Recordando Al Hijo Olvidado (The Loud House)

Prólogo parte 2: El fin de un largo sueño 2

SEGUNDO PROLOGO

En una tranquila tarde de sábado, el señor Lynn, propietario de un restaurante familiar en el centro de la ciudad, se encontraba detrás del mostrador, observando el lento flujo de clientes. El restaurante, usualmente bullicioso y lleno de vida, estaba notablemente tranquilo ese día.

Mientras servía a un par de clientes habituales, la mente del señor Lynn divagaba hacia sus preocupaciones personales. Durante semanas, había estado ignorando un tema que pesaba en su corazón.

El ambiente entre sus diez hijas.

Cada una de sus hijas tenía su propia personalidad única, y aunque se amaban profundamente, últimamente había sentido una tensión creciente entre algunas de ellas. Roces y desacuerdos se habían convertido en algo más frecuente de lo habitual.

Mientras reflexionaba sobre las tensiones entre sus hijas, recordó claramente cómo todo comenzó con el regreso de su hija mayor, Lori, de la universidad con una nueva perspectiva y sueños completamente diferentes. Había dejado golf y sus deseos de ser famosa, y se dedicó a ser más una mujer empresarial. Y rápidamente después de su regreso encontró empleo en una pequeña empresa cerca del centro de la pequeña ciudad de Royal Woods.

También ayudó a su padre con las labores administrativas de su restaurante, y aunque Lynn padre no reconocería en voz alta lo agradecido que estaba por ello, secretamente había sido una bendición disfrazada en forma de su hija, que le había traído calma a la mente.

Él comprendía que, a pesar de ser un buen padre, un esposo cariñoso y un excelente chef, él carecía de habilidades en la administración financiera y el manejo del dinero. En ese aspecto, era mediocre en el mejor de los casos.

Y esto era aún más cierto desde que su segunda hija más pequeña, Lisa, se había negado a ayudarlo con el restaurante, ha tenido que ser extremadamente cuidadoso con todo lo que tenga que ver con los gastos de su negocio.

Lisa, una científica brillante con una mente analítica y organizada, había sido una pieza clave en el negocio de la familia. Pero por razones que ella misma se negó a revelar, dejó de ayudar en la administración del restaurante.

Reflexionar sobre la nueva dinámica de sus hijas, creo una sensación de inquietud, que comenzó a crecer en su interior. El ambiente entre su hija mayor, y su deportista residente, parecía estar cargado de tensión.

Observando de cerca los intercambios entre Lori y Lynn Jr. durante la cena familiar, notó sutiles gestos de desdén y miradas furtivas cargadas de hostilidad. Intentó ignorar esos signos de conflicto, pero la actitud ominosa de la mayoría de sus hijas hacia su pequeña superestrella lo preocupaba profundamente.

A pesar de que él y su esposa habían intentado hablar con el resto de sus hijas sobre la situación, las respuestas que recibieron no fueron tranquilizadoras.

La científica respondió evasivamente, diciendo que en el momento en que considerara necesario, les contaría todo. La deportista, simplemente dijo que era algo que hacía mucho tiempo había perdido importancia.

Pero la respuesta más preocupante vino de su hija mayor. Con una mirada fría y desafiante dijo.

Lori: Si no puedes recordar, literalmente no tienes derecho a preocuparte por este asunto.

Las palabras de Lori resonaron en la mente del señor Lynn, llenándolo de confusión y preocupación. A pesar de sus intentos por comprender la situación y abordar las tensiones familiares, se encontraba cada vez más desconcertado.

La situación en la casa del señor Lynn se volvía cada vez más tensa con el pasar de los días. Las respuestas evasivas de sus hijas y las frecuentes peleas entre ellas solo dejaban más dudas que respuestas en la mente del padre de 10.