Prologo: Consecuencias de actos no contados.

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Cuando Rita Loud despertó, sentía como si Lola y Lana le hubieran pasado por encima, con son su mini jeep varias veces. Pero eso no le preocupaba en este momento.

Después de todo tenía que confirmar lo que había vivido en aquel terrible sueño, tenía que confirmar que ella no era una madre que había olvidado a uno de sus hijos.

—Tengo que...

Así que poco a poco se levantó de su lugar en la cama e intentó caminar, pero la fuerza de sus piernas la abandono, cayendo torpemente al suelo.

—¡Mama!

Para suerte o mala fortuna de ella, su primogénita la encontró un momento después de haber caído al suelo.

—¿Qué pasó?, ¿estás bien, mamá?

Pregunto preocupada de que su madre se hubiese lastimado de alguna manera, mientras intentaba ayudarla a levantarse del suelo.

Lo que no esperaba fueron las siguientes palabras de su madre, después de todo no había manera de que el plan tan precipitado de sus hermanas hubiese funcionado.

—Lori, dime que no es verdad, dime que... que...

Pidió la mujer, desesperada por negar la realidad.

Por un momento Lori no supo que pensar, estaba confundida y algo preocupada por el estado de su madre, pero al ver esa mirada en los ojos llenos de lágrimas de su madre supo de qué estaba hablando.

—Madre yo...

—Dime... que Lincoln está en su habitación durmiendo tranquilamente.

—Yo...

Cada palabra que intento decir Lori, murió patéticamente en su garganta, su mente no podía formular una respuesta que no lastimara a su madre, así que solo pudo desviar la mirada.

Solo en ese momento lo supo, Rita había abandonado a su único hijo, su alma y su corazón lo sabían, pero su mente y su yo racional lo negaron con tanta fuerza como pudieron.

—No, eso es mentira.

Con fuerza sacada desde el fondo de su ser, Rita se levantó y casi corriendo, salió de su habitación seguida por su una Lori de aspecto preocupada.

Ninguna de las dos noto que el otro ocupante de la cama también había despertado de su terrible sueño.

...

Chocando con varios de los muebles que se atravesaron en su camino y casi cayendo en más de una ocasión, Rita continuó su carrera hacia el segundo piso. No tardo mucho en llegar y subir las escaleras, fue incluso más fácil llegar a la puerta del fondo del pasillo al no tener ningún obstáculo.

Tan concentrada estaba, que no noto que había llamado la atención de casi todas las habitantes de su casa, las cuales salieron a ver lo que estaba pasando.

Agitada, estiro la mano para tomar la perilla de la puerta, pero a unos centímetros de ella se detuvo y no pudo moverse más.

Ella dudó.

No sabía cómo afrontar esta verdad y tampoco estaba segura de querer afrontarla. Por qué su mente sabía qué había del otro lado de la puerta.

Y cobardemente dio varios pasos hacia atrás, no sintiéndose lista y dando media vuelta camino de regreso a su habitación en silencio y de la misma manera que antes, tampoco noto a ninguna de sus hijas y mucho menos como su hija mayor le daba una mirada sucia a la pequeña científica.

...

Habían pasado varias horas desde que los señores Loud habían despertado, pero durante todo el día ninguno había pronunciado una sola palabra. Tal vez por miedo o tal vez por culpa, pero de alguna manera ambos lograron hacer su vida normalmente sin el más mínimo intento de comunicarse con nadie.

Recordando Al Hijo Olvidado (The Loud House)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora