Se fue

~ 12 ~

Mis queridos lectores.
Este es un capítulo largo, puede ser sensible así que léanlo bajo su propio riesgo.

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Hay mucha gente.
El número 11 se lee en muchas de sus prendas y pude ver la bandera tricolor ondear con elegancia tanto en las manos de los fans como en el asta que an puesto para el homenaje.
La noticia sigue siendo número uno.
La gente simplemente no puede creerlo.

Ve la cara de Checo en muchas pancartas, verlo hace que se le encoja el corazón.

El ruido es profundo y fuerte.
Lo mantiene entretenido.
Ya no puede llorar más o eso es lo que piensa.

Su padre una vez le dijo que llorar es para gente débil y sin propósito, para aquellos que no merecen la gloria.
Pero alguien más le hizo entender que no era verdad.
Llorar es parte de un sentimiento que todos pueden sentir, por que son libres.

La pista negra se abre a sus ojos como las muchas más que antes a recorrido y un odio profundo comienza a calentar su pecho.

¿Como es posible que algo que amaba sea ahora lo que más odia?
~por que siempre hubo algo mucho más fuerte que una pista... por que teníamos un Sergio.

Muchas personas que nunca en su vida a visto están ahí con trajes caros mientras les estrechan las manos y les dan pésames vacíos.

Entiende con mucha razón por que el señor Pérez decide no extender su mano.
El tampoco quería esto.

Alguien se acerca al micrófono y comienza a recitar un buen discurso sobre honor y ambición.
Sobre cómo lamentablemente una persona tan joven a llegado a su fin, que ahora será una estrella más en el oscuro cielo.
Escucha muchas veces su nombre "Sergio" y muchas otras cosas que sabe que no sienten.

Pero sus ojos no pueden despegarse de aquella cosa una vez que la ve.
Hay una caja de color café roble frente al lugar, muchas flores se expanden por todo el lugar.

Sergio amaba las flores, aunque muchas veces decía que el olor le recordaba la muerte.
Max no lograba entender cómo es que algo que le gustaba tanto le causaba tristeza hasta ese momento.

Escucha el retumbar de los tambores con fuerza a su lado.
Y como comienza el himno nacional mexicano a entonarse con cariño.
Dos personas bien uniformadas saludan a la bandera para después comenzar a desplegar otra más acorde al tamaño de la caja.

Christian le extiende con manos temblorosas un casco.

El se traga un sollozo mientras, sus ojos reconocen el artículo de seguridad.

De nuevo el número 11 reluce junto a su nombre.
Sus dedos dibujan las letras SP.

-no me pidas que lo haga... por favor- súplica.
Siente el ardor en sus pupilas, sus lágrimas recorren sus mejillas.

-se que el querría que tu hicieras el honor- Max no le responde a Christian.
Aquello no es un honor.
Aquello es una despedida que no quiere dar.
Ve el casco, que se siente más pesado de lo que es.

El niega y busca al padre de su pareja.
Pero el señor Pérez le sonríe con tristeza.

El latinoamericano sabe que el chico le está pidiendo permiso.
El asiente mientras sigue consolidando a su esposa.

Sus pasos son torpes y cada que se acerca más a Sergio.
Max es incapaz de contenerse.
Pone el artículo sobre la caja y no aguanta más.
Sus manos acarician el ataúd con un amor que no todos entienden.

Hay algunas palabras saliendo de su boca pero nadie entiende realmente que es lo que dice.
Salvo por el hecho de que el está rogando.

Esta rogándole como no lo ha hecho nunca antes. Para que no lo abandone, por que sigue con la creencia de que es un sueño y el este ahora entre sus brazos.
Max está dejando su orgullo como Checo lo dejó a él.