Hay miles de hipótesis en el mundo de que sucede después de la muerte.
¿Es verdad que existen las reencarnaciones?
Max nunca ha creído en nada en su vida.
No a menos que existan pruebas sólidas y científicas.
Pero ahora, solo por ahora el quiere c...
Sebastián pensó que sería mucho mas difícil aquel trabajo. Y no trata de sonar grosero o decir que aquello era muy sencillo.
Solo que Max no era tan malo como todos dicen, por las mañanas desayunaban entre conversaciones vanas sobre cosas que habían visto en internet o música. Le recordaba su horario y verificaba muy bien que tomara todo el desayuno.
Después iba al gym ahí pasaban mucho más tiempo, había algunas máquinas o equipos que el nunca había visto en su vida. Ambos entrenaban.
Sebastián solía dejarlo primero, no estaba hecho para el deporte.
Después de que cada uno se daba su ducha. Se volvían a ver, para comer y despejar la mente. Max lo invitaba a jugar videojuegos o a ver películas desde la sala.
Sebastián sentía curiosidad por volver a entrar al estudio, pero no encontraba la manera de hacerlo sin sentir que violaba la privacidad de su jefe. A pesar de que este le había dado libre albedrío para divagar por la casa.
Aquella mañana en particular Max tenía que salir. A pesar de que era por trabajo, le dijo a Sebastián que no tenía que acompañarlo. Que se quedara en casa y descansara. No quiso insistir por que Mila lo tomó del brazo.
Antes de irse Max besó su frente y salió de la casa. Regresando su vista a él, una vez más antes de irse.
-¿es normal que no valla a trabajar?- le preguntó a la mujer mayor. Ella sonrió con cariño y negó.
-ya tendrás tiempo de hacerlo nada más comenzar febrero- tomó su brazo y lo llevó a la sala. -prepararé el almuerzo-
Escuchando como Mila picaba y salteaba las verduras. El pecoso observó la puerta a su lado. Sintiéndose travieso y decidido se levantó. Tomó el picaporte, pero este no giró.
La puerta estaba cerrada. Lo intento de nuevo pero la manija no giraba.
-¡oh!- escucho la sorpresa de Mila tras de él. -¿de nuevo está cerrada?- le preguntó con sorpresa aunque no lo veía a los ojos. El castaño asintió. -al ser una chapa tan vieja suele atrancarse, llamaré al cerrajero si le parece bien- el se encogió de hombros. No podía dar órdenes dentro de la casa, eso no le correspondió.
Termino de almorzar los huevos revueltos y aunque Mila insistió en que no debe hacerlo el lava los trastes sucios. Va al cuarto de servicio que está frente al Gym y se pone a buscar algo que hacer.
No puede fregar el piso, por que está más que limpio. Ve las lavadoras pero no hay ropa que lavar. ¿Que puede hacer?
Antes solía estar siempre preocupado por el trabajo. ¿Encontraría uno estable? ¿Tendría para comer? ¿André no se molestaría?
Ahora tenía preocupaciones como aquellas. Aunque había una que seguía vagando en su cabeza.
André.
Desde el primer día quizo llamar, pero su teléfono no tenía cobertura por aquella zona.
-¿crees que pueda hacer una llamada?- le preguntó a la mujer cuando salió. Ella asintió, recordándole que era libre de moverse en la casa.
Tomó el teléfono que estaba en su habitación y marcó el número que muchas otras veces lo hizo penar. Hubo varios toques pero nadie respondió al otro lado de la línea. Aquello lo mortificaba de una manera que no entendía.
Pero ahora no podía hacer mucho. -¿que tal si vamos de compras?- sugirió Mila al verlo tan decaído.
-yo no tengo dinero- respondió apenado.
-el señor Verstappen me ha dejado su tarjeta y el mismo me ha ordenado para que te distraigas- Sebastián realmente no quería aquello. No quería dar más molestias ni lastima. -!oh¡ vamos, así conoces la ciudad- sonaba tan animada que terminó por convencer al joven.
Nada mas decir que si, Ella se encargó de traerle un buen abrigo y salieron de la casa. Aquella mañana, Mila no se midió en surtir su guardarropas a pesar de que Sebastián seguía insistiendo que era demasiado.
-solo una pijama más, subí tu maleta es muy pequeña y te advierto que cuando comiencen a viajar no habrá tiempo de compras, estarán de avión a pista- Sebastian se noto interesado por fin en la conversación.
-cuénteme más, no tengo experiencia en el tema y no quiero parecer ineficiente- Ella lo miro con el cariño de una madre.
-van de un lugar a otro por el mundo, corriendo generalmente los fines de semana. Pero hay días que se van antes para entrenar se que podrás con esto chico- le ánimo mientras tomaba una pijama más.
Tenia que hacerlo bien pensó. Tenía que esforzarse para poder dar lo mejor. Para poder ser lo que todos esperaban de él.
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Holaaaa!! Primero que nada como están?
Que les pareció el capítulo?
🚨se vienen los especiales, jajajaja me rio para no llorar.
🚨QUIERO ESPECIFICAR ALGO ANTES DE PUBLICARLOS... algunos de ellos están fuera de la línea temporal que la historia maneja, sea unos meses después del accidente o semanas. 🚨Cabe aclarar esto, por que aquí Sebastian aún no conoce a Max.