VIII

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Dentro del funeral se encontraba una mujer de avanzada edad, llorando en silencio. Ya iban muchas veces que le tocaba llorar por la pérdida de un hijo.

"Pobre mi niño..." Suspiró mirando desde lo lejos el ataúd. "Yo se que nunca quisiste hacer esas atrocidades... Esas malas personas te influenciaron..." Se secó los ojos con un pañuelo negro con escote y perlas en las puntas.

El murmullo de los otros nobles era notorio, la juzgaban desde lo lejos, y podía escuchar las leves risas de su esposo y sus ancianos amigos, como si estuvieran en una fiesta. 

En el momento en el que iba a levantarse para regañar a su esposo, se hizo presente la imagen de uno de sus hijos más jóvenes, bajando por la escalera. Sus ojos verdes como el verde de un bosque puro y frondoso. Sus cabellos dorados guíados hacia atrás, lejos de ser lo que ocupaba siempre, habían unos mechones rebeldes que caían sobre su frente, pero eso solo terminaba de mostrar y afirmar su atractivo.

William vestía el negro mas puro de toda la sala, llevando su chaqueta bajo su brazo. Se dirigió directamente a donde estaba ella, sin dejarse llevar por los murmullos de víboras hambrientas que rodeaban la habitación, desprendiendo el olor de su colonia cara de Calvin Klein.

Una vez frente a su madre, se encontró con esos bellos ojos verdes que más le daba gusto haber heredado, agachó la cabeza a modo de saludo.

-Madre.-Dijo sin levantar la cabeza.

-William.. Viniste..-Dijo al borde del llanto.

William la abrazó, consolandola. Pudo sentir las lágrimas de su madre, mientras veía la cara de su padre a lo lejos, como si hubiese visto un fantasma. El rubio buscó la mirada de su madre, y con voz dulce la condujo hacia otra habitación.

Mientras tanto, en Beycrith se encontraba un malhumorado Hiroshy, lidiando con una tortuosa pijamada de su hermana.

"¿Está bien si puedes cuidar a tu hermana? Prometo volver no muy tarde" recordó las palabras de su madre.

-Hiroshy-Una voz chillona lo trajo al mundo.-Tenemos hambre, ¿Podemos comer sin mamá?

La pequeña pelinegra lo miró abrazando a su peluche, como tratando de dar lástima. Hiroshy frunció el seño al verla a la par de las escaleras, sus ojos azules le molestaban, su presencia le molestaba, y aún más el hecho de que llame "madre" a su madre.

"No es tú madre, niña." Quiso decirle.

-¿Enserio...? Humm... ¿Tú tienes hambre, Aoto?-La miró desafiante, sarcástico.

-Sí, en serio tengo hambre.-Dijo frunciendo el seño, pareciendo mas tierna.

-Bueno... Entonces veré que puedo hacer.-Dijo volviendo la vista al libro de física.

"Genial, ahora debo cocinar." pensó mientras suspiraba.

-Carajo...-Chasqueó los dientes mientras se levantaba.

Dejó el libro sobre la mesa de café del living y se adentró en la cocina, a revolver alacenas y la heladera. Después de preguntarse por minutos si hacer de comer fideos o arroz con salmón, optó por pedir a domicilio. Salió de la cocina y subió por las escaleras a buscar su celular y ahí se detuvo para ver que podía cenar.

"¿Por qué es tan caro?" Se sentó en la cama y luego decidió por el soba. A todos les gusta el soba, nadie se negaba a él.

Bajó las escaleras hasta sentarse en el sofá, retomando su libro. Aunque no pudo, en su memoria se encotraba la imágen del príncipe sonriendole, le costaba aceptarlo, pero no era mala persona después de todo, solo le costaba socializar. 

"Si necesitas ayuda, puedes enviarme un mensaje, pídele mi número a Vay." Recordó las palabras tímidas de Nick.

No necesitaba su ayuda, los apuntes que le dió eran muy buenos, muy específicos y bien explicados en pocas palabras. Aunque aún así algo en él le nacía en hablarle. Se detuvo a admirar la letra de Nick, escribía rápido pero su letra era muy bonita, se entendía bien. 

"¿Tendrá instagram..?" Pensó mientras se quedaba mirando una ecuación.

Rápidamente sacó su celular, y buscó su nombre en instagram. Respuesta a su pregunta, si tenía, aunque no subía muchas cosas. La últimas fotos que subió fueron hace unos meses, se fijó en algunas, tenía fotos con Violet, muchas donde aparecían haciendo estupideces, y también se topó con algunas en las que se encontraba con otro tipo, parecía de su misma edad.

"Felíz cumpleaños" Leyó debajo del post.

Siguió indagando, y se encontró una foto con William en el gimnasio, vistiendo ropa de esgrima, mientras tomaban una lata de Coca-Cola. Tenía fecha de septiembre del año pasado, en esta se los notaban muy animados, aunque el príncipe estaba muy transpirado, parecía que hacía un calor del demonio.

-No parece ser de aquí...-Se dijo a si mismo mientras analizaba la foto, hasta que descubrió que esta foto fué sacada en Emizia, en la escuela Armeshka. Se sorprendió mientras soltaba una risita.

Al bajar se topó con una foto con dos chicas más, una tenía el cabello negro y ojos celestes, como los de Israel, la otra tenía ojos grices y el cabello rubio. Ambos sostenían títulos en sus manos.

"Primer lugar, Desempeño en la música" Leyó el de las señoritas. "Primer lugar, Desempeño en esgrima" Leyó el de Israel.

-Esgrima..-Dijo para sí.-Es esgrimista.-Dijo como si hubiese resuelto el crimen del destripador de Brooklyn.

"Es esgrimista... debe tener un exagerado autocontrol mental." Reflexionó.

Tenía razón, la capacidad de concentración del Príncipe es inigualable, era muy buen alumno gracias a eso, aunque su peor enemigo podría llegar a ser el no saber que lo preocupa.

Y hablando del príncipe, este estaba practicando en las afueras del palacio esgrima, avanzando y retrocediendo sucesivamente. Buscando el problema  que lo mantenía lejos de sí. Atacando a la nada constantemente, bajo el frío abrazador del Imperio, bajo las estrellas.

-Será... Será...-Tarareó mientras avanzaba fugaz y cortaba una rama pequeña de un árbol. sin poder concentrarse en el problema.

"No importa cuanto corte, el árbol no se cae." Pensó sorprendido.

Recordó las palabras que le dijo a Hiroshy, preguntándose si iba a enviarle un mensaje o no. ¿Tal vez había sido muy descardo? ¿O acaso fue molesto? Tal vez no le agradaba Violet y él lo forzaba a hablarle. O aún peor, ¿y si realmente no le gustaba hablar con él? Tal vez fué muy molesto.

-Uh... necesito algo dulce..-Lloriqueó en voz baja.

"¿Qué me pasa..?" Cerró los ojos mientras caminaba de vuelta al palacio, sumido en sus pensamientos.


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