el.

-Oh...-Dijeron ambos al son.

Se trataba de un chico rubio de cabello corto, con ojos verdes y tez pálida.

-Lo siento, estoy un poco distraído...-Se apresuró a decir el tipo-¿Se encuentra bien?

-Si, ¿usted también?

-Si, gracias por preguntar, nos vemos.-Dijo el rubio y siguió su camino.

Hiroshy se lo quedo mirando hasta darse cuenta de que su madre lo miraba a él.

-¿Que pasa?

-¿Y eso que fue?-Dijo mientras se reía.

Hiroshy no comprendía mucho el motivo de risa de su madre.

-¿Eso que? No entiendo mamá.

-Nada cariño, no es nada.-Dijo riendo.

Hiroshy protesto en el camino y cuando subieron al auto no sabia que pedir.

-Um... ¿Puedo pedir lo que sea?

-Solo tres.-Dijo su mamá.

-Bieeen... Solo tres.-Dijo a regañadientes.-Quiero una capital feliz y esas dos de ahí.

Esperaron un momento y luego la mujer les dio su pedido. Les dieron las gracias y se fueron. Hiroshy no perdió el tiempo y comenzó a comer, abriendo su cajita feliz.

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