El día que llegamos no hicimos nada, aparte de comer.
Hoy nos levantamos a las nueve, tomamos desayuno como familia y mandamos a los hombres a comprar para el almuerzo.
Vamos a tener un picnic en el bosque de la cabaña y después vamos a una feria artesanal que hacen, para en la noche tener una mini fiesta.
Que buen día.
— Decidido, vamos a comer arroz todos los días. — dice la Isi apoyada en el mesón.
— La media astucia, si tu no sabes cocinar. — le digo.
— Te estoy haciendo las cosas fáciles mi vida.
— Que sean fáciles no significa que no tengamos que comer rico. — contraataco.
— Vinimos a regalarnos no a pelear. — habla la Emi tocándose la sien.
Despertó con dolor de cabeza.
— Me encontré este gato y la abuela me paso la escalera. — entra a la cocina la Juli.
Paso por el lado de mis amigas y tomo el gato de los brazos de esta.
Como amo el campo.
Escucho un quejido de la Emi la cual cambio de posición y ahora esta con la frente afirmada en el mármol del mesón.
— ¿Segura que no quieres un migranol? — vuelvo a pregunta.
Lo medita por unos segundos. — Dame uno.
Le devuelvo el gato a la Juli, voy a mi bolso y saco la tableta de pastillas.
— Toma. — se las entrego.
— Deberías comer mas ensaladas. — le dice la Isi.
Otra vez con las ensaladas.
— Te juro que, si te escucho decir ensaladas otra vez, me voy a lanzar por el acantilado mas cercano.
Esta deja la cocina levantando las manos con inocencia.
— Vamos a buscar la escalera. — le digo a la Juli.
Deja en gato en el piso y salimos por el sendero a la casa de mi abuela.
— ¡Uh, otro gato! — apunto la Juli al pasto donde hay un gato blanco.
— Este es el sendero de los gatos, amo aquí.
— Quiero ir a la feria a gastarme toda la plata en hueas innecesarias. — sonríe con satisfacción.
— Cuando estes sin plata y tengas sed no te voy a comprar un agua.
— Claro, porque tu tampoco vas a tener.
Es de familia parece.
Encontramos la escalera en la entrada, así que cada una toma una esquina y volvemos a la cabaña.
— Si tu quieres te lo meto en cabaña, te vienes como champaña, escuchándome se bañaaaaa ¡AL POLOLO ELLA LO ENGAÑA!
¿Pueden creer que es lo primero que escucho y veo cuando volvemos?
La Isi prendido el parlante y ahora esta bailando con el Iván mientras entran las bolsas de las compras.
El Diego aparece en la puerta y al parecer es el único que se da cuenta de nuestra presencia.
— Pásenmelo, yo me llevo la escalera.
No ponemos resistencia a su petición, la toma con una mano y desaparece.
Dios, que hombre.
— ¡CHULOOO! — gritan los dos cantores.
— ¿Tu crei' que se escuchen en el cerro? — me pregunta la Juli.
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Ya po', pololeame
Romance[Chilensis] Como todos años se celebra la fiesta de los anónimos de la facultad de ciencias sociales, nadie iba a saber que este semestre iba a tener un poquito de compañía para Lucy. - Soa Lucy Benavides, como siempre arrasando. - me entregan seis...