El golpe en su mejilla aún ardía un poco.
Pero Sebastián está seguro que no fue nada.Como supuso Andra ha hecho un completo escándalo.
E indudablemente uno de sus muchos golpes termina en su rostro.Aún así el castaño no tiene miedo.
Ya no hay nada que perder se dice mientras gasta los últimos cinco dólares en un cafe.Extrañamente se siente frío, un frío que es mucho más que superficial.
Alguien pasará por él a las ocho.
O eso es lo que le ha dicho el señor Christian.
Lleva con el una pequeña maleta, no ha dejado nada y aún así todavía hay tanto espacio.
Podría estar sintiéndose mal.Pero Sebastián sabe que no es necesario tener mucho.
¿Por que llenar habitaciones con ropa y zapatos si al final solo podrían usar un solo par?Sabe qué hay mucho que el no maneja en ese instante.
André una vez le dijo que la imagen, iba mucho más que ropa bonita, era elegancia y sofisticación.
El chico después se rio de él.Hay una bonita camioneta negra frente a él, que lo deja sin aliento.
Esta es mil veces más llamativa que los autos que los padres de su compañero manejan.
Piensa que seguramente uno de ellos vino a ver qué tal está su hijo después de tremendo espectáculo.
Seguro que la vecina de abajo se an vuelto a quejar.Hay un chico mayor que el con pantalones negros y camisa azul marina abriendo la puerta en seguida.
Sebastian observa el interior, no hay nadie ahí dentro.
Los costosos asientos de piel brillan con vanidad y la tapicería se ve que cuesta más que un solo de sus riñones.-es momento de irnos- le dice entonces el hombre.
No hay una mirada fría en sus ojos, pero tampoco una que demuestre algún sentimiento.
El castaño bebe un trago de su dulce café antes de sorprenderse.Se señala así mismo.
-¿es usted quien viene a recogerme?- le pregunta mientras trata de no pensar demasiado en que está haciendo.Le regala un gesto suave de comprensión y asiente.
-¿Sebastián Parker?- su mano sigue sosteniendo la puerta con tranquilidad.-¿debería tirar mi bebida?- pregunto antes de poder dar un paso.
No quiere manchar nada y sabe muy bien la mala suerte que tiene.
Se imagina arruinando los bonitos asientos y endeudado el primer día por el desastre.-no hay de que preocuparse, suba con ella- le responde de nuevo el señor.
Sebastián entonces extiende su mano.-ya conoce mi nombre pero yo no el suyo- el gesto deja desconcertado al chofer.
-Ulises- se anima a decir después de que se le pasa la Impresión y estrecha la mano del chico.
El castaño por fin se anima a caminar hacia la camioneta, pero hay un agarre férreo en su brazo.André está ahí, tiene los ojos rojos he hinchados.
Aún está llorando.
Lágrimas pesadas avanzan por sus mejillas.-por favor Sebastián- la súplica hace temblar al cuerpo del contrario.
-tu... tu no puedes irte... ¡NO PUEDES ABANDONARME¡- la fuerza en el agarre lo hace sisear y es un reflejo pero termina tirando su café.-ya hablamos de esto antes André. Tu no eres nada mío... es lo mejor para ambos- su mano busca deshacer el garre sin tener que causar una escena.
-yo soy tu amigo... ¡estuve ahí! lo sabes muy bien- Sebastián quiere llorar un poco.
El chico frente a él siempre lo a sobornado con eso.-y siempre estaré agradecido por ello, pero ahora es momento de que salga... tus padres- André de nuevo comienza hacer una rabieta.
-!ellos no saben nada¡- observa con pena a Ulises y le pide con un gesto un poco más de tiempo.
-Tu... tú eres mío!-
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Se fue
FanfictionHay miles de hipótesis en el mundo de que sucede después de la muerte. ¿Es verdad que existen las reencarnaciones? Max nunca ha creído en nada en su vida. No a menos que existan pruebas sólidas y científicas. Pero ahora, solo por ahora el quiere c...