Fernado Alonso

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Llegar a México peso como nunca antes.
El recuerdo de como fue su última visita le destrozó el corazón.

Han sido solo algunos meses, se recuerda.
Por eso es que duele tanto... por eso es que te falta la respiración.

-Antes de correr se ha preparado una última ceremonia- indica un directivo de la FIA.

Alonso se muerde los labios, sabe que si no lo hace comenzará a sacar verdades.
Ahora le hacen homenajes, cuando la justicia que pedía por sus estúpidas penalizaciones eran una burla.

-son unos malditos hipócritas- expresa Lance su voz está cubierta de rencor.
Su cabeza se alza con una seguridad que muy pocos tienen y la mirada de superioridad que le lanza al tipo lo hace callar.
-¿Que? ¿Te ofendiste? Por que a mi ofende que ahora utilicen su recuerdo como Marketing- escupe sin una pizca de arrepentimiento.
Sus brazos se cruzan sobre su pecho, es una clara pose de desafío.

El hombre frente a ellos solo se atreve hacer una mueca de molestia con los labios.

-lamento que no estés de acuerdo con las normas...- Lance lo interrumpe está riendo como no lo hace nadie más en la sala.
Su risa es fuerte y ácida.

-solo lárgate- le ordena y se aleja de los demás.

-Gracias- le dice cuando están solos en el motherhome.
El canadiense le regala una sonrisa triste, está recargado de manera sencilla en un sofá.
Hay un silencio que los deja meditar.

-el pregunto por ti en la mañana- le contesta cerrando sus ojos.

-ya le es respondido- es lo único que dice, sabe que "el" es Pato.

-¿vas a ir a verlo?- hay un brillo de tristeza en los ojos del Niño Stroll.
Ahora lo ven esperando el siguiente movimiento.

El mayor pasa saliva.
De pronto su boca está seca.

-no- responde pero Lance sabe que hay duda y algo que conoce como anhelo en los ojos de Fernando.

-yo quiero... quiero pero no se si pueda... no al menos antes de la carrera- comenta el más joven.

Pero su compañero sabe que aquello no es del todo verdad.

-Pato va continuamente- comienza a narrar Nando.
-le lleva flores... ramos de rosas- se están viendo a los ojos.
-cuando yo lo acompaño... cuando voy... me quedo fuera... yo no puedo entrar- se anima a confesar.
-lo promesa era despedirlo en Imola... no pudo regresas , no tengo la fuerza-

Hay un silencio después.
No más palabras por que ya no son necesarias.

Aquella es la primera carrera en México que se realiza sin el.

***
Australia 2016

Lo han dado de alta sólo un día después.
Hay algunos medicamentos y pomadas desinflamatorios que están ahora en su equipaje.

Le duele todo y solo quiere recostarse en su suave cama.

Pero el destino no está a su favor.
Ya que a solo una hora de su llegada la puerta de su habitación está siendo tocada.

La abre refunfuñando ser tan educado.
Sergio está ahí, con una sonrisa cálida y le extiende una bolsa de papel.

-es sopa y caldo de poyo- pasa por su lado sin esperar invitación.
Sentándose minutos después de manera cómoda en el sillón de la estancia.

-¿sabes lo que es privacidad?- le pregunta con sarcasmo.

-¡claro que lo sé! Pero como eres mi amigo entre tú y yo no existe- contesta risueño.
Alonso refunfuña en su lengua madre provocando más risas en su invitado.
-¡sabes que puedo entenderte!-

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