Dulce velada

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La taberna danzaba entre los pastizales en dirección al próspero reino de Lionés, se rumoreaba entre todos los reinos que cada día Lionés se estaba volviendo el mejor reino jamás visto, lleno de vida y abundante, ningún reino yacía en tal estado como Lionés.

- Diane... no me siento bien... - el poderoso rey hada yacía mareado en la terraza de la taberna, jadeando y vomitando - ya no sirvo para viajar en esto... Buagh!

Gowther corría de un lado para otro atendiendo a los invitados, que si ocupaban una toalla, que si ocupaban agua, comida, un libro, una manta, un martillo, una roca(?, etc. De su frente corría sudor a mares, era un muñeco pero no dejaba de ser un ser viviente con forma de humano y problemas de humano. Todos los niños se encontraban en el cuarto de Badir jugando con peluches y muñecos creados a base de madera, bellotas, piñones y castañas que habían llevado las haditas.

- Achú*! Tienes tantos peluches, achís*! Están llenos de polvo la mayoría! - estornudaba a cada rato Gilmer abriendo las ventanas mientras regañaba a Badir, a lo que la niña tan solo le sacó la lengua, colocándose detrás de Aran.

- Achú*! - ahora ella estornudaba, pero no era por el polvo, si no por el olor a pimienta que Aran desprendía.

- Esta es la primera vez que salgo del Bosque del rey hada! - Gaunes estaba demasiado feliz, que su olor a mandarina recorría la habitación por completo.

- Váyanse calmando un poco! Ya asustaron a Invisible, llevo desde que llegamos al bosque de las hadas que no la veo! - refunfuñaba Gilmer abriendo el armario y cajones de todos lados temiendo lo peor - qué tal si decidió abandonarme y volverse a incorporar con las hadas?! Ella fue mi primer amiga y compañera de travesuras!

En eso la puerta se abre entre risillas y cotilleos, era Gerheade riéndose a más no poder, en su pequeña mano posaba Invisible plácidamente conversando con la antigua hada, ambas sin duda tenían mucho de que hablar, habían pasado tantos años desde la última vez que se vieron.

- U-usted conoce a Invisible?! - la cara del niño se encontraba sorprendida casi en shock.

- Ambas conocíamos muy bien al segundo rey hada hace muchos años... - comentó dejando a la diminuta hada en el hombro del niño - tienes las puertas del bosque abiertas de par en par si algún día quieres regresar - sin más la consejera se marchó flotando en busca de ayudar a Matrona en acomodar el equipaje.

Badir metió su cara en los cabellos de Gaunes quien se mantenía sentado en el suelo, el olor a mandarina era más concentrado en aquella parte de su cuerpo.

- Jamás me voy a cansar de oler a las hadas! - vociferó animada.

- Oye, vamos! Me vas a despeinar!!! - murmuro enojado el chiquillo meneándose para tratar de alejar a la humana.

- Asi es Badir... - masculló Peredur tomando el hombro de Aran, quien se mantenía un poco nerviosa por el ajetreo.

- Asi también es Bors... - sonrió la infante devolviéndole una risita.

Ban yacía en la cocina agregándole aceite y especias a un trozo de carne, faltaba poco para llegar a Lionés, pero la comida debería de estar lista, no se debería de ir a explorar lionés con el estómago vacío.

- Perico, se ah acabado la sal! - musitó el peli-blanco notando la falta de una especia en la cocina.

- Jericho está dormida! - contestó Gowther acercándose con la botella de sal en la mano, dejándola en la barra.

- A dormido mucho estos días... - menciono Ban continuando con la preparación de alimentos - no te preocupa que esté enferma?

- Estuvo muy ocupada estas últimas semanas entrenando hasta tarde, así que es bastante obvio que se encuentra muy cansada, estos días a caído como tronco a dormir🎶 -

Un Amor Inmortal (Ban X jericho) [NNT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora