XVIII

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Ambos se encontraban sentados mientras surgía un silencio largo, no era incómodo, pero ambos contemplaban la nieve caer, como si fuera algo hipnótico. 

-¿Y que haces aquí?.-Se atrevió a decir Hiroshy.

-Huía de los preparativos para la semana de hojas nevadas.-Giró la cabeza levemente.-¿Y tú de que huyes?.

-De mis problemas.

Apoyó su mentón sobre sus brazos, que descansaban sobre sus rodillas flexionadas, pensativo.

-Bueno, creo que para mí es lo mismo, aunque parece que lo tuyo es... Más importante.

"No, no lo es." Frunció el seño.

-Es decir, creo que debe ser más importante que... No querer practicar un vals.-Rió suavemente.

La suave melodía de la risa de Israel lo sacó de sus pensamientos. Giró a verlo, realmente no podía dejar de pensar lo atractivo que le resultaba en cualquier situación que había vivido con él, bajo la nieve que caía esforzada del manto de hojas, se veía también demasiado atractivo, es más: sus ojos parecían brillar aún más.

-Bueno... Nunca aprendí a bailar.- Dijo mientras lo miraba.

-¿No?.-El tono de voz del príncipe parecía sorprendido y, ofendido aparentemente.-¿Que haces cuando sales?.

-Bueno, no suelo salir.-Confesó.-Además mis amigos de la primaria dejaron de ser mis amigos.

-¿Mmm? ¿Y eso porqué?.-Ladeó su cabeza, como un cachorro.- S-Si puedo preguntar claro.

La risa de Hiroshy se hizo presente.

-Bueno, te contaré... Tuve a mi mejor amiga, Sindey y a mi ex novio... Yaen.-Hiroshy hablaba despacio como si fuera un murmullo, pero no alcanzaba a ser lo suficientemente bajo.-Nos conocimos desde muy pequeños, realmente eramos cuatro amigos si contabamos al hermano mayor de Yaen, pero eso ya es otro tema de charla.

-Ah, esta bien.-Se acomodó mejor para oír su historia.

-Fuimos novios con Yaen durante dos años, hasta que Sindey me dejó de hablar y comenzó a evitarme constantemente... Solo para que luego me enterara de que ambos estaban teniendo una especie de amorío.

-Oh... Que feo... No se que haría yo en esa situación.

-Bueno, yo me enfurecí mucho, la frustración que sentí... Al principio me arrepentí de todo lo que dije y luego solo lo acepté.

Hiroshy estaba jugando con unos pedazos de nieve, mientras Israel lo observaba buscando palabras adecuadas para decir.

-Cambiemos de tema, ¿me enseñarías a bailar?.

-¿Qué?.-La pregunta lo sorprendió.-¿Ahora?.-Hiroshy asintió con la cabeza.-¿Aquí?.-Volvió a repetir el movimiento de cabeza.-Pero...

-¿Me vas a enseñar o no?.

-Esta bien, esta bien...-Suspiró y se levantó mientras se sacudía la nieve.-Ven, levantate.

Hiroshy se levantó también y se sacudió la nieve.

-¿Que tengo que hacer?.-Lo miró curioso.

-¿Que quieres que te enseñe? ¿El vals?.

-Bueno, no me importa mientras me enseñes algo.

Israel suspiró y se sacudió los guantes, luego le extendió la mano.

-Un paso al frente.-Dijo antes de ver a Hiroshy moverse.-Pon la espalda erguida... Sí, así.-Pasó la mano por su cadera hasta llegar a su espalda, acto que le sacó un pequeño escalofrío a Hiroshy.-Tranquilo, ahora pon tu mano aquí...

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