-Ese olor... es el olor a alguien que conozco...
-¿Olor?.-El albino lo miró de reojo.-¿Que olor?.
El rubio se extrañó un poco por la multitud, miró de reojo al joven a su lado.
-¿No puedes sentirlo? El olor al mar...
Un par de alumnos se formaron detrás de Israel y Hiroshy, otros miraban desde sus salones o desde los pasillos.
De repente, la distinguible presencia del Director Kotaro se hizo presente por los pasillos. Su traje oscuro con dorado perfectamente planchado y reluciente, su cabello oscuro caía elegante sobre su rostro, con una leve preocupación.
"¿El director?" Pensó el albino.
El pelinegro se adentró en el tumulto, sus ojos carmesíes se posaron en la situación: uno de sus alumnos estaba siendo víctima del Emperador de Edelí. Suspiró antes de hablar con un tono autoritario y serio, para darle presencia.
-Disculpe.-Los profesores alrededor se dispersaron para darle espacio.-Su Alteza Imperial, le rogaría que dejara de acosar a mis alumnos.
El fornido hombre de cabello azul grisáceo voleteó a verlo, soltando al estudiante que cayó sentado al suelo. Miró al director de Hyott y se acercó hasta tenerlo en frente, sin erguirse completamente y con una mirada de furia en sus ojos.
Aquel hombre de imperial linaje era mucho más grande que el humano promedio, sin estar tan erguido podría decirse que medía al menos dos metros con trece centímetros, o eso calculó Hiroshy. Kotaro se mantuvo sereno e inexpresivo mientras analizaba al Emperador.
-¿Dónde?.-Gruñó en un murmullo apretando sus puños con su mirada verde-grisácea.
-¿Disculpe?.
-Mi linda niña...-Sus ojos parecían hervir.-¿Dónde está?.
Cerca del tumulto de gente que se encontraba en el pasillo a la par de Hiroshy e Israel apareció la cabellera rubia y la mirada verdosa de de William, se veía preocupado.
-Chicos, tengo que decirles algo.-Tenía la respiración acelerada, aparentemente vino corriendo.
-Shhh....-Lo calló el príncipe.-Tu suegro está haciendo un verdadero lío.
William miró en dirección a la que el albino señaló y suspiró. Pero eso no iba a detenerlo; sacudió la cabeza librándose de alguna clase de relajación y tomó a ambos chicos de los hombros para meterlos dentro del aula, para tener más privacidad.
-¿Ahora qué? Suéltame, Will.-Frunció el seño.
-Cállate Nick...-Murmuró.-¿Qué es tan importante?.
El ojiverde suspiró llevandose sus manos a su nariz, enfrentándolas, abrió los ojos con una leve preocupación y luego habló.
-C-Creo que algo malo le pasó a Vay...
-¿Qué?.-Dijeron ambos al unísono.
-¿Pero de qué hablas? ¿No estaba contigo?.-El ojiceleste entró en pánico.
-¡Sí! ¡Pero me separaron de ella!.-Exclamó asustado.-¿Y si algo le pasó?.
Hiroshy se pasó la mano por el cabello tomando aire y luego lo soltó llamando la atención de ambos.
-¿Se están escuchando?.-Frunció el seño.-¿Creen que pasó algo malo?.-Resopló.-¡Por favor! ¡Estamos hablando de Hyott Nee!.
-¿Y?.-Lo encararon casi al mismo tiempo.
-¿Cómo que "¿Y?"? ¡Es una escuela Multiversal por dios!.-Se cruzó de brazos.-Si hubiera un atentado hacia un alumno podrían recibir terribles manchas en su reputación. Y ni hablar si es alguien que no es de nuestro universo.-Miró a William.-O multiverso.-Miró a Israel.
-Tiene un punto.
-¡No tiene una mierda!.-Exclamó paranoico.
Derrepente, se escuchó un sonido de algo romperse, vieron la puerta de madera a la par suya en el suelo, tragaron saliva y miraron hacia arriba con lentitud. La figura intimidante del monarca del Universo 5 hizo temblar a William.
-Tú...-Gruñó con un deje de superioridad.
"Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti celestial princesa, te ruego que me protejas de mi suegro...".
Los gritos del director no sirvieron de nada para el momento en el que el Emperador se abalanzó sobre el joven, tomándolo del cuello con fuerza y elevándolo con rapidez. La ira lo cegaba y no hacía caso al resto.
Los gritos de Israel y los movimientos desesperados que hacía con tal de que bajara a su amigo no le llegaban al Emperador, William luchaba por respirar mientras lágrimas se asomaban por sus ojos.
-¡Deténgase en este instante!.-Giró abrumado y miró en dirección a los profesores.-¡Llamen a la Emperatriz!.
Se adentró en el salón de clases y tiró de su traje con fuerza tratando de alejarlo.
-Tú tenías que cuidarla...-Las venas de su cuello se hicieron notorias en cuestión de segundos.-Tú... Maldito hijo de...
El agarre de su mano se hizo más fuerte provocando que los ojos de William pierdan su brillo vital, sus manos dejaron de luchar y comenzaron a debilitarse, temblando. Las lágrimas que tenía acumuladas en sus ojos se desprendieron.
Le costaba mantener la calma y cada vez sentía más dolor y el aire que había resguardado ya no le llegaba correctamente al cerebro.
"Perla preciosa, de las estrellas más doradas, celestial princesa de la vida...". Sus fuerzas se redujeron más y sus labios se tornaban de un color morado. "Protege a Violet... Sobre todas las cosas... Radiante Orbe Dorado...".
Su vista borrosa se oscurecía de a poco hasta que sintió una brisa helada recorrerle el cuerpo. Esa sensación le hizo revivir aquel día en el que su querido hermano falleció.
La imagen de Violet en sus memorias inundaba su poca consciencia, esperando que estuviera a salvo. Todos decían que Violet huele al mar al igual que su padre, pero el podía percibir el olor a los lotos recientemente florecidos en el lago de su palacio
"-Sabes, tengo una ballena bebé." La dulce voz de su amada le hizo entreabrir sus ojos, aunque no sabía si realmente los tenía abiertos.
"-¿Una ballena bebé?".
"-Sí, se le llama ballena de las profundidades. Se les dice así porque aguantan las temperaturas más bajas que te puedas imaginar".
"-Wow...-Se quedó sin palabras, apreciar a Violet a la luz del amanecer en el tejado era una imagen de la cual no se cansaría nunca.".
"-¿Ves ese lago de allá? Mi ballena está ahí.-Señaló.-Es un lugar tan profundo que conecta con enormes túneles hacia los mares y océanos."
"-¿Y si se escapa?".
"-No tengo problema al respecto, si se escapa de mi lago es porque quiere ser libre y explorar el mundo.-Hizo una pausa y lo miró.-Se que podría reconocer sus cantos en donde sea, y se que volverá conmigo cuando me necesite, así yo no esté más con ella en el momento que decida volver."
La imagen de Violet con el sol naciente de fondo, tornando la noche oscura en tonalidades naranjizas y azuladas con sus rayos dorados era exquisita. Su sonrisa lo tranquilizó.
"Creo que nuestra relación podía tornarse como la de mi ballena y yo.-Le dijo tímida.-Podría esperarte miles de años aún si tu no decidieras volver a mí".
Soltó su último respiro antes de perder la consciencia.
"Yo también, Vay".
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Just Us
Fanfiction¿Que tan mal puede salir una relación entre un príncipe traumatizado-suicida y un becario distante y ansioso? El libro entero está dedicado a Avril.