Tal vez el albino no le temía a lugares cerrados y pequeños, pero sí a la oscuridad masiva. No había mucha luz y la extraña sensación de polvo y suciedad lo hacía sentir peor. Y para rematar, la cercanía entre él y el príncipe le hacía recordar su sueño.
No estaban tan cerca, pero Hiroshy podía ver la mirada aguamarina, sus ojos brillaban exageradamente, lo que le hacía dar más miedo.
"E-Es demasiado..." Pensó el ojidorado, tenía mucho miedo.
-Oye...-Israel lo trajo al mundo.-¿Te... te estás hiperventilando?.
El tono de voz del rubio era nervioso, pero se mostraba preocupado.
-N-No... solo respiro así...
Eso no lo convenció mucho, suspiró mientras cerraba los ojos y se pasaba la mano por el pelo. Supo que Hiroshy no era claustrofóbico, pero aún así lo estaba dudando.
-No tengo... claustrofobia.-Levantó la mirada, ¿acaso le leyó la mente?.-Solo me da un poco de miedo la oscuridad.
-Oh... am...-Se había quedado sin tema a decir.-Hiroshy... ¿Puedo acercarme a tí?.
Su voz salió algo tímida, como si tuviera vergüenza. El albino le concedió el permiso y el rubio se acercó a él dando un paso para acortar toda distancia posible, pudo oler un aroma similar al sabor del jugo de uva.
"Huele a uva cuando tiene miedo..." Sonrió levemente mientras se armaba de valor para realizar su siguiente acción.
-¿Puedo...?-Dijo con la voz un poco baja, para luego aclarar la garganta y volver a hablar.-¿P-Puedo abrazarte...?.
Su tono era nervioso y tan delgado como un hilo mientras se hundía en un murmullo a medida que pronunciaba otra palabra. Por otro lado, el albino se tomó tiempo para pensarlo, hasta que con un pequeño rubor accedió.
Dicho y hecho, deslizó lentamente por su brazo su mano derecha, mientras que, tal vez en un movimiento descarado, o así lo llamó el príncipe, atrajo a Hiroshy hacia él con su mano izquierda en la cintura del menor. Hiroshy se dejó abrazar lentamente, sintiendo como la mano derecha se posicionaba en su espalda, reafirmando el abrazo.
Estuvieron así un rato, pero no estaban incómodos, ya no. Ahora podían hasta tener contacto físico sin que Hiroshy pensara en aquellos labios tan finos con sus ojos celestes apreciándolo, mientras se besaban.
"¿Por qué no puedo dejar de pensar en eso...?" Se lamentó mientras se escondía en el pecho del príncipe.
-¿Y-Ya no t-tienes miedo...?-Temeroso pero seguro, logró formular una oración.
-No...-Levantó la mirada.-Tú perfume es muy lindo.
Israel se sonrojó más, rió nervioso tratando de disimular.
-B-Bueno... ¿qué te parece tomar asiento...?.
Hiroshy sacudió la cabeza.
-No... es muy temprano, si me abrazas así tal vez me duerma...
-Pero no duermes bien.-Murmuró aunque los oídos del albino pudieron escuchar hasta la respiración.
-No es tu problema...
Se quedaron en silencio por un momento hasta que el príncipe habló.
-Tengo insomnio...-Confesó.-No puedo dormir a gusto y... no me gustaría que pasaras por eso.
El albino se quedó en silencio, pero no se iba a quedar derrotado.
-Bueno, en primer lugar, sé lo que es el insomnio.-Hizo una pequeña pausa.-Y por otro lado... t-tal vez una siesta no hace daño...
Israel soltó una risita mientras daba un paso hacia atrás, atrayendo consigo al menor, cayendo lentamente contra la pared. Hiroshy quedó sobre él, sintiendo las manos del príncipe acariciar tediosamente su espalda, podía ver desde su posición el pequeño brillar de los orbes aguamarina del mayor.
"Sexualmente lindo..." Pensó imaginándose como se veían.
-Am... ¿Por qué no...?-Incitó a que se moviera un poco.
Hiroshy se acomodó de lado para dormir, siendo abrazado por Israel. Apoyó su cabeza en su pecho escuchando el latir acelerado del rubio mientras comenzaba a contar para dormirse.
"¿Es normal que su corazón lata así de rápido?".
Poco a poco sintió como algo lo cubría sobre los brazos del príncipe, era suave y calentito, como ya estaba por dormirse le restó importancia y siguió contando para ir rumbo a la tierra de los sueños.
Por otro lado el joven príncipe se acomodó como pudo para no molestar al joven, si podía, dormiría un poco. Cerró sus ojos mientras inhalaba el olor al shampoo de Hiroshy.
"Coco..." Sonrió inconscientemente.
Treinta minutos después Violet abrió la puerta lentamente y se encontró con la imágen de ambos durmiendo en el suelo, se sorprendió al ver que ambos estaban envueltos en las grandes alas oscuras del príncipe.
Volvió a cerrar la puerta tratando de no hacer ruido y caminó hacia William que estaba jugando con Ara una partida de ajedrez. Se sentó a la par suya y apoyó su cabeza en su hombro.
-¿Y cómo te va con tu psicología?.
-Creo que están enamorados.-Hizo una pausa para observar el tablero.-Pero a su vez creo que no lo saben.
En ella se le vino a la mente un viejo recuerdo del príncipe. Lo recordaba como si hubiese sido ayer: él, ella y Leo estaban en el Palacio de Yu Ze (1), recordaba las heridas de Israel en sus brazos, sus lágrimas caer silenciosamente y Leo tratando de convencerlo de curarlas.
Ella estaba en shock, nunca había visto algo como eso, o mejor dicho, nunca había conocido un caso como el que su amigo pasó, el miedo mismo de interactuar con sus amigos y el de inconscientemente desobedecer una orden.
Lograba recordar a la perfección los gritos enojados de Leo, tratando de hacer entrar en razón al rubio, y en ese momento el enojo en ella se hizo nostálgico, ¿cómo podía decir algo así sin conocer ese verdadero miedo en el que estaba sumido?.
Dejó escapar un suspiro, mientras seguía mirando el tablero de ajedrez, mientra abrazaba el brazo de William.
"Tal vez estén enamorados, pero ojalá que Israel sepa dejarse amar".
-Violet, ¿Qué te pasa?.-Acotó el ojiverde.
-Nada.-Su tono era frío, como el agua al fondo del oscuro, indescubierto y tenebroso océano, dejando en claro que la charla finalizó ahí.
Luego de una hora o dos, Violet abrió una vez más la puerta del "cuarto de pánico" y observó que Israel estaba despierto, mirando dios sabe que en su celular.
-¿Te vas a quedar ahí?.-Murmuró, lo suficientemente alto para que lo escuche y lo suficientemente bajo para no despertar al albino.
Él la miró y asintió con la cabeza, no quería despertar al joven que dormía placidamente, como si lo necesitara.
-Bueno... Nosotros nos iremos a comer algo.-Sonrió.-¿Te traigo algo rico?.
Israel sonrió y juntó sus manos mientras la alzaba para que las viera.
"Porfavor".
Violet se tapó la boca para no reír fuerte, negó con la cabeza y cerró despacio la puerta.
Palacio de Yu Ze: Es el palacio Imperial del Universo 28.
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Just Us
Fanfiction¿Que tan mal puede salir una relación entre un príncipe traumatizado-suicida y un becario distante y ansioso? El libro entero está dedicado a Avril.