Hiroshy se encontraba en la biblioteca de Hyott, buscando libros para repasar para sus evaluaciones orales, meceandose en el banquito que usó para alcanzar los libros que necesitaba. Aunque cuando quiso bajar resbaló y cayó, por suerte, en los brazos de alguien.
-Ten cuidado.-Dijo aquel chico de ojos aguamarina.-¿Te encuentras bien?.
No, efectivamente estaba alucinando, las mejillas de Hiroshy se tornaron rojizas y no podía formular una respuesta coherente
-¿Nick...?-Murmuró, las manos le temblaban.
-Si, soy yo.-Murmuró con voz grave, como si fuera un ronroneo.
Sus labios se dieron un pequeño roce.
-Oye Hiroshy... Si te sientes mejor... ¿Puedo besarte?.
El aliento caliente chocar contra sus labios se sintió tan seductor para Hiroshy, que respondió con un pequeño quejido, incapaz de formular una respuesta. El chocar de sus labios le hizo dar una ola de calor, pasando su mano suavemente por las hebras doradas, gozando del momento.
De la nada el tono de alarma de su celular sonó, sacándolo del sueño. Apagó el celular a regañadientes, mientras se sentaba a reflexionar, por qué estaba soñando esas cosas tan viles.
"Por los orbes..." soltó un suspiro de culpa. "¿Porqué...?".
Se tiró hacia atrás, pensando en el momento en el que se dieron un beso. ¿La voz del príncipe podía ser tan sensual? Aquel tipo tan tímido, ¿era capaz de seducirlo con tan poco esfuerzo?. Se tapó hasta la cabeza queriendo huir de sus pensamientos, pensando en "positivo" diciendose que era muy probable que Nick no fuera gay.
¿Como podría serlo? Tenía todo lo que una mujer podría desear, un cabello largo y de ensueño, una hermosa sonrisa, los modales de un grandioso caballero, era atlético, lo descubrió ayer, y sobretodo era inteligente.
Ah, y como no olvidar su alto estatus, su posible riqueza infinita y...
"Como olvidarlo..." Cerró los ojos, complacido, como si estuviera dejándose llevar por el río Tenyenjerd(1).
Esos hermosos ojos color diamante, brillantes y perfectos. Podía sentir que se ahogaba en ellos, eran como un lago de agua perfecta y transparente, sin contaminar. Era como el largo cielo azul del medio día.
"¿De que carajos estoy hablando?" Sacudió la cabeza. "Voy a llegar tarde..".
Se levantó casi pegando un salto, se aseó más rápido de lo común y salió rumbo a su armario. Con todo el cuidado del mundo, se colocó poco a poco el uniforme escolar. Se fijó diez veces consecutivas sus útiles y tomó su celular.
Abrió la puerta despacio, pues esta chillaba si se abría demasiado rápido y no quería molestar a su madre. Pisó con cuidado de que las tablas no rechinaran también, y cerró la puerta despacio. Cuando bajó buscó lo primero que había en la alacena para comer, pero como no había nada dió la vuelta por donde vino y se fué.
Tal vez compraría algo en la estación, se le antojaba un pan con curry que hacía una señora en la estación.
Bien, había salido de su casa y escuchaba música a un nivel de volumen preocupante para los tímpanos. Escuchaba así música, siempre lo hacía, solo que esta vez el volumen no podía ahogar sus pensamientos. Caminó más rápido y casi se pasa de largo la estación.
Al entrar compró su delicioso pan de curry, justo después de comprarlo, el tren llegó y subió de inmediato. Mientras saboreaba su pan, se ponía a reflexionar una vez más la cara del príncipe.
"Sus labios eran tan suaves..." Suspiró.
Tembló ligeramente mientras volvía a morder el pan. Debía sacarlo de su mente antes de que pasara algo... malo.
Luego del viaje, llegó a Hyott. Caminó despacio hasta llegar a su salón, bostezó mientras entraba y vió a Violet discutir con Israel. Se quedó mirando desde la puerta, escuchando las extrañas acusaciones de la princesa.
-Violet, por favor.-Trató de calmar los humos de la joven.-Sabes que... no me gusta hablar de eso.
-¡Por favor Israel! la Tía Tory debe saberlo... Se enterará en algún momento.-Insistió.
No había nadie más en el salón que ellos dos y, bueno, Hiroshy.
-Violet, si alguien entra y nos escucha...
-¿Qué? ¿Tienes miedo?-Dijo seria.
Se tornó un filoso silencio, en el que cualquier palabra pronunciada por cualquiera de los dos sería un castigo. Hiroshy entró y se sentó al lado de Israel, fingiendo como si no hubiese pasado nada. El silencio se hizo más incómodo.
-Hiroshy, ¿alguna vez tuviste pareja?.-Preguntó la ojiblanca de la nada.-Es decir, ¿tienes pareja ahora?.
-Violet.-Israel la regañó.
-Le estoy preguntando a él.
Miró muy seria al rubio, luego volteó a ver al de orbes dorados, sonriendo, insistente.
-Bueno... Tuve novio antes.-Sacó su libro de Matemática.-¿Por qué preguntas Violet?.
Al levantar la mirada para verla, le pareció ver destellos salir de sus ojos de la felicidad que emanaba su rostro.
-¿Quieres uno?.-Dijo sonriendo.
Hiroshy sintió las mejillas muy calientes, se había sonrojado. Mientras Israel suspiraba, como si sintiera vergüenza y desviaba la mirada. Abrió la boca para responder, pero las palabras no acudieron a su petición.
-¿Si o no?.-Insistió ansiosa.
-Violet, cállate.-Israel volvió a regañarla.
Violet con una amplia sonrisa le jaló del pelo hasta dejar su cabeza contra la madera del escritorio.
-Shhh.-Volvió a mirar a Hiroshy.-Dime tu tipo, sin miedo, estamos en confianza.
-No eres cúpido.-Dijo a regañadientes Israel, aun postrado contra la madera.
-No tengo preferencias de hecho...-Pasó la mano por su pelo, nervioso.
Violet suspiró decepcionada.
-¿Ni una sola?-Hizo un puchero.-Debes tener preferencia de algo... Como de su pene.-Dijo como si hubiese encontrado la solución a un enigma.
-¿Q-Qué..?.-Sentía la cara muy roja, más de lo que ya estaba, recordándo su sueño con el príncipe.
Israel soltó una risita, llamando completamente la atención del albino. Pudo ver a Israel más de cerca, se dió cuenta de que tenía pequeñas pecas sobre su nariz, eso lo hacía más hermoso.
"¿Que digo...?" Desvió la mirada.
-¿Que te pasa Hiroshy? El tamaño tiene que ver mucho.-Sonrió sincera.-¿Qué te parece Israel como novio?.
Violet levantó la cabeza de Israel aún jalandole el cabello. Y por más maldiciones que estaba dándole a Violet, Israel bajo las estrellas blancuzas del lento y hermoso amanecer, se veía realmente bien, sobretodo en el aspecto desordenado de su cabello y su mirada celeste molesta por los tratos de su amiga.
-¿Qué tal eh?-Sonrió.-Aunque... Israel, ¿cuánto te mide?.-Preguntó curiosa.
-¿Por qué quieres saber?.
-Debes ser opción para Hiroshy.
Rió sarcástico, mientras veían a los alumnos entrar poco a poco.
Luego subo el otro :p

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Just Us
Fanfiction¿Que tan mal puede salir una relación entre un príncipe traumatizado-suicida y un becario distante y ansioso? El libro entero está dedicado a Avril.