Recordando Al Hijo Olvidado (The Loud House)

Capítulo 05: Las preocupaciones de un hermano, Lola

Pasen, pasen, para la función del último y más nuevo capítulo de esta pequeña historia mía, no olviden pasar por nuestra tienda de dulces para comer algo mientras leen este dramático capítulo. Y todo por el económico precio de una estrella. 

No se lo pierdan.

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[LINCOLN]

El verano había acabado, y oficialmente era el regreso de todos los niños a la prisión llamada escuela para unos, para otros era el regresar al lugar donde todos sus amigos y o novias y novios estaban.

Y la casa de la familia Loud no era la excepción, habiendo una saludable mezcla de estos dos grupos de personas casi al punto de decir que eran una división 50/50 entre las hermanas.

Pero había un peliblanco que no sabía qué debía hacer. Pensó que tal vez su situación se resolvería cuando el verano acabara, pero ya era el primer día de clases y él seguía sintiendo invisible para todo el mundo.

—「¿Qué debería hacer?」

Mantuvo la calma lo mejor que pudo, deseando que algo le diera la solución a sus problemas, pero como todo en su vida, él tenía que solucionarlo por sí solo.

—「¿Y pensar que este sería mi primer día en la secundaria?」

Soltando un gran suspiro de resignación, decidió que esperaría para que el resto se fueran de casa, para él ir y revisar los extraños libros de su gótica hermana.

Pero la repentina aparición de la pelinegra, que lo tenía realmente preocupado, detuvo cualquier tipo de pensamiento o plan que tenía. Verla en este momento le reafirmo que lo que había pasado no fue un sueño que tuvo al caerse de algún árbol.

Pero también le confirmo que realmente pocos integrantes de su familia realmente ponían atención a los demás, sobre a la gótica residente de su hogar.

Ya que nadie se dio cuenta de los cambios que había sufrido de la noche a la mañana. Nadie realmente notó que Lucy había crecido un par de centímetros, o que su cabello era unas pulgadas más largas, o que algunas partes de su cuerpo habían crecido muy pronto para su edad, aunque muy poco.

Y eso era sin contar que su piel se veía más sana y con un brillo algo especial, como si de alguna manera la salud de su hermana hubiera mejorado notablemente.

Pero lo que más sobresalió de todos los cambios fue uno de los que solo él se habría dado cuenta, incluso antes de que este asunto de la intangibilidad lo aprisionara en el olvido.

Ya que él tenía el gusto culposo de ser la única persona que podía ver los ojos de Lucy cuando quisiera, y para él eran como los dos luceros azules más bonitos que había visto.

Y aunque sabía que este pensamiento estaba mal de alguna manera, no se arrepentía de tenerlo, incluso múltiples veces le hizo saber a Lucy de lo que pensaba, así que grande fue su sorpresa cuando pudo ver que uno de los ojos de su hermana había cambiado a un color verde esmeralda que brillaba misteriosamente bajo su flequillo.

—Suspiro, es hora de regresar a esa prisión que amenaza con aplastar mi lúgubre espíritu...

Pero solo pudo sonreír al notar que la pelinegra no había cambiado su personalidad.

—No seas dramática, el primer día de clases siempre es genial.

Le respondió una Lori de aspecto feliz.

—Solo lo dices, por qué pronto te irás a la universidad, lejos de la autoridad de nuestros padres.

Esta vez fue Lola la que expresó su disgusto por tener que ir a la escuela de todos los lugares.